El gobernador del estado de México, Alfredo Zárate Álbarrán, fue asesinado el 5 de marzo de 1942, en el Centro Charro de Toluca. Zárate fue zapatista, militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), secretario del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y Presidente del Senado de la República; ganó la gubernatura con más de 200 mil votos. Su muerte cambió del destino del país y encumbró al Grupo Atlacomulco.
Félix Santana Ángeles
Regeneración, 18 de marzao de 2017. Hace 75 años ocurrió uno de los asesinatos políticos que cambiaron el destino de nuestro país, por décadas los miembros del Grupo Atlacomulco han intentado borrar sus orígenes, ocultando biografías, desapareciendo sucesos en la historia oficial mexiquense e incluso, han construido avenidas, mercados, escuelas u hospitales, que por costosos que sean, no dejan de ser ridículos cultos a la personalidad, que intentan esconder la patología de su narcisismo, para construir su propia versión de una historia que trata de imponerse a una realidad muy distinta.
Un ejemplo es el municipio de Metepec, donde se encuentra la Avenida de los Gobernadores que inicia con Isidro Fabela y termina con Enrique Peña Nieto, borrando de un plumazo a todos aquellos que los antecedieron como por ejemplo, Alfredo Zárate Álbarrán, gobernador en funciones, asesinado con ocho impactos de bala de tres diferentes calibres, el 5 de marzo de 1942 en el Centro Charro de Toluca, ubicado en la calle Morelos, donde hoy se encuentran la oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Nacido en el año 1900 en el sureño municipio de Temascaltepec, forjado en las trincheras zapatistas y militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Alfredo Zárate Albarrán fue Secretario de Estadística del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y Presidente del Senado de la República, antes de ganar la gubernatura del Estado de México con más de 200 mil votos.
Al inicio de su mandato, asumió el liderazgo del Bloque Permanente de Gobernadores, encabezados por el estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Sinaloa, quienes según F. Cruz, se reunieron el 18 de febrero de 1942 en el ayuntamiento de Mazatlán para analizar la situación del país al borde de la segunda guerra mundial; de aquella reunión acordaron implementar 17 medidas económicas para reactivar la economía nacional, así como instrumentar el servicio militar obligatorio en las escuelas públicas, desplazando de facto funciones exclusivas del ejecutivo federal, lo cual fue tomado por Manuel Ávila Camacho como una afrenta personal.
Para suavizar las diferencias, a través de la primera plana de El Universal, Zárate Albarrán publicó el 4 de marzo de 1942 un mensaje dirigido hacia el Presidente de la República en el que explicaba que las reuniones con el bloque de gobernadores no pretendían impulsar un movimiento político para debilitar el presidente, sino por el contrario tenían como fin cooperar con su obra de Unidad Nacional.
La respuesta no se hizo esperar, al otro día durante una comida convocada por el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México para homenajear a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a la cual asistieron ochenta personas entre diputados locales y federales, senadores, ministros, magistrados y funcionarios estatales, el gobernador Mexiquense fue baleado y murió tres días después.
El responsable del artero asesinato fue el Diputado y Presidente de la XXXV Legislatura Local, Fernando Ortiz Rubio quien además fungía como Jefe de Tránsito de Toluca, fue detenido de inmediato en la carretera a la ciudad de México y desaforado al siguiente día, el 6 de marzo de 1942. Dos años más tarde, el 1 de noviembre de 1944 los Ministros que habían participado de aquella trágica comilona, otorgaron un amparo federal que permitió al asesino obtener su libertad, el crimen de Estado se había consumado.
De acuerdo con la Constitución local vigente en ese momento, el nuevo gobernador interino debería de ser electo entre los miembros de la Cámara de Diputados Locales, ser Ciudadano del Estado de México y contar con vecindad de al menos cinco años, de estos requisitos Isidro Fabela Alfaro no cumplió con ninguno de ellos, violentando la Constitución, sin importar ese detalle legal, el 16 de marzo de 1942, fue electo por 12 diputados locales, con la promesa de convocar a la brevedad a nuevas elecciones.
En medio de la imposición, el Comité de la Federación Socialista del Estado de México hizo pública una carta el 17 de junio en la que responsabilizó al Congreso local de graves violaciones a la Constitución política estatal; sin embargo, ya nombrado gobernador, Isidro Fabela Alfaro designó a su sobrino Alfredo del Mazo Vélez como Tesorero del Gobierno del Estado.
De acuerdo con el ensayo La Revolución comienza a los cuarenta, se documentó que Alfredo del Mazo Vélez corrompió con diez mil pesos a los Diputados Locales y tres mil pesos a cada uno de los 119 presidentes municipales para que el 4 de julio de 1942 durante el aniversario de la Proclamación de los Derechos del Hombre, la Legislatura Local, decretara que el gobernador designado el 15 de marzo, continuaría su desempeño en carácter de sustituto hasta la conclusión del período 1941-1945, cancelando toda posibilidad de celebrar nuevas elecciones.
El cinismo en su gobierno fue una constante en el fundador del Grupo Atlacomulco, así lo muestra el Decreto 106 del 23 de diciembre de 1942, en el que la Legislatura Local autorizó a Isidro Fabela residir fuera de la entidad, lo cual hizo desde el inicio de su administración, gobernando al Estado de México desde la ciudad de Cuernavaca vía telefónica.
La corrupción y el saqueó de las arcas del gobierno estatal alcanzó niveles escandalosos, a tal grado que el 14 de junio de 1943 Diputados Federales de origen mexiquense y la Federación Socialista publicaron una denuncia en La Prensa y El Universal exhibiendo los entres fabelistas, los sobornos, complicidad y la corrupción de legisladores y funcionarios estatales.
Frente a los ataques desde la federación, el gobierno usurpador de Isidro Fabela, decidió imponer su sello autoritario y durante una sesión clandestina convocada por el nuevo gobernador, el 19 de junio de 1943, desaforaron a los Diputados Sidronio Choperena, Juan Sánchez, José Jiménez, José Trinidad Rojas, Isidro Sánchez, Aurelio Vera y Andrés Francés, e invitaron al Senador Alfonso Flores a solicitar licencia y abandonar su escaño, también hizo cambios en su gabinete deshaciéndose de los funcionarios leales a Zárate Albarrán y para evitar a la prensa opositora compró el periódico El Demócrata.
En los cambios, Alfredo del Mazo Vélez ascendió a Secretario General de Gobierno y su espacio como Tesorero lo ocupó su primo Alberto Martínez Vélez, ya en las nuevas listas de Diputados Locales que sustituirían a los rijosos se encontraría el nombre de otro sobrino del Gobernador, llamado Antonio del Mazo Vélez. Años más tarde conoceríamos el acto de contrición de Isidro Fabela en Pueblecito mío, donde confiesa que fue el mismo Ávila Camacho quien le pidió violentar la Constitución atendiendo su deseo confidencial de completar los cuatro años de gobierno.
Los orígenes de la mentira, impunidad y corrupción como forma de gobierno en el Estado de México se remontan a 92 años con el gobernador Carlos Riva Palacio y el Partido Nacional Revolucionario (PNR), pero se agudizan con los tres pilares en los que se sustentan el Grupo Atlacomulco desde 1942, uno, el Asesinato del Gobernador Alfredo Zárate Albarrán, dos, la traición a una promesa de celebrar elecciones y tres, la corrupción de Alfredo del Mazo Vélez para comprar a Presidentes Municipales y Diputados locales. Recuperar la memoria histórica de nuestro estado, permitirá entender el grado de descomposición política y social que a nivel nacional padece nuestro país, sirva de modesto homenaje el presente escrito al gobernador mexiquense brutalmente asesinado y olvidado.