El Buen Fin no es prioridad para afectados por el sismo, les urge rescatar viviendas

Entre sus prioridades están rescatar su vivienda, no tienen muchas ilusiones por las rebajas de el Buen Fin.

Regeneración, 19 de septiembre de 2017.- Las personas que se vieron afectadas por el sismo del 19 de septiembre no tienen muchas ilusiones por las rebajas del Buen Fin; su prioridad es rescatar su vivienda y algunas cosas.

Otras familias aprovechan los descuentos del Buen Fin, mientras que las damnificadas por el sismo del 19 de septiembre no tienen muchas ilusiones por las rebajas, así lo informa Reforma.

Jorge Esquinca y su esposa, jubilados y quienes vivían en la Colonia Álamos, tiene otras prioridades.

Esta semana, con ayuda de una grúa del Gobierno de la Ciudad de México, Jorge y sus vecinos intentaron rescatar algo de lo poco que les dejó el temblor.

“Perdimos todo, se perdió todo, porque todo se cayó, se destruyó todo», dice con la voz entrecortada, mientras hace una pausa en la carrera que implica recoger lo que poco a poco va bajando de la plataforma de la grúa: un colchón, un cajón, una silla, una cobija, un retrato.

Sus objetos de valor los junta en una camioneta que consiguió prestada.

Lo poco que rescató, explica, lo guardará en Morelos, donde un amigo le prestó un cuarto.

«Para nosotros el Buen Fin está vedado. Ahora mismo quisiera tener otra vez mi techo, mi casa donde dormir. Si construir este patrimonio me llevó 32 años con las fuerzas de cuando yo era joven, ahora siento que me va a costar el triple de esfuerzo», dice el afectado.

Manuel Hernández, a sus 32 años, casado y con una hija pequeña, siente que no puede rendirse, pues, de su departamento, en la Colonia Del Valle, apenas pudo rescatar algunas cosas prioritarias.

«El edificio quedó inhabitable, después del sismo ya nadie pudo sacar cosas, todo se quedó ahí: ropa, muebles. No podemos sacar nada hasta que apuntalen el edificio. Ya encontré otro departamento y ahora lo que necesito es muebles, porque no tengo nada prácticamente», cuenta.

Con la ventaja de tener tarjetas de crédito, se animó a recorrer las tiendas este fin de semana.

«Estoy viendo a ver qué me conviene de los descuentos, sobre todo en muebles, y espero que haya muchos meses sin intereses porque ha sido un gasto impresionante. Ha sido prácticamente empezar desde cero», dice Manuel Hernández.

Además está consciente que recuperar todos sus muebles y ropa no será una tarea de un solo fin de semana.

«Creo que me va a llevar al menos tres años», dice .