Ahora, hasta Televisa ha difundido en sus noticieros los efectos de la intoxicación de aguas que provocó la minera de uno de los hombres más ricos de México.
Por Jenaro Villamil | Homozapping
Regeneración, 21 de agosto 2014.-En plena campaña de promoción de la reforma energética, los medios masivos e impresos se han concentrado en el nuevo escándalo del ecocidio provocado por el Grupo México, de Germán Larrea, que provocó un derrame de 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre de la mina Buena Vista del Cobre y que ha creado la peor crisis ecológica en Sonora.
El escándalo, minimizado por Grupo México, ha ido creciendo. Ahora ya no está sólo ante la obligación de pagar una multa de 40 millones de pesos que le impuso la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) sino en riesgo de perder su propia concesión, tal como solicitaron todos los partidos políticos en la Comisión Permanente del pasado miércoles.
La petición fue abiertamente impulsada por el ex gobernador de Sonora y actual coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, así como los legisladores del PAN y del PRD que subieron a tribuna para demandarle también a la Secretaría de Economía que tome medidas más duras contra la empresa.
Grupo México tiene un historial muy largo de impunidad en sus abusos y accidentes. Quién puede olvidar el desastre de la mina de carbón en Pasta de Conchos, Coahuila, el 19 de febrero de 2006, que dejó a 65 mineros atrapados, en medio de la indolencia de Germán Larrea.
En 2009, la subsidiaria Asarco de Grupo México, tuvo que pagar una multa multimillonaria en Estados Unidos por un derrame tóxico que inició en El Paso, Texas y afectó a 19 entidades del país vecino.
Ahora, hasta Televisa ha difundido en sus noticieros los efectos de la intoxicación de aguas que provocó la minera de uno de los hombres más ricos de México.
Este caso también ha visibilizado otro que se conoció apenas hace dos días. El derrame de crudo de la toma clandestina en el oleoducto Madero-Cadereyta que contaminó varios kilómetros del Río San Juan, en Nuevo León, según denunció el propio alcalde Emeterio Arizpe Téllez.
Pemex, la empresa responsable, ha contratado a una empresa outsourcing para hacer las labores de “limpieza”, pero se considera que el desastre ecológico puede ser mucho mayor al que hasta ahora se conoce.
Grupo México y Pemex son tan sólo algunos ejemplos de lo que una reforma energética que minimizó el asunto ambiental, que no promovió sanciones a empresas contaminantes y privilegió el contratismo privado para “aprovechar nuestra riqueza” puede provocar en todo el país.
Están los casos pendientes de los yaquis en Sonora y también de grupos ambientalistas en Baja California Sur que se opusieron a la autorización de Sermernat para abrir una mina de oro en un área natural protegida. Se trata de beneficiar ahí a una empresa filial de Grupo Salinas, del propietario de TV Azteca.