La figura de AMLO, bajo la formación y la visión del cambio social, su ruta partidista de la izquierda, supieron resistir las coyunturas electorales.
Por: Javier Lozano*
Regeneración, 7 de junio del 2019. AMLO. La ruptura del antiguo régimen que tuvo dominio bajo las siglas del PRI, abrazo el poder por más de 70 años ininterrumpidos, así como un sexenio bajo la administración de Enrique Peña Nieto.
Este quizá, la más lastimosa, podrida y desastrosa de los últimos años, por los diversos actos de corrupción a gran escala; contratos y concesiones a grupos y empresas que colaboraron explícitamente en la campaña del mexiquense
La visión que proyecto el PRI, recobra la remembranza del producto de la simulación demagoga que configura el poder presidencial, en la orfandad y el rechazo de grandes segmentos de la sociedad quienes llegaron al límite del cansancio generalizado.
De aquella aplanadora omnipotente e inmune, solo quedan migajas; pedazos que no han podido recomponer: porque genética y patológicamente es un instituto estigmatizado por el descompuesto proyecto de gobierno que cimentaron durante décadas; sus reformas neoliberales, y la podredumbre de las instituciones donde se enraizó la demagogia, el burocratismo y el lastre de la corrupción.
Si, de esto deviene el cambio; las practicas que ha experimentado la sociedad, llevaron a la transformación del paradigma político. La transición que vivió nuestro país, es producto de la feroz lucha social, política, popular, sindical y campesina; es el triunfo de los segmentos que no fueron cobijados por la esfera del conservadurismo, que edificaron el discurso inflado y demagogo del presidencialismo antiguo y superfluo.
La tenacidad incansable, y el liderazgo de López Obrador fortalecieron la capacidad irrestricta de alcanzar el objetivo de llegar a la presidencia de la República; los tiempos y las condiciones políticas avizoraban que el triunfo de la izquierda era inminente ante la inmadurez democrática, que ha producido efectos irreparables, así como el esquema rutinario de hacer política bajo el menosprecio de los sectores amplios de la sociedad: donde naturalmente hubo una desigualdad social, y obviamente, por las conductas antisociales que se han arraigado en las instituciones gubernamentales.
LA FIGURA DE AMLO
La figura de AMLO, bajo la formación y la visión del cambio social, su ruta partidista de la izquierda, supieron resistir las coyunturas electorales; alcanzar las metas y los objetivos, a través de la constante tenacidad progresista, que es canalizada en la mayoría de la sociedad del país, quien ha batallado por la inestabilidad social, política y económica.
El emblema de la izquierda en sin duda Andrés Manuel López Obrador; por eso, es necesario reconsiderar que la injerencia que ha tenido en el escenario político, ha sido crucial, para que el cambio provocara el lanzamiento de un nuevo proyecto social denominado: la cuarta transformación.
El paso del nuevo cambio, debe imponer una verdadera democracia; abandonar los prejuicios que convierten al sistema en una herramienta poderosa que plasma la intransigencia de sus gobernantes.
Demos paso a esta transición, porque ha sido el compromiso de convertir el mapa político y social en una transformación; la responsabilidad por dar un giro al podrido sistema que contribuyo a la polarización y la instalación de una dirección amorfa que contamino a gran parte del país.
La versión de este nuevo gobierno de izquierda, ha despertado la esperanza de las multitudes; donde la inclusión de la sociedad, juegan un papel fundamental; empero, que esa responsabilidad crezca con trasparencia, y con apego a los principios y valores, pero también a los derechos universales ineludibles que tenemos.
Creo que en este caso, se están sentando las bases de una estructura ideológica; esa es la izquierda, como la columna vertebral, y el corazón de las bases sociales y populares, pero también, de un programa social, económico y educativo integral.
La perseverancia de AMLO, no le hizo renunciar a sus principios; ahora, el entusiasmo es mayúsculo; la visión que nutre este gobierno: es afrontar el desafío de deshacer la desigualdad social; abatir el rezago educativo y recurrir a la inserción laboral a través de las oportunidades.
México esta experimentando un cambio que enfrentan el enorme reto de la legitimidad del mandatario; pero la tarea más compleja: es recomponer la descomposición que ha predominado por la influencia de la esfera del poder, que se configuro por la simulación de la democracia.
MORENA ha sido una revelación bajo el liderazgo de AMLO; el efecto y arrastre se ha diversificado en el crecimiento de gubernaturas, distritos y senadurías; todo esto se asocia al perfil de López Obrador, y a su lucha por más de 30 años.
Este
gobierno se instaló en el poder gracias al éxito que fue torneando la cercanía de la sociedad; la
memoria
de las
lucha
de
nuestros
pueblos contribuir al cambio social, produjo que la
ideología que maduro a través de los movimientos sociales, campesinos, estudiantiles y sindicales.
La participación de grandes segmentos las pasadas elecciones decidieron que el camino fuese por la izquierda.
Este nuevo acontecimiento, debe dejar de lado el patetismo y la ambigüedad; ahora, es momento de cerrar filas: especialmente porque México es un país que ha tenido diversos componentes como consecuencia de los poderes que se inclinaban por las clases potentadas.
Aquí considero, debemos dejar del lado las siglas partidistas, y perfilar las condiciones para que la transformación que abandero AMLO, pueda penetrar en lo colectivo. Erradicar la incomprensión, que se ha extendido, y tomar conciencia de la nueva oportunidad de los nuevos cuadros a través de
la
organización
política.
Por eso, debe predominar una nueva cultura democrática, con una dirección que refleje la participación incluyente y no excluyente que vivimos durante años, para dar paso a una sociedad alternativa.
*Profesor de Nivel Superior desde hace 9 años. Originario de Morelia, Michoacán. Colaborador del seminario Presencia de Michoacan y los portales electrónicos Changonga.com y Metapolítica.
“Es parte de un programa de seguridad y de acuerdo a la Constitución y a las leyes la Guardia puede ayudar y coadyuvar en la frontera”: AMLO
https://t.co/pCFRstiJIc vía @RegeneracionMx
— Regeneración (@RegeneracionMx) 7 de junio de 2019