Empleados de Pemex facilitan robo de combustible

Pemex usa el mismo sistema que una empresa privada que no tiene ninguna toma clandestina en sus ductos, pero, en el caso de la paraestatal, parece que la información termina en manos de huachicoleros.  

Regeneración, 9 de agosto de 2017.- A pesar de que Pemex utiliza un sistema que le permite identificar la más mínima variación de presión en sus ductos, sólo de enero a junio de este año, acumuló 5 mil 75 tomas clandestinas con su respectiva ordeña.

La paraestatal usa el mismo sistema que Fermaca, una empresa privada mexicana que tiene 14 años sin ninguna toma clandestina en sus ductos, pues gracias al Sistema de Control y Adquisición de Datos (Scada), identifica los cambios de presión y actúa en consecuencia.

En el caso de Pemex, parece que la información del sistema termina en manos de huachicoleros, que sí lo aprovechan, para ordeñar. Y es que, pese a tener también Scada, Pemex no cierra el flujo de combustible cuando ocurre una toma clandestina.

Fermaca no tiene fugas ni paros operativos, aseguró Jorge Montejo, director de Operaciones y Control de Gas de la firma.

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«(El Scada) debe darte toda la información, a menos de que tú no la quieras ver», dijo.

Sin embargo, Pemex señaló ante la Auditoría Superior de la Federación que el Scada no contribuyó el año pasado a operar con mayor eficiencia y confiabilidad los 47 sistemas de transporte de ductos de hidrocarburos.

Además, admitió que probablemente algunos de sus trabajadores y autoridades de los tres órdenes de Gobierno participan en el mercado ilícito de combustibles.

Así, el Scada parece que se ha convertido en una potencial herramienta para los ordeñadores porque informa en qué momento el ducto no está transportando combustible, por lo que es posible realizar la toma clandestina.

El Scada no es una herramienta efectiva para combatir este delito, dijo Ignacio Aguilar, director general de Pemex Logística, pues señaló que el monitoreo en tiempo real sólo les permite identificar cambios de presión, pero, para identificar la ubicación exacta de la toma clandestina, ellos utilizan otros cálculos a lo largo de los 30 mil kilómetros de ductos que tienen.

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«Puedes aprovechar la información del Scada para analizar y detectar estas bajas de presión, pero no es el objetivo del Scada atender los mercados ilícitos».

Cabe mencionar que, en 2015, Pemex informó a la Comisión Nacional Bancaria que invertiría en el sistema diseñado para detectar cualquier descenso de presión en los ductos, a fin de identificar y prevenir tomas clandestinas, no obstante, la ordeña de ductos sigue creciendo.

Por otra parte, para Fermaca, el sistema Scada son los ojos para ver sus gasoductos, y desde ahí tienen la posibilidad de realizar el cierre de válvulas en menos de un segundo.

 

 

Con información de Reforma