Los empleados de la tienda han señalado como culpable a una mujer que ocasionó el alboroto, además aseguran que llamó a sus conocidos.
Regeneración, 22 de noviembre de 2017.-En varios medios de comunicación se dio a conocer que la tienda Soriana Tecnológico, en Chihuahua fue víctima de abuso por parte de los consumidores tras exigir que se les respetara el precio de unos televisores durante las ofertas del Buen Fin, tras lo sucedido, empleados de dicho establecimiento compartieron en redes sociales una carta en la que describen lo que vivieron tras la rapiña.
La tienda Soriana fue obligada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a vender en 10.99 pesos unas pantallas Smart TV de Samsung tras cometer un error al etiquetarlas y luego de que personal y clientes protagonizaran peleas por dicho producto.
“Nos gustaría que la comunidad se entere de toda la frustración que pasamos ese día los empleados de Soriana, que se enteren de la verdad sobre ese horrible día y no se trata de defender a la empresa, sino más bien a los colaboradores, porque nadie se imagina lo que se tiene que trabajar semanas antes para lograr hacer un buen fin, las horas extras que hay que poner para lograrlo, que ahí dejamos a nuestras familias sin atender por tener la camiseta bien puesta y lograr el objetivo”, dice el inicio de la carta que ya circula en Internet y que ha conmovido a algunos usuarios.
Los empleados señalan como culpable a una mujer quien fue la que ocasionó el alboroto en la tienda. Aseguran que ella llamó a sus conocidos para que fueran a saquear el establecimiento y tomar las cosas que por error estaban marcadas con el precio erróneo en un aéreo, pero que en la parte de abajo de la isla tenían el precio correcto y en la entrada de la tienda también.
“A esa mujer no le importó el daño que nos causaba la impotencia que sentíamos porque solo veíamos que todo nuestro esfuerzo se venía abajo, como la gente inconsciente no pensaba en nosotros, sólo tomaban artículos al por mayor como si se regalaran y no solo eso, después de que PROFECO llegó a checar el supuesto “error”, se les avisaba que la tienda estaba clausurada, que dejarán los artículos porque no habría venta”, señala otra parte del texto, que difunde Excélsior.
Los empleados describen que los clientes furiosos no se dieron por vencidos pese a las aclaraciones de la Profeco y decidieron que permanecerían en la tienda hasta que se les respetaran los precios, pero en lo que transcurría el tiempo entraban a la tienda a robarse los pollos de la cocina, pan, jamón, refrescos y frituras, señala la carta de los empleados de Soriana.
“Esa impotencia que sentíamos de no poder hacer ni decirles nada, porque al final de cuenta ellos son los supuestos clientes y ya entrada la noche, empezaron a agarras cobijas, a bajar colchones, a golpear a mis compañeros cuando intentaron impedirlo y no solo eso en la madrugada se juntaron todos a hacerle bola al abogado de la empresa para exigir que se les regalara las pantallas, que a ellos no les importaba morirse aquí, con tal de irse con el objeto, y el maltrato, la humillación que cada instante recibíamos de parte de esa gente vulgar, mientras nosotros nos reuníamos a rezar para que la pesadilla se acabará, estábamos muy cansados de tanta impotencia y cuando al fin lograron su cometido salían de la tienda muy victoriosos burlándose de nosotros en la cara porque gritaban: el pueblo unido jamás será vencido”.
Además relatan que la pesadilla continúo, al otro día tuvieron que recoger los destrozos que los clientes ocasionaron. El miedo y la tristeza los invadió por no haber dormido la noche anterior.
Los trabajadores de Soriana hacen pública su confesión exigiendo justicia, ya que no se vale lo que hizo la gente en la tienda y que no reciban una sanción por los daños ocasionados.