En el romanticismo, el «Nigromante” simboliza el espíritu mexicano de rebeldía

 

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Ignacio Ramírez (1818-1879)

Mejor conocido como el ‘Nigromante‘, colaboró en el periódico «Don Simplicio» y años más tarde fundó «El Clamor Progresista», un espacio para discutir sobre temas de la política actual. Por su tendencia a las ideas revolucionarias, tuvo muchos enemigos en su tierra; pese a ello no consiguieron callarlo y participó en innumerables reuniones aportando sus dotes en la política para generar consciencia y promover el debate como único camino para alcanzar algún logro como pueblo. Cabe mencionar, que fue una de las figuras más emblemáticas del movimiento liberal y en varias ocasiones debió exiliarse para evitar que lo asesinaran.

Entre algunas de sus obras, que lo han ubicado entre los más prestigiosos autores en prosa del siglo XIX, se encuentran «La lluvia de azogue», «Lecciones de literatura» y «Observaciones de meteorología marina». También escribió más de un centenar de sonetos y poemas, entre ellos «Al amor» y «Por los gregorianos muertos».

Al amor
¿Por qué, Amor, cuando expiro desarmado,
de mí te burlas? Llévate esa hermosa
doncella tan ardiente y tan graciosa
que por mi oscuro asilo has asomado.

En tiempo más feliz, yo supe osado
extender mi palabra artificiosa
como una red, y en ella, temblorosa,
más de una de tus aves he cazado.

Hoy de mí mis rivales hacen juego,
cobardes atacándome en gavilla,
y libre yo mi presa al aire entrego.

Al inerme león el asno humilla…
Vuélveme, Amor, mi juventud, y luego
tú mismo a mi rivales acaudilla.