Los dueños de la red son los mismos habitantes, las llamadas y mensajes de texto entre pueblos son gratuitas y cada llamada al resto del país cuesta sólo 85 centavos el minuto.
Regeneración, 16 de julio de 2017.- Sin éxito, durante casi 10 años, habitantes de la sierra norte de Oaxaca solicitaron que las principales compañías de telefonía móvil dotaran de cobertura a sus comunidades. La respuesta siempre fue la misma: “no es rentable”.
Los habitantes nunca se dieron por vencidos y hoy, cuentan con un modelo de conexión telefónica propio llamado Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias A.C.
La radio comunitaria fue por años la forma más común para que los pobladores de comunidades de la Sierra Norte de Oaxaca se informaran de los hechos de la región, pero tenían la necesidad de un método más rápido, donde pudieran retroalimentarse.
Finalmente, en 2009, el estadounidense Peter Bloom —creador de Rhizomatica, organización que promueve nuevas tecnologías de comunicación— arribó a la zona y así, los pobladores de comunidades alejadas encontraron la forma de solucionar sus necesidades de comunicación.
Ahí, los dueños de la red son los mismos habitantes, por ello el costo del servicio es solo para volverlo autofinanciable. Las llamadas y mensajes de texto entre pueblos son gratuitas y cada llamada al resto del país cuesta sólo 85 centavos el minuto.
Keyla Mesulemeth, una locutora de radio, que vive en Talea de Castro, la primera comunidad que logró tener este servicio, dice que “Ahora podemos llamar por una emergencia. Si un familiar se va a trabajar o a estudiar al centro (de Oaxaca) nos llamamos sin ningún costo”.
La locutora ha sido testigo de cómo se pusieron de acuerdo las autoridades locales y los habitantes para poner en marcha la red. Varios habitantes incluso pidieron préstamos y se cooperaron para pagar el costo de los primeros aparatos que prestaban el servicio a la región.
Luego de su éxito en las comunidades de la Sierra Norte de Oaxaca, la red se ha extendido a pueblos en la sierra Juárez, mixe y mixteca.
Por ello, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), les ha reconocido y les otorgó la primera concesión de uso social indígena para prestar servicios de telecomunicaciones.
“Ellos nos dicen ‘si ustedes creen que lo pueden hacer, pues adelante´, se nos dio la concesión por dos años y era importante demostrar que el proyecto funcionaba y lo hizo”, dijo Keyla.
Además del reconocimiento del IFT, los pobladores también fueron reconocidos con el Premio Nacional “Innovación Tecnológica para la Inclusión Social” (Innovatis).
Aunque su concesión los limita a ofrecer este servicio en lugares donde no se aplique la cobertura comercial de otras empresas, para ellos es suficiente y una gran victoria.
Con información de Animal Político