En los últimos 50 años, la fauna silvestre en América Latina ha disminuido 94%

La deforestación y la expansión agrícola son claves para explicar la desaparición del 68% de los vertebrados entre 1970 y 2016

Regeneración, 10 de septiembre, 2020. En menos de 50 años en el mundo se han perdido más de dos tercios de especies de vertebrados, tan solo en América Central y del Sur se ha registrado un desplome del 94%.

De acuerdo a un informe presentado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la actividad humana que genera  la sociedad de consumo degradó tres cuartas partes de las tierras y 40% de los océanos.

La deforestación y la expansión agrícola son claves para explicar la desaparición del 68% de los vertebrados entre 1970 y 2016.

Cada dos años, el WWF Internacional y la Zoological Society de Londres elaboran un reporte y en esta ocasión se alertó sobre el riesgo de futuras pandemias, pues mientras el hombre extiende su presencia en la naturaleza, aumenta el contacto con animales salvajes.

«Durante 30 años, hemos estado siguiendo esta caída (de la biodiversidad), que se acelera. Seguimos yendo en la dirección equivocada”, señaló Marco Lambertini, director general de WWF.

La pérdida de la biodiversidad esta relacionada con la modificación de las tierras, es decir, cuando la industria convierte los bosques en granjas o explotaciones agrícolas y destruye el hábitat de los animales.

En los océanos, el 75% de las reservas de peces están sobreexplotadas pues tres cuartas partes de los recursos de agua dulce se dedican a producir alimentos.

En las zonas tropicales de América Central y Sur se registra una pérdida de especies como anfibios, reptiles, peces debido a la sobreexplotación y el desarrollo de la energía hidroeléctrica.

El último reporte fue publicado a la par con un estudio realizado por más de 40 instituciones académicas y ONG.

Dicho documento fue publicado en la revista Natura y sostiene que reducir el derroche alimentario y favorecer una dieta más sana podría favorecer al medio ambiente.

«Todavía tenemos el deber moral de coexistir con la vida en el planeta, pero ahora también se tienen en cuenta los impactos en nuestra sociedad, nuestra economía y desde luego, nuestra salud», puntualizó Marco Lambertin.