Aunque Guerrero es uno de los estados más inseguros, el gobernador prefiere que policías lo cuiden a él, su familia, políticos élite de su gobierno y hasta empresarios, que ponerlos al servicio del estado.
Regeneración, 10 de septiembre de 2017.- El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, su familia, gabinete y otros funcionarios públicos acaparan parte del aparato de seguridad del estado para su propia seguridad, usándolos de escoltas, mientras la entidad pasa una ola de violencia que parece no tener fin.
De acuerdo con un informe de la Fscalía de Guerrero, al menos el 10 por ciento de la policía Ministerial del estado y la policía Estatal, están asignados a tareas de custodia de, pues tan sólo 10 policías estatales están asignados al cuidado de la residencia oficial, mientras otra patrulla vigila las 24 horas el domicilio particular del gobernador; además, por lo menos 10 guardaespaldas lo siguen y protegen.
Aunque Astudillo dijo que reduciría su equipo de seguridad como parte de la política de seguridad, actualmente se siguen gastando, sólo en la seguridad del mandatario 84 mil pesos mensuales.
Según el reporte de los mil 393 elementos de la Policía Ministerial, 228 en lugar de realizar sus tareas de investigación, son protectores y de los 3mil 937 elementos de la policía estatal, 300 son guardias de seguridad de los familiares y funcionarios, además de los alcaldes y hasta el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Pero además, los empresarios Pioquito Damián Huato y Víctor Ortega –este último actual dirigente en la región centro de Guerrero de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco)– tienen a policías estatales como escoltas.
Y Bruno Plácido Valerio, dirigente de la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones de Guerrero, tiene a su servicio una patrulla con cuatro policías estatales y una camioneta blindada.
Vía Reforma