En las clínicas de salud de las localidades del Municipio de Heliodoro Castillo, colindante con Chilpancingo, las puertas están cerradas desde hace más de un año.
Regeneración, 15 de octubre de 2017.- La creciente ola de violencia, ha generado que escuelas, clínicas de salud y hasta rutas de transporte cierren en Heliodoro Castillo, Chilpancingo, Leonardo Bravo y Eduardo Neri en Guerrero.
Esta región es disputada por grupos delictivos y, de acuerdo con informes de la PGR, una parte de los pobladores de esta zona se dedica a la siembra de estupefacientes.
Jorge Sotomayor Landeta, secretario técnico de la Secretaría de Educación en Guerrero, indicó que al menos 15 escuelas de educación básica ubicadas en comunidades de la Sierra están cerradas por la violencia e inseguridad, hecho que ha dejado sin clases a alrededor de 400 niños.
En Filo Caballos, municipio de Leonardo Bravo, apenas el pasado fin de semana, el personal médico del Hospital Básico Comunitario volvió a sus labores después de que había cerrado por hechos delictivos.
Pero, en las clínicas de salud de las localidades de Villa Xóchitl, Los Hoyos, Huerta Vieja, Las Margaritas y Los Mangos, en el Municipio de Heliodoro Castillo, colindante con Chilpancingo, las puertas siguen cerradas desde hace más de un año.
Los médicos están negados a trabajar en la sierra de Guerrero a causa de la violencia, asegura Beatriz Vélez, diputada federal y dirigente de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud.
De acuerdo con el médico Hilario Zúñiga Escamilla, de la dirigencia del Frente Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Salud, la mayoría de las 20 clínicas de salud y el Hospital Básico Comunitario abren sólo cuando el ambiente está tranquilo.
Con información de Reforma