Pese a que es su obligación, el Estado relegó las responsabilidades de almacenamiento de reservas energéticas a empresas privadas que además, sólo hay reservas para dos días.
Regeneración 08 de marzo del 2016.- La creación de almacenamientos de petrolíferos e hidrocarburos en México se le dejó a la industria privada en la reforma energética, sin embargo, en otras naciones, por ser un tema de seguridad nacional es el Estado el que controla una reserva de inventarios estratégicos que en este país no existe.
En Estados Unidos, por ejemplo, existe el Energy Policy and Conservation Act para la creación de Reservas Estratégicas de Petróleo que regulan que el estado deberá contar con al menos 90 días de productos.
Además, en el país vecino, se tiene la llamada “capacidad de emergencia” que en total son 2 millones de barriles de petrolíferos para abastecer a las casas y comercios en caso justamente de una situación de esa índole, según información de la Agencia Internacional de Energía.
En México esa situación es vista de una manera distinta, Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Petrolera (AMIPE), dijo que en el país nunca se ha visto como un tema de seguridad nacional.
“Es un recurso finito, entonces en cuanto a nuestras políticas sí lo debemos de pensar en el futuro cercano como un asunto de seguridad nacional.
“México nunca lo ha visto así, por eso hoy no tenemos un almacenamiento suficiente que nos permita estar tranquilos un tiempo suficiente en lo que se consiguen más hidrocarburos”, dijo Legorreta.
María Ortiz, directora del despacho Legal Energy, afirmó que sí existe una política pública de almacenamiento en México, pero versa en dar facilidades para que privados puedan construir terminales y no en que el Estado, a través de la Secretaría de Energía, por ejemplo, controle un inventario estratégico.
“Básicamente le están dejando todo a los privados”, declaró.
Alejandra León, analista de IHS Cera, agregó que esto se hace a través de mecanismos que permiten que un interesado tenga las facilidades para construir terminales o en su caso utilizar las de Pemex.
Sin embargo, un punto importante, por el que habrá que inclinarse hacia la infraestructura privada es que la confiabilidad de las instalaciones de Pemex no se conoce, toda vez que ha sido monopólica por más de siete décadas.
“En el momento que alguien quiera entrar en la parte de importación de combustible tiene mucho más sentido que empiecen a construir infraestructura de transporte y de almacenamiento, porque no sabemos a ciencia cierta la confiabilidad de la infraestructura de Pemex, además del robo de combustibles en ductos”, indicó la especialista.
La situación también es delicada para el senador por Campeche e integrante de la Comisión de Energía, Jorge Lavalle, pues en México sólo hay 48 horas de almacenamiento e incluso menos, según la región.
“Sí es una situación muy delicada, con las TARs (Terminales de Almacenamiento y Reparto) que tenemos disponibles la rotación o la capacidad de inventarios que tenemos de hecho es menor a las 48 horas, anda por debajo de las 40 horas”, indicó el legislador.
El riesgo de desabasto está siempre presente, explicó Legorreta.
“Es decir que en México, si no reciben cargamento en 48 horas, automáticamente hay un desabasto en cualquier parte de la República, por ejemplo, la terminal de Progreso tiene 48 horas y es la que se encarga de suministrar toda la península de Yucatán”.
Por si fuera poco, los tanques de almacenamiento de Pemex sólo guardan gasolinas equivalente a dos días de suministro a nivel, lo que, de acuerdo con especialistas, crea un riesgo para la seguridad nacional en vista de que importamos poco más del 50 por ciento del combustible que se consume en el país.
Esto contrasta con lo que sucede en países desarrollados. Por ejemplo en Estados Unidos se deben tener por ley hasta 90 días de abasto; Francia 98.6 días, o Japón 70 días.
El desarrollo de inventarios estratégicos de combustible fue una de las omisiones de la reforma energética, y ahora ha quedado a voluntad discrecional de la Comisión Reguladora de Energía, fijar las reglas para desarrollarla, lo que hasta ahora no se ha hecho.
Vía El Financiero