En un aniversario más, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris lideraron ceremonias en Alaska y el Memorial del 11 de septiembre.
RegeneraciónMX, 11 de septiembre de 2023.- Otro año más y este lunes, en los Estados Unidos se recordó el 22º aniversario de los trágicos ataques del 11 de septiembre de 2001, un día que quedó grabado en la memoria de la nación.
El presidente Joe Biden, que se encontraba de viaje oficial en Alaska, y la vicepresidenta Kamala Harris, lideraron las ceremonias conmemorativas en lugares significativos en honor a las víctimas de aquel día.
Biden, quien estaba en plena conclusión de un viaje de cinco días a la India y Vietnam, pronunció un discurso en una ceremonia solemne en Anchorage, Alaska. Esta elección de ubicación para el acto, en lugar de Washington o Nueva York, marcó un cambio inusual con respecto a la tradición presidencial.
En el Memorial del 11-S, ubicado en el sitio donde se encontraban las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, la vicepresidenta Kamala Harris, junto con su esposo Douglas Emhoff y otros funcionarios, se unieron a las familias de las víctimas de los aviones secuestrados y a aquellos que perdieron la vida en el trágico evento. El memorial, que ocupa las huellas de los edificios derribados, se ha convertido en un lugar de reflexión y homenaje a las vidas perdidas aquel día fatídico.
Al otro lado del río Potomac, en Washington, D.C., las autoridades del Pentágono llevaron a cabo el tradicional acto conmemorativo en el cuartel general del ejército estadounidense. Este lugar tiene un significado especial, ya que uno de los aviones secuestrados el 11 de septiembre se estrelló contra el Pentágono, cobrando muchas vidas.
Los ataques del 11 de septiembre de 2001 dejaron un profundo impacto en los Estados Unidos y en todo el mundo. Más de 3,000 personas perdieron la vida en esos terribles sucesos, convirtiéndose en el peor atentado en suelo estadounidense desde el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, en el que murieron 2,400 personas.
Como respuesta a los ataques, el entonces presidente George W. Bush lanzó una «guerra global contra el terrorismo», que incluyó una operación militar en Afganistán para buscar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. Bin Laden logró evadir la captura durante una década, hasta que finalmente fue abatido en una operación estadounidense en su complejo de Pakistán en 2011, bajo la orden del entonces presidente Barack Obama.