En el curso de los últimos meses, Estados Unidos y Bretaña han estado jugando un juego de cooperación diplomática y económica con el presidente chino Xi Jinping.
De acuerdo a analistas de EU la relación entre el ejército de China y EU ha mejorado. Varios ejercicios militares entre China y EU se han llevado a cabo y han fortalecido los lazos diplomáticos entre las dos naciones, a pesar de roces como la ocasión en que EU envió un barco de guerra clase Arleigh Burke a 12 millas náuticas de islas de China.
La cooperación entre EU y China en el aspecto militar inevitablemente tiene influencia en la relación estratégica entre Rusia y China.
¿Está Washington, entonces, tratando de reconstruir sus relaciones estratégicas con China con miras a debilitar y asilar a Rusia?
La respuesta podría yacer en el reciente derribo del avión Ruso por parte de Turquía.
Michel Chossudovsky, un profesor emérito de economía de la Universidad de Ottawa afirma en su artículo para el sitio Global Research que el derribo de un avión ruso que sobrevolaba Siria fue ejecutado por Turquía en consulta con Washington y Bruselas.
El derribo de ese avión pudo haber sido una venganza contra Rusia por bombardear locaciones del Estado Islámico que Estados Unidos financia en Siria.
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China es el principal aliado militar de Rusia. La pregunta es ¿cómo responderá China a un acto de agresión militar de parte de un miembro de la OTAN contra la Federación Rusa?