Estrés oxidativo cerebral y neurodegeneración, razones poderosas para no fumar, reafirma estudio de investigadora de UVM
Ciudad de México, 31 de mayo de 2018. Cigarros de tabaco y electrónicos son una de las maneras más efectivas de inhalar cantidades significativas de material particulado que provoca estrés oxidativo cerebral y neurodegeneración, advierte la Doctora Lilian Calderón Garcidueñas, Investigadora de la Universidad del Valle de México y de la Universidad de Montana, además, aseveró que el tabaquismo incrementa el riesgo de desarrollar Alzheimer.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud -que este 31 de mayo celebra el Día mundial sin tabaco-, el tabaquismo causa cada año más de 7 millones de defunciones, de las cuales 900 mil corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno.
Calderón Garcidueñas expone en su artículo Tabaquismo y estrés oxidativo cerebral y contaminación del aire: una ecuación terrible con la materia particulada involucrada y una razón más poderosa para no fumar ¡Cualquier cosa!, publicado en la revista internacional multidisciplinaria Journal of Alzheimer’s Disease, que la asociación entre fumar y los efectos negativos cerebrales no son simples, los factores genéticos y ambientales son críticos en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Las partículas de tamaño nanométrico ocasionadas por contaminación ambiental están presentes en las células cerebrales del área prefrontal. “¿Importa el tamaño? ¡Sí! Cuanto más pequeña sea la partícula, mayor es la capacidad de producir especies reactivas de oxígeno y acceder fácilmente al sistema nervioso central”, explica.
Calderón, quien ha realizado investigaciones desde hace más de 15 años, menciona que el estrés oxidativo está asociado con las emisiones de cigarrillos y sus efectos sinérgicos con las exposiciones a la contaminación del aire, además lo convierte en un mecanismo potencial que promueve la patología de Alzheimer, que aunado a un factor genético incrementa el riesgo de este padecimiento.
Agrega que el daño es aún mayor para un fumador que vive en un ambiente contaminado. Como consecuencia, un fumador tiene un metabolismo de glucosa más bajo, déficit de memoria y de atención, y lento aprendizaje comparado con un individuo que nunca ha fumado.
Reafirma que es imperativo comprender el impacto de las exposiciones diarias a estas partículas y las consecuencias dañinas a largo plazo para la salud del cerebro. Cada día, añade, se exponen millones de niños, adolescentes y adultos jóvenes a altas concentraciones de material particulado en el rango ultra fino, tanto voluntaria e involuntariamente, por lo tanto, el vínculo entre material particulado, estrés oxidativo y neurodegeneración es crítico y de importancia urgente para salud pública. De modo que, es una razón poderosa para no fumar.