El crimen de Ayotzinapa es un crimen de estado cuya responsabilidad, por acción u omisión, corresponde a los tres niveles de gobierno, estudiantes de la UNAM
13 de octubre de 2014.-Estudiantes de más de 10 escuelas y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), plantel Xochimilco, convocaron a la comunidad de esa institución a realizar un paro de 48 horas a partir del martes, en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y demandar la inmediata presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de de septiembre.
En conferencia de prensa, alumnos universitarios informaron que luego de una asamblea interuniversitaria se acordó, además del paro, realizar una concentración mañana a las 16:00 horas para hacer las demandas referidas.
Las escuelas firmantes de la convocatoria al paro, en donde está también la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco, así como los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH), Azcapotzalco y Sur; las preparatorias 2 y 3, la Escuela Nacional de Trabajo Social; las facultades de Arquitectura, Ciencias, Ciencias Políticas y Sociales; las FES Aragón y Zaragoza, así como la UAM Xochimilco, convocaron a recibir en Ciudad Universitaria mañana a las 11:00 horas frente a la biblioteca central a estudiantes de la citada normal rural.
En un comunicado que leyeron, consideraron: «Que el crimen de Ayotzinapa es un crimen de estado cuya responsabilidad, por acción u omisión, corresponde a los tres niveles de gobierno y sus instituciones, integrados por los distintos partidos en el poder«.
Exigieron juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales y expresaron su solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa y el pueblo de Atenco. Exigieron la libertad de los presos políticos, así como por «el cese a la criminalización de la protesta social y de la militarización como una estrategia de estado que justifica los asesinatos extrajudiciales y las desapariciones forzadas como lo muestra el caso de Tlatlaya».
Destacaron que las jornadas de paros y las movilizaciones en general, deben servir para unificar las voces y los esfuerzos en la lucha, por lo que deben ser resultado de la discusión y acuerdo a partir de la organización en asambleas democráticas y plurales.
(El Universal)