La revista TVNotas reveló que el empresario Jorge Kahwagi fue hospitalizado porque se le había reventado el intestino. Médicos decidieron inducirlo a coma
Regeneración, 9 de abril del 2019. Luego de que se diera a conocer que el empresario y ex boxeador Jorge Kahwagi fue inducido al coma para que se le realizara una riesgosa operación, una revista de espectáculos informó las causas por las que éste requirió de intervención médica.
Según la revista TVNotas, la grave situación de salud de Kahwagi se debe a que los “excesos de alcohol, sustancias tóxicas y cirugías estéticas” le están cobrado factura.
Gracias a una entrevista realizada a una amiga cercana del empresario, el medio reveló que éste se encuentra grave de salud, además de que le practicaron una operación, pues tenía el intestino reventado:
“Le hicieron estudios y vieron que estaba muy mal, que se le había reventado el intestino. Se encontraba tan grave, que decidieron inducirlo a coma para poder operarlo. Fue una cirugía que duró horas, en la que limpiaron sus órganos y la que gracias a Dios aguantó”, menciona la amiga anónima de Jorge.
Como antecedente, la entrevistada comunicó que los problemas de salud se derivaron desde hace tiempo:
“Desde hace años Jorge vive en Tulum, porque allá tiene varios negocios de bienes raíces; hace dos meses comenzó a sentirse muy mal, se quejaba de fuertes dolores en el abdomen, fiebre y mareos, entonces se vino a la Ciudad de México para que lo atendieran”, comentó la amiga de Jorge Kahwagi.
“En ese momento le llamó a un médico de su confianza para que lo valorara. Él pensó que tenía un problema renal, porque desde 2010, cuando una bacteria de estreptococo le generó osteomielitis a Jorge, su sistema inmunológico quedó muy débil, y no volvió a ser el mismo, se enfermaba muy seguido”, agregó la joven.
TVNotas también preguntó el por qué el empresario de bienes raíces no acudió al hospital de inmediato, por lo que ésta informó que Jorge tenía miedo:
“Jorge no quería que se enteraran los medios y menos su familia, pues no deseaba que se preocuparan, pero se puso peor. Los dolores lo hacían doblarse, tenía fiebre, escalofríos, dificultad para respirar, estaba desorientado y lloraba de la desesperación, así que no le quedó de otra que avisarle a la familia. Fueron al hospital más cercano a su casa, pero como no tenía lo que él necesitaba, lo llevaron a uno más grande, de alta gama”, compartió.