Bergoglio expresa que «el calentamiento global es una de las causas de la pobreza y de las migraciones forzadas«, y ambos factores favorecen «la trata de personas, el trabajo forzado, la prostitución y el tráfico de órganos»
22 de julio del 2015.-En el marco del foro organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales del Estado Vaticano, El Papa Francisco convocó a 65 alcaldes del mundo, a discutir temas en materia de medio ambiente, cambio climático y explotación humana.
A solo un mes de publicar su encíclica sobre ecología, que vincula el cambio climático al aumento de la desigualdad, el papa tomó acción, proponiendo expresamente la temática del foro (cambio climático y las nuevas formas de esclavitud), a la secretaría de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Acorde a lo propuesto en su encíclica, Bergoglio expresa que «el calentamiento global es una de las causas de la pobreza y de las migraciones forzadas«, y ambos factores favorecen «la trata de personas, el trabajo forzado, la prostitución y el tráfico de órganos».
El foro abrió con el testimonio de las jóvenes mexicanas, Karla Jacinto y Ana Laura Pérez, quienes narraron su experiencia de esclavitud. Jacinto relató que, tras una inhumana infancia dentro de su propia familia, ya que «mis hermanos me violaban y mi madre me odiaba», se enamoró de un joven que la obligó a prostituirse durante años: «Incluso después de dejarme embarazada, tuve que prostituirme hasta los ocho meses de gestación». Ana Laura Pérez narró con detalle la forma en qué fue esclavizada en un taller de sastrería. Contando que, hasta que consiguió escapar y denunciar su situación, recibió golpes, vejaciones, falta de alimentación y hasta fue encadenada para que no se separara de su puesto de explotación.
Las narraciones conmocionaron a los más de 60 alcaldes de todo el mundo reunidos en el Vaticano para discutir sobre las formas de esclavitud moderna y el cambio climático.
- «De los 12 a los 17 años tuve 42 mil relaciones sexuales»: Karla Jacinto.
- «Soportaba el hambre, masticaba el plástico, no me daban de tomar, tenía que beber el agua con la que planchaba», «cuando decidí escapar estaba muerta en vida»: Ana Laura Pérez, obligada por cinco años a planchar por 20 horas e inclusive a dormir de pie.
Jorge Mario Bergoglio, afirmó que espera que durante la próxima cumbre de París sobre cambio climático «se logre algún acuerdo fundamental y básico» y ha llamado a los alcaldes asistentes al foro a trabajar en la «conciencia ecológica» desde «las periferias hacia el centro».
Con información de: Formato 21 y El País 210715