Una patrulla los interceptó y los policías les dispararon a quemarropa. Una de las versiones asegura que el automóvil iba en movimiento; otra, que los bajaron para dispararles.
Regeneración, 13 de diciembre de 2017.- Familiares de los hermanos Ramón, Omar y Raymundo Hernández Solano exigieron a los gobiernos estatal y federal que se castigue a los policías del mando único que la madrugada del 6 de diciembre mataron a los dos primeros e hirieron gravemente al tercero, debido a que protestaron por el robo de sus pertenencias en un retén instalado en el municipio de Zacatepec.
“Lo único que pedimos es justicia y que limpien sus nombres, porque no eran delincuentes, mucho menos narcotraficantes”, aseguró entre lagrimas Vianey, viuda de Ramón Hernández Sotelo.
Esther Hernández, hija de Omar, se quejó de que los policías estatales, a quienes les pagan para brindar seguridad a los morelenses, “sean los que maten a los ciudadanos, como les pasó a mi padre y a dos tíos, uno de ellos grave porque le dieron un disparo en el abdomen”.
Daniela, hija de Vianey y Ramón, niega que su padre y sus tíos estuvieran involucrados en tráfico de drogas, como publicaron algunos medios locales con base en versiones policiacas. “Eso eso es totalmente falso. Mi padre era de casa, un hombre trabajador, y mi tío también. Ambos trabajaban honradamente todos los días para mantener a sus familias”, dijo.
CÁMARAS CONFIRMAN QUE FUERON LOS POLICÍAS
El abogado de la familia Hernández Solano, Juan Carlos Catarino, dio a conocer que las cámaras de video de negocios cercanos confirmaron que fueron policías del mando único los que mataron a Ramón (42 años) y Omar (39), e hirieron a Raymundo (49), los tres de apellido Hernández Sotelo. Óscar Hernández, sobrino de los tres, resultó ileso. Tiene 21 años de edad.
Con estas pruebas, que obtuvo la propia familia, el pasado 8 de diciembre un juez formuló imputación a los policías Edmundo N y Gerardo N y este miércoles se realizará la audiencia de vinculación a proceso.
Las mujeres dicen sentirse más inseguras. “Desconfiamos de los policías y de los delincuentes. Ahora vamos a cuidarnos de ambos”, precisó Vianey.
“Yo quiero justicia y que limpien sus nombres, porque dijeron que fue ‘matanza de narcos’, que murieron delincuentes, cuando ellos ni arma cargaban. Eran personas honestas y trabajadoras”, dijo la viuda.Mencionó que su marido y sus dos cuñados vivían de una carnicería en el centro de Xochitepec y otro de los hermanos tiene un negocio de distribución de agua.
El pasado 6 de diciembre, en la madrugada los hermanos Ramón, Omar y Raymundo Hernández Sotelo y su sobrino Óscar fueron al rastro municipal de Zacatepec a comprar carne para venderla en la carnicería El Torito, pero se encontraron con un retén de la policía que les ordenó detenerse y bajar del automóvil en que viajaban, un Volkswagen Jetta, para una revisión.
Tras esta revisión, les dijeron que podían continuar con su camino, subieron a su vehículo y en ese momento se percataron de que les habían robado dinero y demás pertenencias, por lo que le reclamaron a los uniformados, pero éstos negaron el hurto, así que continuaron su camino.
Después de esto los interceptó una patrulla y los policías les dispararon a quemarropa. Una de las versiones asegura que el automóvil iba en movimiento; otra, que los bajaron para dispararles, aunque los familiares pidieron esperar a que se presenten los videos en la audiencia de este miércoles, así lo detalla el diario La Jornada.
De acuerdo con los primeros reportes, el ataque se cometió en la carretera Zacatepec-Jojutla, en un punto que llaman Cuatro Caminos (en las inmediaciones del segundo municipio). En el lugar se encontraron se casquillos calibre .223, que usan los policías del mando único.
Tras los hechos la policía hizo circular la versión de que los uniformados se habían enfrentado con integrantes de la delincuencia organizada en Zacatepec, pero luego se dio a conocer que los agredidos eran comerciantes.