Durante una protesta realizada frente a las oficinas del Tribunal Superior de Justicia, denunciaron que su muerte no fue un suicidio, sino un feminicidio y exigieron sea procesado bajo ese delito su novio Jorge Luis.
Regeneración, 10 julio 2017.- Esta mañana, familiares, organizaciones sociales y amigos de Lesvy Berlín Rivera Osorio denunciaron que su muerte no fue un suicidio, sino un feminicidio y exigieron sea procesado bajo ese delito su novio Jorge Luis, detenido el seis de julio, al cumplirse hoy la ampliación del tiempo solicitado por su defensa para determinar su situación jurídica.
Durante una protesta realizada frente a las oficinas del Tribunal Superior de Justicia, ubicadas en Sullivan 133, demandaron su ingreso a la audiencia, mismo que fue rechazado, por el tamaño de la sala de audiencia.
Su exigencia de castigo contra el detenido sin embargo no cesó, porque el cuerpo encontrado de la joven el pasado 3 de mayo en Ciudad Universitaria mostraba signos de violencia, por lo que no se quitó su propia vida, como determinó la procuraduría capitalina.
Dichas declaraciones están basadas en la estigmatización y culpabilización sobre Lesvy, para cubrir las omisiones e irregularidades en la investigación, carente de perspectiva de género y sin seguir ningún protocolo para investigar un feminicidio.
La coadyuvancia institucional del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio por ello no fue aceptada, y se negó durante dos meses el acceso a la información de la carpeta de investigación a la familia y la abogada, por lo que consideramos que «las declaraciones de la procuraduría son falsas y carentes de sustento», coincidieron en señalar miembros del Observatorio, Feministas con Voz de Maíz y Académicas en Acción Crítica.
Así como el Centro de Mujeres, Promujer Quintana Roo y Revista Libre Pensadoras, cuyos integrantes exigieron una investigación imparcial y se castigue al responsable del feminicidio de Lesvy; y expresaron su apoyo a la familia de la joven.
«No podemos permitir que nos sigan matando en este país. El Estado mexicano tiene que responder por la vida de todos nosotros», afirmaron los manifestantes que acordaron mantenerse a las afueras del tribunal.
Aseguraron que su muerte no fue un suicidio, fue un feminicidio y por lo tanto, debe haber un castigo e impedir que este caso quede impune.
Con información de Milenio y La Jornada