Quienes residieron durante años en la capital y vivieron el sismo del pasado 19 de septiembre, han optado por volver a sus estados y comenzar de cero.
Regeneración, 30 de septiembre de 2017.- Para muchos foráneos que radican en la Ciudad de México y los estados afectados por los recientes sismos, lo mejor es volver a su lugar de origen.
En entrevista con La Silla Rota, Clemente Ávila originario de Sonora, dijo que, aunque el terremoto no le causó ningún daño físico, prefiera volver a su tierra pues si fue afectado emocionalmente y se sintió “muy vulnerable”.
Ávila Godoy quien hace más de 30 años llegó a la capital para estudia medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se quedó a vivir en la Ciudad, pero ahora, luego del horror que se vivió en la capital, decidió volver a Sonora, donde está su familia y amigos.
Clemente fue operado de la rodilla y de una hernia hace un par de meses, ahora con 67 años apenas puede moverse con facilidad, por ello teme por su vida, dice que no puede dormir y la alerta sísmica del pasado 23 de septiembre lo hizo salir a prisa y lastimarse las heridas de sus intervenciones.
“Ahora que sonó la alerta sísmica el 23, me lastimé. Estaba dormido y brinqué de la cama. Me di una lastimada de las operaciones. Y es que después de haber conocido los daños del sismo del 19 de septiembre, dije: ahora si se me va a caer esto encima”, relató a La Silla Rota.
«A mí me acaban de intervenir quirúrgicamente hace dos meses. Con estefenómeno de la naturaleza tan impactante, me pegó muy duro porque me vi muy vulnerable. No tengo la habilidad para defenderme, ya no puedo correr como antes, yo vivo en un cuarto piso”, agregó.
Otro caso es el de Alma Roldán, quien vive con su hija y sus dos nietos en Cuautla, Morelos. Desde el sismo del 19, el temor y estrés se apoderaron de ella.
La mujer oriunda de Ciudad Obregón llegó a Morelos hace 15 años y se instaló en este estado, donde el 19 de septiembre el terremoto tuvo epicentro en Axochiapan.
Ahora, la mujer y su hija decidieron volver a Sonora, dejar todo para comenzar de nuevo, en un lugar donde se sientan más seguros.
“Es una situación de estrés, de pánico que estamos viviendo. Mi nieto se asusta si siente que tiembla. Vivo con mi hija y dos nietos. Soy la única que queda aquí en Morelos, toda mi familia está allá (en Sonora) y con el temblor nos dimos cuenta que tan vulnerables somos, aquí estamos solas”, contó.
El gobierno de Sonora ha puesto a disposición de sus coterráneos, un camión para transportar sus pertenencias a la capital del estado.
Así lo hace también el gobierno de Baja California, al cual por lo menos siete personas se acercaron para buscar apoyo y poder volver a Tijuana.
Con información de La Silla Rota