FRAUDE 2012. Autores: Paco Ignacio Taibo II, Elena Poniatowska, Héctor Díaz Polanco, Fabrizio Mejía Madrid, Héctor Vasconcelos, Sanjuana Martínez, Pedro Miguel, Jesús Ramírez Cuevas y José Alfonso Suárez del Real. (Descargar Libro en PDF)
Además del uso propagandístico de las encuetas y la información manipulada por los grandes medios de comunicación, el PRI y su candidato llevaron a cabo una ilegal transferencia de recursos que no sólo rebasó el tope establecido por la ley para los gastos de campañam sino que sirvió para consumar la más escandalosa compra de votos que se tenga memoria en nuestro país.
1.- El fraude es viejo en nuestra historia
Para impedir que llegara al poder, la mafia política de entonces utilizó contra Vasconcelos (a quien acompañaba primordialmente la juventud universitaria del momento) el caudillismo político-militar de los años 20 y la complicidad abierta de la Embajada Norteamericana; contra Almazán se emplearon medios políticos y policiaco-militares; contra Henríquez Guzmán se echó mano de todos los recursos políticos y financieros de un sistema que por aquellos días se aproximaba a su cenit; contra Cuauhtémoc Cárdenas se utilizaron, además de toda la fuerza del aparato político, la burda manipulación de los votos y los vergonzantes acuerdos postelectorales entre el PRI y el PAN; contra López Obrador se dio en 2006 la alianza grosera de los poderes fácticos, incluida la pareja presidencial en turno, con las autoridades electorales que traicionaron su vocación y desacreditaron, quizá irremediablemente, la institucionalidad democrática de México. Lo que ha variado en cada caso, radicalmente, es la forma y los medios que se han utilizado para violentar la voluntad popular. (HV)
2.- Desde febrero
Tan temprano como el 8 de febrero de 2012, cuando aún era sólo precandidato a la presidencia, López Obrador presentó diversas propuestas de medidas para contribuir a garantizar la equidad y autenticidad del sufragio ante el Consejo General del IFE. Mediante ellas, consideró, se podría evitar la compra y coacción del voto, garantizar la equidad en la competencia electoral y la adecuada fiscalización de los recursos utilizados por los partidos políticos. Resumía así los peligros que se cernían sobre el libre sufragio y sugirió puntualmente la adopción de medidas para contrarrestarlos. Sus consideraciones fueron una predicción certera de lo que terminó aconteciendo.
En resumen, AMLO requirió los siguientes puntos:
7. Adoptar diversas medidas para evitar que los programas sociales de carácter federal, así como los de los estados fueran utilizados con fines electorales. Ello debía incluir el monitoreo de los programas gubernamentales y sociales de los tres niveles de gobierno y publicar sus resultados.
8. “Solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público un informe que permita verificar si el endeudamiento público de las Entidades Federativas cumple con lo previsto” en la Constitución, “esto es, que la deuda autorizada se destine a la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento en los ingresos públicos y que no se desvíe a la compra y coacción del voto. Esta Información debe ser pública y estar disponible para los ciudadanos antes de la Jornada Electoral”.
El gasto a raudales continuó. El 5 de junio de 2012, la coalición presentó una ampliación a la queja por violación al tope de gastos, solicitando medidas cautelares para frenar las violaciones, pues se evidenció que al 2 de junio de ese año el candidato Peña Nieto ya había gastado $719’500,989.00 tan sólo en propaganda y actos de campaña cuantificables. Ya había rebasado del tope en $383’388,905.17. ¡En poco más de un mes había multiplicado por diez el rebase del tope legal!
había gastado únicamente para campaña presidencial la cantidad $1,892’987,873.00, “tan sólo en propaganda y actos de campaña cuantificables”. ¡El rebase del tope legal nada más por esos conceptos ascendía entonces a $1,556’875,788.65.00! ¿Y la autoridad electoral? Nada relevante se hizo al respecto.
A esta fabulosa suma habría que agregar otros gastos fuera de la ley, realizados para la compra encubierta de espacios en los medios de comunicación (disfrazadas de noticias, entrevistas, etc.); el pago de supuestas encuestas que daban como seguro ganador al candidato priísta, lo que incluía además el pago a los medios que difundían los resultados; el destino de enormes sumas a cuentas para respaldar la emisión de tarjetas de prepago con las que se realizaron operaciones de compra de votos, etcétera.
No disponemos de espacio para detallar cada una de estas maniobras. En el Juicio de Inconformidad de la coalición de izquierda se detallan estos gastos ilegales y sus mecanismos de operación. Pero para que se tenga una idea de las dimensiones de la operación política puesta en práctica por el priísmo, hay que recordar que el Partido Acción Nacional denunció la emisión de tarjetas Monex para financiar la estructura electoral del PRI por un monto que calculó en más de 700 millones de pesos.
electoral es monstruoso. Es lo que se ha podido acreditar.
El 12 de junio, en Toluca, en la casa oficial del gobernador del Estado de México, se reunieron 16 gobernadores del PRI con Peña Nieto y su equipo de campaña. Ahí se asignaron cuotas de votos por mandatario.
Por ejemplo Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, se comprometió a conseguir 2 millones 900 mil votos que, casualmente, fue lo que obtuvo Peña en el Estado de México.
En Huauchinango reparten dinero y tarjetas, en Jalpan despensas. En 9 de los 11 municipios de San Martín Texmelucan serán los mismos presidentes municipales del PRI los operadores del fraude. En Pahuatlán funcionarios públicos reparten machetes; cuando descubren que los están fotografiando amenazan a los incómodos testigos. En Tlacuilotepec reparten material de construcción, en Chila serán tarjetas telefónicas; en Ahuazotepec se distribuyen despensas la noche anterior a las elecciones; en San Salvador el Seco operadores priístas serán filmados durante los repartos. En Chignahuapan cambian votos para el PRI por picos y palas. En Zacatlán, Ahuacatlán, Tochimilco, Albino Zertuche, Ayotoxco de Guerrero, Cuetzalan, Amozoc, Tlachichuca, Tepeaca, Tlanepantla, Palmar del Bravo y Acajete se reparte dinero: la cifra varía de acuerdo a la pobreza, de 500 a 100 pesos. En Huehuetla se reparte a cambio del voto material de construcción en Zacapoaxtla, tarjetas; en Chiautzingo cobertores. En muchos lugares a cambio de estos materiales recogen las credenciales de elector. En la casilla 1884 en Santiago Miahuatlán el cinismo es absoluto los votos se compran a pie de urna, lo mismo sucede en San Pedro Cholula. En Tehuacán les cuesta más trabajo, la oferta a cambio del voto sube a 1,000 pesos.
Miles de fotos, videos, testimonios avalan la denuncia. ¿Cuánto vale la miseria? Depende de varios factores. Valdrá una tarjeta telefónica, un machete, 300 pesos, mil quinientos, cien pesos, quinientos, unas cubetas. Si los vendedores son rejegos, el precio aumentará, si el operador es más transa que de costumbre una parte quedará en sus bolsillos; si no valen las ofertas valdrán las amenazas.
A partir de las pruebas presentadas se calcula que en el estado de Puebla el PRI aumentó su votación con fraudes, cohechos, presiones en 156 mil votos. Si el voto en el estado de Puebla creció en un 3% respecto a las pasadas elecciones, ¿cómo se explica que en la zona rural haya crecido en un 72%? ¿Cómo intentarán los funcionarios del Tribunal explicar tal magia?
Los más pobres de Chiapas, “votaron” por el PRI a cambio de migajas.
7.- El San Luis Potosí de la sequía
Por si no fuera suficiente, el PRI organizó el llamado “Círculo Rojo”, que consistió en decirle a las mujeres que, por cada 100 credenciales de elector que consiguieran, recibirían una tarjeta de prepago por mil pesos. O sea, cada voto comprado valió 10 pesos en el San Luis Potosí afectado por la sequía. (FMM) Jalisco: es una tarjeta de teléfono La compra de votos en Jalisco se hizo así: 100 pesos por voto a favor del PRI presentando foto con celular; 2 mil pesos a cada jefe de sección; 5 mil pesos a cada vocal de Oportunidades que consiguiera a 10 personas que le vendieran su credencial de lector. El dinero fluyó a tal grado que hay 31 secciones electorales en las que votó más del 100 por ciento del padrón y, en 3 casi el doble de ciudada nos registrados. Los videos de la compra de votos en Jalisco fueron de los más vistos en la red: como el de Zapopan (sección 2921). En reparto de dinero, tarjetas Premium Platino, estufas, materiales de construcción, bolsas del mandado, y hasta televisiones, se estima que el PRI gastó cerca de 470 millones de pesos.
Visto en la televisión:
Señora: –Sí, me dieron esta tarjeta para votar por el PRI y con ésta le van a dar becas a mis hijos.
Reportera: –¿Puedo ver la tarjeta, señora?
Señora: –Sí, cómo no.
Reportera: –Oiga, señora. Esta tarjeta es de teléfono.
(FMM)
¿Por qué se usaron centenares de miles de tarjetas con las que en tiendas comerciales, compañías telefónicas, se podían obtener productos? ¿Por qué no simplemente ofrecer el billete y vámonos? Porque las tarjetas, muchas de ellas pagaderas después de la elección ofrecían al vendedor de su voto una promesa condicionada: Si no ganamos, vaya usted a saber si puede usarla. (PIT II)
9.-La campaña rosa
Estas elecciones contaron con una variante poco señalada por analistas y políticos, se trata de la campaña rosa, consistente en la inserción de publicidad subliminal en las revistas del corazón, como acreditan varios publireportajes, entre los que destaca la inserción de 26 planas y la portada dedicada a la Gaviota, Angélica Rivera de Peña bajo el sugerente y triunfalista título de De Primera Actriz a Primera Dama, publicada por la edición mexicana de la revista ¡Hola! el mismo 1 de julio, consecuentemente impresa días antes de la propia jornada electoral.
El priísmo tabasqueño echó mano de todo su arsenal de maniobras fraudulentas para ganar la gubernatura y la presidencia. A pesar de todas sus maniobras, el dinosaurio perdió casi todo.
En su pretensión de comprar el voto de los ciudadanos, el PRI creó “La Choca”, una tarjeta que repartió por miles en todo el estado. Según sus promotores, el plástico que llevaba la foto del candidato del PRI, permitiría disfrutar de beneficios y programas sociales en caso de que ganara la gubernatura de Tabasco. También crearon una tarjeta dirigida a mujeres llamada “La mensajera de la salud”, que prometía atención médica y medicamentos a la portadora, a cambio de su voto.
En la campaña y en la jornada electoral, los priístas se despacharon en grande: repartieron tarjetas telefónicas, las de Monex con dinero; despensas, materiales de construcción, láminas, molinos y dinero en efectivo (en cantidades que iban de los 500 a los 2 mil pesos), a cambio del sufragio a favor de los candidatos locales del PRI y de Enrique Peña.
Con el objeto de operar el reparto de dádivas, dinero y tarjetas, así como el de coordinar las labores de los “mapaches” electorales, habilitaron las llamadas “Casas Amigas”, que concentraron despensas, materiales, tarjetas y grupos de choque.
La compra y la coacción del voto se intensificaron en las zonas rurales del estado, donde la participación electoral fue muy elevada. A pesar de todo ello, Arturo Núñez ganó la gubernatura y AMLO en el estado, aspirantes de la Coalición Movimiento Progresista. (JRC)
11.-La normalidad del delito, un recuento
El domingo anterior a la elección, en uno de los operativos finales de Peña Nieto, cuando el PRI se dio cuenta que corría peligro empezó la compra masiva del voto. Olivia Samos Padilla cuenta que a dos compañeras de trabajo en Naucalpan se las llevaron en camión a Toluca porque iban a darles $2,500 en efectivo y una tarjeta para recarga del celular. “Voy a ver a un señor Mancilla que me entregará $2,500”. Mancilla fue uno de los miles de operadores del PRI. A mitad de camino le avisaron al chofer que en la carretera por la que iban estaban asaltando los autobuses hombres con armas largas, que si todos los pasajeros se cooperaban cada uno con $7.00 podían cubrir la cuota de la otra carretera y evitar el asalto. Así lo hicieron, llegaron a su destino y les dieron $2,500 por votar por Peña Nieto y una tarjeta de celular que nunca pudieron activar.
En la colonia Providencia, el domingo 1 de julio, o sea el mero día, el PRI repartió celulares como cajas de chicles y $500 en efectivo, dos billetes de a doscientos y uno de a cien pesos. Repartieron muchísimos billetes.
En Ozumbilla, el PRI estaba dando $40,000 a cada coordinador de su partido por llevar diez votantes y a cada persona que llevara un votante $5,000. Al final, los votantes por el PRI se enojaron mucho porque no les pagaron. En San Juan Ixhuatepec (San Juanico), en la iglesia de la Santísima, a los niños que hacían su primera comunión o su confirmación, el señor cura de esta parroquia repartió dinero y les dijo: “Díganle a sus papás que voten por el rojito” o sea por el PRI.
En el tianguis de la colonia Martín Carrera, el PRI repartió salas (un sofá y dos sillones) a cambio “de tu credencial del IFE” y la gente se la llevaba feliz. Todos se volvieron cargadores. En Tuxtepec, unas señoras ostentaban su billete de $500 pegado sobre su pecho y se abrían la blusa. “¡Vean que Peña Nieto sí cumple!” “Mira, yo recibí el dinero, hice mi despensa y ya ni fui a votar porque total de todos modos ni respetan mi voto.”
En el CECATI escuela en Matehuala, SLP, los priístas traían la lista nominal del IFE y daban $500 por voto días antes de la elección.
El gobierno de Quintana Roo, encabezado por Roberto Borge Angulo, dirigió la compra y coacción del voto a favor del PRI, otorgando dinero en efectivo, despensas, computadoras y electrodomésticos, así como desayunos y comidas antes y durante la jornada electoral. En las zonas rurales estas prácticas se dieron con mayor fuerza, favoreciendo con ello el voto por el PRI.
laborales. (JRC)
Tres días antes de las elecciones del primero de julio, Reynold Valdez Ruiz recibió dos cajas de cartón que contenían 6 mil tarjetas de teléfono con propaganda del candidato presidencial priísta, Enrique Peña Nieto. Era la anticipación de una serie de irregularidades que vivirían en Zuazua, Nuevo León, pequeño pueblo convertido en feudo priísta desde hace décadas.
Las tarjetas de teléfono forman parte de un lote de millones de éstas repartidas en la República por las llamadas brigadas de Peña Nieto. Estas tarjetas son una prueba del fraude electoral que se cometió no sólo aquí, sino en todo el país.
Mientras haya hambre, el PRI seguirá lucrando con la gente, afirma Valdez Ruiz, coordinador de la campaña de Hernán Chapa Gutiérrez, candidato a la alcaldía de Zuazua por el PT. Está convencido de que las tarjetas de teléfono fueron abandonadas en el porche de la sede del PT por un priísta arrepentido por el triunfo con triquiñuelas del candidato priísta a la alcaldía, José Luis Martínez, por una diferencia de 82 votos.
En el frente de las tarjetas aparecen varias fotos de Enrique Peña Nieto con el dedo pulgar en alto en señal de éxito y la leyenda Presidente 2012-2018, mientras por el reverso vienen las instrucciones para realizar llamadas nacionales e internacionales, con montos que van desde 100 pesos de prepago. La empresa responsable: MarkCom.Tech Solutions. Con ese tipo de tarjetas se compraron miles de votos. Ya hemos reunido pruebas de decenas de irregularidades. Hay actas notariales de cómo en las casillas sacaban boletas en blanco y se ponían a ofrecerlas por dinero en efectivo. Hay gente a la que le quitaban su credencial, se la sellaban y no la dejaban votar. Hay fotos y videos de cómo el candidato priísta entraba y salía a la Comisión Electoral.
Cuando a Cristina Sada Salinas, candidata a senadora del Movimiento Progresista, le llamó el dirigente estatal de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, Agustín Serna Servín, para ofrecerle 60 mil votos, no daba crédito. “Dos días antes de la elección me llama para decirme que me va a apoyar. Me sorprendió porque yo sabía que eran priístas. Le digo que la única forma que aceptaría su apoyo es que les diga a sus trabajadores que son libres para votar. El líder sindical le dijo que sí, pero que necesitaba un operador, es decir, alguien de su campaña para hablar al respecto. Firme en sus convicciones de limpieza electoral, la candidata envió un emisario con la advertencia de que no compraría un solo voto. Querían mil 500 pesos por cada uno de los 60 mil votos. Por supuesto, mis emisarios le dieron un rotundo no. Luego querían hacer un descuento, es increíble. Jamás iba a soltar un centavo para comprar votos.”
De manipulación de votos sabe la ingeniera Teresa del Carmen Hernández del Castillo, voluntaria de Morena para vigilar la elección, quien observó cómo en la casilla 1211 la presidenta tenía copias de credenciales de elector y boletas en blanco listas para cruzar e introducir en las urnas. “Me queda claro que hubo fraude”, dice mostrando los videos que comprueban las anomalías. “Manipularon los votos. Solicité la presencia de la Fepade, y cuando llegaron cuál fue mi sorpresa: que querían romper las pruebas del fraude. No lo permití. Estuve como siete horas y vino un notario a levantar un acta. Fue terrible. Los de la casilla me querían linchar, pero no me dejé.” (SM)
14.- Otra vez Nuevo León
El listado nominal en la zona urbana apenas creció uno por ciento, mientras que en la zona rural fue el estado del país que más vio incrementado su padrón electoral, en 238%. En Monterrey hubo un asalto a mano armada en cuatro casillas, donde se llevaron las urnas. Hay una investigación que aún no ha sido hecha, pero la pregunta es absolutamente obligada: ¿Cuál ha sido el papel del narco en algunos estados del país? (PIT II)
En el estado de Morelos la compra de votos se dio por medio de distribución de dinero en efectivo, despensas, diversas tarjetas de prepago, principalmente La efectiva y compra de credenciales para votar, entre otras.
Según testimonios recogidos días antes de la elección, la operación priísta comenzó con la llegada de camiones cargados
de despensas provenientes del Estado de México. Antes del primero de julio se hizo presente la compra de votos por medio de las despensas y tarjetas de prepago, el día de la elección fue el dinero en efectivo el que incidió en la forma en la que los ciudadanos votaron.
Previo y durante la elección, el PRI, a través de operadores del ex candidato a gobernador José Amado Orihuela, por medio de la coacción y la compra de votos, intentó regresar al poder. El nombre de Amado Orihuela Trejo es una constante en las denuncias ciudadanas, relacionándolo con la compra de votos, especialmente a través de la tarjeta La efectiva, que fuera usada durante la candidatura al gobierno del Estado de México por Eruviel Ávila Villegas. La efectiva prometía acceso a diversos programas de salud si el PRI ganaba la contienda. Asimismo, se relaciona a Orihuela con la compra de votos en el municipio de Mazatepec, al intercambiar, en los días previos a las elecciones, la cantidad de mil pesos por cada voto.
En domicilios relacionados con funcionarios del PRI y delegaciones priístas, también hubo reparticiones masivas de tarjetas de prepago. Además, en reiteradas ocasiones, se menciona la participación de la policía municipal vigilando la labor de coordinadores de programas sociales quienes fungieron como acarreadores. La jornada electoral estuvo marcada por un flujo sospechoso de taxis de distintos sitios, que aparentemente recibieron órdenes de llevar a los votantes de sus casas a las casillas, incluso cuando la distancia era mínima y se podía recorrer a pie sin mayor dificultad. En varios casos, al llegar a las casillas, los pasajeros fueron recibidos por grupos de personas que les tomaban lista, después de votar, los mismos taxis los llevaban a un domicilio distinto al de su hogar. (JRC)
16.- Lágrimas
Gabriela Salmón, en Chihuahua, buscaba su nombre en el padrón electoral, una línea arriba descubrió el de su padre y también descubrió que tenía una marca al lado como si hubiera votado. Se le salieron las lágrimas: su padre había muerto hacía unos años. (PIT II)
El candidato del PRI a la alcaldía de Ecatepec se reunió con diversos ministros de distintas iglesias y cultos religiosos que atienden a enfermos de esta demarcación. Les pidió su voto para Enrique Peña y su apoyo para el 1 de julio. En el acto con más de mil religiosos, se rifaron 2 computadoras y 2 televisiones de plasma entre los asistentes, algunos de ellos enfermos. Al final del evento, Pablo Bedolla y sus acompañantes repartieron tarjetas Soriana con mil pesos cada una, para los ministros y 500 pesos para los enfermos. De acuerdo con uno de los asistentes, que dio su testimonio, a reserva de mantener en privado su nombre, calcula que cada uno de los mil ministros tiene a su cargo a 5 enfermos. Es decir, se repartieron unas 6 mil tarjetas en ese evento. (JRC)
Una de las más célebres actas de escrutinio de la elección presidencial del 1 de julio es la correspondiente a la casilla contigua 4, sección 0518, que se instaló en Avenida San Ignacio 2901, colonia Óscar Garzón, en Mexicalli. En esa demarcación el fervor democrático fue tan alto que votó el 136.07% de los ciudadanos registrados en el padrón (657) y los sufragios a favor de Enrique Peña Nieto resultaron ser más del doble del total de votos emitidos. Acción Nacional obtuvo 84; el PRD, 70; Nueva Alianza, 8; la coalición “Compromiso por México” (PRIPVEM), 127, y el PRI solo, 600. Se anotó a 294 votantes, las boletas sacadas de la urna sumaron sólo 290 y, por añadidura, se registraron seis boletas usadas por representantes de partidos políticos que no estaban incluidos en la lista nominal, pese a que sólo se asentó la presencia de tres: los de Acción Nacional, PRI y Nueva Alianza. Contando cinco votos nulos, el total de sufragios asentado fue de 894.
En la casilla 0518 básica, instalada a un metro de la anterior, y en la que sí había representantes del PRD y del PT, votaron sólo 290 de 658 ciudadanos registrados y el resultado fue muy diferente: Peña obtuvo 116 votos (39.72%), AMLO, 92 (32.19%) y JVM, 74 (25.34%).
Baja California es una de las entidades en las que mejor se documentó —en video y en foto fija— la compra masiva de votos para Peña Nieto —incluso en el interior de las casillas y en sus alrededores—, el reparto de dinero a funcionarios de casilla para que no se presentaran el día de la elección y el uso de programas sociales oficiales, tanto federales como estatales, especialmente en las zonas rurales y urbanas más pobres. En el medio no urbano la votación fue más del doble que en 2006 y en las áreas urbanas, en las que la población creció 7 por ciento desde entonces, la votación se incrementó en 22 por ciento. Hay elementos para presumir que el gobierno del estado, las autoridades federales y las electorales solaparon las múltiples anomalías, ya fuera para favorecer a Peña Nieto o para beneficiar a Josefina Vázquez Mota. Según denuncia del PT, sólo en el Distrito 04, la candidata priísta a diputada federal, Elia Cabañas, repartió un millón de dólares en tres días para la compra de sufragios.
Mario Escobedo Carignan, presidente en Tijuana del Consejo Coordinador Empresarial, dijo a Tijuanapress el 5 de
julio: “Ahí están las instituciones y hay que confiar en ellas. A nadie nos va a asustar saber que cualquier partido dio tortas, dio agua, dio dinero para gasolina. No son temas que forman parte del actuar de un solo partido.” (PM)
19.- Baja California Sur
En Baja California Sur ocurrieron irregularidades como el reparto de dinero a funcionarios de casillas que permitieron sufragar con credenciales 03 del IFE; faltó tinta indeleble, lo que permitió que algunos votantes sufragaran dos o más veces y se llevó a grupos de personas hasta las casillas en vehículos con logotipos del PRI. Algunos representantes generales de la coalición Movimiento Progresista fueron sobornados con diez mil pesos para que no acudieran a vigilar las casillas que les correspondían. En el medio no urbano la participación ciudadana creció en forma atípica 179% en relación con 2006, pese a que en estos seis años la población aumentó sólo 58%. Hay elementos para pensar que el gobernador y otras autoridades estatales, así como dependencias federales, solaparon las múltiples anomalías registradas, particularmente la compra de votos a favor de Enrique Peña Nieto. Se calcula que en BCS el candidato presidencial priísta obtuvo unos 34 mil votos por medio de dinero.
En los días previos a la elección fueron ubicados en la capital del estado cuatro transportes que contenían, en promedio, 10 mil despensas cada uno. Otro tanto ocurrió en el rancho Mayela, cerca de la localidad de Chametla, y en una vivienda de la colonia Puesta de Sol, en La Paz. De ello existen registros notariales, fotografías y reporters periodísticos.
En uno de esos casos, una semana exacta antes de la votación, en La Paz, integrantes del Movimiento Progresista detuvieron un tractocamión registrado a nombre de René Zaldívar Navarrete, con domicilio conocido en Temascalcingo, Estado de México, cargado con 18 toneladas de víveres de un valor calculado en 15 millones de pesos. El camión estaba siendo descargado en una residencia particular de la colonia Navarro Rubio, en las calles México y Manuel Torre Iglesias. En el vehículo se encontraban, además de las despensas, los hijos de Isaías González Cuevas, aspirante por el PRI al Senado, así como Juan Sánchez Ortiz, líder estatal de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, quienes se dieron a la fuga al ser descubiertos. Centenares de personas de barrios aledaños llegaron al lugar y se repartieron las despensas sin tener que entregar su voto a cambio de ellas. (PM)
Como en las otras entidades de la República, en Colima el PRI se impuso en los pasados comicios por medio de la compra masiva de sufragios (de los cuales ha sido posible documentar, con pruebas aportadas por la ciudadanía, 33 mil 485) y por la abierta intervención de las autoridades estatales (encabezadas por el gobernador priísta, Mario Anguiano Moreno) a favor de Enrique Peña Nieto. Dinero en efectivo, cheques de la Secretaría de Finanzas local, despensas, materiales de construcción, electrodomésticos, enseres de cocina y tarjetas telefónicas fueron distribuidos masivamente.
Colima fue una de las entidades en las que, antes de los comicios, se recurrió a la agresión contra manifestantes contrarios al PRI. El 19 de mayo, un grupo de golpeadores al servicio del PRI disolvió con violencia una marcha de estudiantes de la Universidad de Colima cuando estos recorrían las calles para expresar su rechazo al aspirante presidencial priísta, quien se encontraba en la ciudad. En el ataque, que dejó un saldo de varios heridos, entre estudiantes y reporteros, participaron trabajadores del Ayuntamiento de Colima y del gobierno del estado. La Secretaría de Finanzas local distribuyó cheques por 900 pesos, tanto nominativos como al portador, por concepto de “ayuda social”, para comprar unos 500 votos. Algunos de esos documentos cobrables fueron distribuidos en el domicilio de un familiar del diputado federal Carlos Cruz Mendoza, quien fungió como coordinador de campaña de Peña Nieto en Colima. Se tiene copia de varios de esos cheques.
El 26 de junio se detectó un camión torton que descargó unas mil despensas en la casa marcada con el número 603 de la calle Basilio Badillo en el municipio de Tecomán, domicilio de un pariente de la candidata a diputada suplente priísta Dunia de la Vega Preciado. (PM)
21.-Durango
En las secciones 0515 y 0543 (Gómez Palacio) y 0698 y 0691 se documentó la participación de camionetas de Televisa en la entrega de despensas. Muchas de las tarjetas de descuento canjeadas por sufragios ostentaban el logotipo del Verde Ecologista.
Se calcula que el PRI gastó unos 50 mil pesos por casilla, en promedio, para la compra de votos al pie de la urna. La tarifa que se menciona reiteradamente en videos y otros testimonios es consistente: 500 pesos por sufragio. Al igual que en las entidades vecinas de Chihuahua y Sinaloa, en municipios noroccidentales y occidentales de Durango, la delincuencia organizada tomó partido, de acuerdo con diversas notas de prensa, a favor de Peña Nieto. En la triple frontera de esos estados, conocida como en “Triángulo Dorado” y famosa por la producción de estupefacientes y por el control que ejercen grupos dedicados al narcotráfico, grupos de sicarios amenazaron a la ciudadanía y a representantes de partidos distintos al PRI.
Debido a estas amenazas, el Partido Acción Nacional se abstuvo de enviar representantes de casilla a 15 secciones electorales ubicadas en los municipios de Guanaceví, Tamazula, San Bernardo, El Salto y Coneto de Comonfort. En Santiago Papasquiaro ninguna comunidad vivió un “clima propicio” para la elección, dijo el presidente estatal del PAN, Víctor Castañeda, y agregó que “corrían el riesgo de morir” los representantes no priístas que cubrieran las casillas en El Durazno, en Tamazula; San Jerónimo, Llano Grande de Milpillas, San Francisco de Lajas, Corralitos y La Peña en Pueblo Nuevo; San Francisco de los Canos, en Guanaceví; Matalotes, División del Norte, Charco Azul, Amador, San José del Tule y Ricardo Flores Magón en San Bernardo; y Zaragoza y Sapioriz, de Coneto de Comonfort.
En la región referida el PRI obtuvo votaciones aplastantes; por ejemplo, en la sección 1029, ubicada en el municipio de Pueblo Nuevo, Peña Nieto obtuvo 307 votos, Vázquez Mota 26 y López Obrador, 25. Cuentan los panistas duranguenses en versión recogida por la revista Proceso que en esa demarcación un representante de Acción Nacional fue abordado por sicarios; uno de ellos le apuntó con el arma a la cabeza y le dijo: “la próxima vez que te veamos aquí te va a llevar la chingada”. Desde el primer simulacro realizado por el IFE no fue posible instalar algunas casillas en la zona. Refiere la publicación que desde las elecciones de 2010 se reportó que los grupos de la delincuencia organizada trabajaron a favor del PRI en esta zona. (PM)
—Xóchitl, ¿tú viste alguna de estas tarjetas [de Soriana] allá en Hidalgo?
—No. La verdad, en Hidalgo no hay tantas tiendas de éstas y en la sierra, en la Huasteca, es zacahuil [tamal grande]y tortas de tamal con un billete de 500 adentro en lugar del tamal.
—¿De verdad? ¿De verdad?
—Así es. Hay testimonios de que como [a los operadores priístas] ya les habían cachado el dinero, entonces llevaron bolillos y adentro iba el billete de a 500.
(Xóchitl Gálvez, ex candidata al Senado por Hidalgo, en entrevista con Salvador Camarena y Omar Morales en el programa
Hoy por Hoy, el martes 3 de julio de 2012). (PM)
23.-Michoacán: ¿Cuántos votos compraste, Enrique?
De acuerdo con la documentación recabada hasta ahora, en Michoacán Enrique Peña Nieto obtuvo 113 mil 11 votos a cambio de dinero, tarjetas de Soriana, utensilios de cocina, cantimploras, enseres electrodomésticos, medicinas, materiales de construcción e insumos y equipos agropecuarios. En algunas comunidades rurales se entregó, a cambio de los sufragios de todos los miembros de la familia, 10 borregos. A quienes entregaran un listado de 300 personas comprometidas a sufragar por el PRI se les prometieron concesiones para taxis y colectivos. La cotización de los votos pagados en efectivo fue de 200 a 800 pesos y a los líderes comunitarios que colaboraron con la compra de sufragios se les entregó cantidades de hasta tres mil pesos. El PVEM participó en los operativos de compra de votos por medio del reparto de tarjetas “Premium Platino”.
Las autoridades priístas del estado utilizaron los programas sociales —incluso los federales, como Oportunidades— amenazando a comunidades con suprimirlos si no se producía una votación masiva favorable al tricolor. En la entidad se documentó también múltiples amenazas y hostigamiento a representantes de partidos distintos al PRI, así como la intromisión de sacerdotes católicos que llamaron a votar por el partido oficial. La inducción ilegal del sufragio tuvo como consecuencia un crecimiento anómalo de la participación popular en las regiones rurales, la cual se incrementó en 50% con respecto a los comicios de 2006.
Desde diciembre del año pasado Andrés Manuel López Obrador había pedido al IFE y al Tribunal Electoral que establecieran una vigilancia permanente sobre la compra de sufragios “porque en las elecciones recientes (Estado de México y Michoacán) se ha llegado a comprar el voto hasta en tres mil pesos”. Ya en junio de este año, en su cierre de campaña realizado en Morelia, el candidato presidencial de las izquierdas denunció que esa práctica estaba realizándose en forma masiva, coordinada por los gobernadores priístas.
24.-El “amigo de Nayarit”
Desde el pasado 24 de junio, en Tepic, Andrés Manuel López Obrador denunció que el gobierno de Nayarit estaba repartiendo cheques a cambio del voto. En su mitin de cierre estatal, López Obrador exhibió la copia de uno de los cheques entregados. La administración que encabeza el priísta Roberto Sandoval Castañeda, en efecto, distribuyó dinero entre los votantes, utilizó los programas sociales de la entidad con fines electorales y amenazó a los empleados públicos con despedirlos si no votaban por Enrique Peña Nieto y si cada uno de ellos no llevaba a las urnas a 10 personas más para que hicieran otro tanto. Dos semanas antes, el PAN había señalado el desarrollo de una elección de estado y exigió al gobernador que sacara las manos de los comicios. A lo largo de junio, y hasta tres días antes de los comicios, en efecto, Sandoval Castañeda insistió en llamar a votar por un “amigo de Nayarit”, en referencia a Peña Nieto.
Cuenta un vecino de Emiliano Zapata: —Íbamos a salir a votar más tarde, por el partido de futbol, pero llegó por nosotros un taxi. Dijo que nos iba a llevar a la casilla y luego a una comida del PRI. Cuando nos subimos nos dijeron que las despensas que nos habían prometido las podíamos ir a comprar nosotros con una tarjeta La efectiva. Mis cuñadas viven en el Estado de México y me habían comentado que esa tarjeta la andaban repartiendo Eruviel Ávila en su campaña y Amado Orihuela Trejo. Le dijimos al taxista que si la podíamos ir a cambiar por lo que quisiéramos. Nos dijo:
en la fila iba a recibir una tarjeta La efectiva, y que unos niños que andaban por toda la casilla corriendo, se te agarraban de la mano a la hora de votar, sacaban un celular y ¡zas! Le tomaban una foto al voto y otra a tu cara. Ya votamos por el PRI, yo dos veces, y mi mujer tres. El taxista nos llevó a un domicilio en el que nos dieron tamales con refresco. Sin atole. Nos dieron nuestras tarjetas, pero el lunes que fuimos a comprar, no servían. En Morelos hay de 2 a 12 votos por urna de más, lo cual da una cifra de 55 mil votos fantasmas, a más de votos comprados o rellenados ilegalmente. (FMM)
María Noh Cupul, oriunda de la comunidad de Tikuch, ubicada en la zona rural de Valladolid, sigue enojada con el PRI porque votó por Enrique Peña pero el partido no le cumplió.
La zona rural de Yucatán tuvo una de las votaciones más altas de todo el país, el promedio de participación fue de 86% y Enrique Peña obtuvo más de 50 por ciento a su favor. A María Noh le prometieron regalos y despensas si votaba por el PRI. Ella cumplió, al fin y al cabo, la lideresa priísta Irma Tun Noh se lo prometió. Al día siguiente, cuando fue a recoger su “recompensa”, se la negaron. Dos semanas después, “doña Carmelita Corral Pineda todavía repartía despensas en su rancho, allá por la carretera federal rumbo a Cancún”, dice María Noh quien enojada cuenta que a ella y a otras 50 personas no les dieron nada “que porque votamos por el PAN. La señora quiere manipular todo en el pueblo,
cuando ni siquiera es de ahí. Las jefas del PRI siguen repartiendo despensas entre su gente en Valladolid”.
El día de las elecciones, personal de la Fepade detuvo en el parque principal a Citlali Aguilar Correa, del PRI, por inducir y coaccionar el voto con un listado nominal. Fue dejada en libertad junto con otras cuatro personas. Historias como ésas se repitieron en todo Yucatán, donde se llevó a cabo una operación masiva de compra del voto, especialmente en las zonas indígenas rurales y las colonias más pobres de las ciudades. María Noh cuenta que a cambio del sufragio “los priístas entregaron despensas, materiales de construcción, juguetes para los niños, bicicletas, triciclos, herramientas de trabajo y utensilios para la casa. Visitaron casi todas las casas y pusieron propaganda de Enrique Peña. Cuando era cumpleaños de alguien, el PRI le mandaba una tarjeta de felicitación y un pastel.
Los dirigentes del partido organizaron excursiones a los puertos para familias pobres a cambio de su voto”. “El día de las votaciones, los del PRI entregaron desayunos, tamales y hasta medios kilos de cochinita. Dieron hasta 500 pesos por voto y tarjetas de Aurrerá. Prometieron muchas cosas y luego no quieren cumplir”, se queja doña María. Una vecina de María comenta: “el voto por el PRI es una moneda que damos a cambio de todos los regalos que nos
da”. Democracia comprada. (JRC)
27.-Hidalgo: Un álbum de fotos
Una foto muestra en Ixmiquilpan a un operador del PRI repartiendo dinero. Ahí amenazaron con ejecutar órdenes de aprehensión a quien no votara por el PRI. Una secuencia de fotografía muestra montones de sacos. En la parte de atrás hay una nota firmada que dice que son parte de una bodega en Xachitlán donde se entregaron a familias que aceptaban votar por el PRI 2 toneladas de cemento. La foto muestra a una gordita con una camiseta roja, parece estar muy contenta: está entregándole a alguien que no aparece en el cuadro una licuadora: una tercera foto muestra su mano tratando de tapar el objetivo de la cámara. La denuncia que acompaña a las fotos dice que el reparto de electrodomésticos por parte de operadores del PRI se efectuó en las comunidades de San Antonio Zaragoza y Caxaxi.
28.-La bodega de Tlaxcala
Unos días antes de la elección, en la comunidad de Xaltipa, Contla de Juan Cuamatzi, los ciudadanos encontraron una bodega llena de despensas con el rostro del candidato del PRI a la Presidencia. La sellaron antes de llamar a la Fepade, pero no contestaban el teléfono. Entonces llegó el hijo del gobernador con la policía estatal a tomar la bodega. Para cuando llegó la Fepade, nadie quiso firmar la denuncia por miedo a las represalias. (FMM)
29.-Campeche: El votante inexistente
Aunque los consejeros del Instituto Federal Electoral aseguran que se contaron bien todos los votos y que la elección fue limpia, el caso de Juan Vera Pech, candidato de Morena en Campeche, es la muestra de un botón de las maniobras que aplicaron los del PRI para hacer alquimia electoral. Resulta que Vera Pech recibió perplejo el resultado de la casilla donde votó y en la que según las autoridades electorales no tuvo ni un voto.
“Es increíble. Mi familia votó ahí, mis hijos, mis sobrinos, mis tíos, mis amigos, y ahora resulta que no tuve ningún voto, el acta mostró cero. Eso es fraude; ya sean cinco, 20, o 30 votos, es fraude”, se queja el activista campechano. (JRC)
30.-Juan en Calpulalpan
En Calpulalpan, Juan ejidatario del lugar, informó que fue citado en Huamantla, distrito diferente al que le corresponde, para ofrecerle 4 mil pesos a cambio de llevar su credencial de elector y no llevar celular. A otros ejidatarios, dependiendo el número de familiares, les ofrecían hasta 20 mil pesos. (JRC)
Las dádivas y “apoyos” otorgados a cambio del voto, dan muestra de la gran imaginación que tiene el PRI para estos fines: dinero en efectivo, tarjetas telefónicas, monederos electrónicos (MONEX); materiales de construcción (cemento), electrodomésticos, despensas, forraje para animales, animales, maquinaria agrícola (tractores), etcétera.
El día de la jornada el PRI echó a andar un mecanismo de compra de voto denominado “Círculo Rojo”, que operó por medio de listados y mapas de las secciones electorales con los cuales los operadores pasaban de casa en casa para llevar a la gente a votar. Tras acarrear a los votantes a las urnas, los operadores pegaban en la puerta de su domicilio una calcomanía circular de color rojo, que identificaba el lugar para pasar posteriormente a entrega el dinero.
Estamos ante un hecho completamente atípico. Baste decir que en las 902 casillas especiales que se instalaron en todo el país, donde sufragaron libremente los ciudadanos, el resultado fue completamente distinto: por Josefina Vázquez Mota 27.8%, por Enrique Peña Nieto 28.1%, por Andrés M. López Obrador 41.0%, por Gabriel Quadri 1.6%, por candidatos no registrados 0.2% y los votos nulos 1.2%. En este tipo de casillas Peña sólo gana en 4 estados de las 32 entidades de la República.
Detrás de este operativo se encontraba el gobernador Miguel Alonso Reyes. Los recursos públicos se transferían a cuentas de particulares. La operación clandestina se hizo pública gracias a la filtración de un video y fotografías de los cheques. No menos peso tuvo la presión sobre funcionarios públicos para que colaboraran en la campaña del PRI bajo amenaza de ser despedidos (documento sobre tal caso en la Contraloría del estado). No sólo compraron por esa vía centenares de miles de votos, se compraron con dinero que salía de las arcas de la tesorería del estado y los compradores eran funcionarios del gobierno estatal. ¿Cuál de los tres delitos considerará el Tribunal como prueba del fraude?
Las autoridades electorales, en especial el IFE, se han mostrado totalmente incapaces de garantizar imparcialidad y equidad, así como elecciones libres y auténticas. El papel de árbitro del IFE brilló por su ausencia. Todavía, una vez que la coalición Movimiento Progresista presentó su Juicio de Inconformidad por nulidad de la elección presidencial, el IFE presenta un Informe Circunstanciado ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que está íntegramente destinado a combatir y desestimar la relación de hechos y agravios presentada por la izquierda. Hasta el último momento, el IFE no se desempeña como un árbitro, sino como una parte interesada y favorable al candidato priísta. (HDP)
En la última manifestación dos muchachos llevaban una manta, iba en blanco y en la parte trasera habían escrito: “Ya no encuentro palabras para expresar mi inconformidad”. (EP)
36.- El Juicio de Inconformidad
El 12 de julio de 2012, la coalición electoral Movimiento Progresista, integrada por los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento Ciudadano interpuso el “Juicio de Inconformidad por nulidad de la elección de presidente de los Estados Unidos Mexicanos”. En él solicita al Tribunal Electoral “la declaración de no validez de dicha elección por violación a los principios constitucionales de elecciones auténticas y sufragio libre”, así como “la cancelación del registro de candidato al c. Enrique Peña Nieto por rebase de topes de gastos de campaña”.
Un primer punto que se desprende del extenso documento, que abarca 624 páginas, es que las elecciones de 2012 constituyeron un gigantesco proceso de demolición de los principios constitucionales establecidos para que los mexicanos ejerzan libremente su derecho al voto y para que se realicen comicios auténticos.
Actos de diversa índole por parte de servidores públicos, partidos políticos (especialmente el PRI y sus aliados) y “particulares claramente identificados”, en su conjunto impidieron que las elecciones fueran equitativas. Esas acciones no se produjeron sólo el día de la votación, sino que se desplegaron y desarrollaron a lo largo de todo el proceso, incluyendo la fase preelectoral, de precampaña y de campaña.
Un segundo elemento importante radica en que esas maniobras constitutivas del fraude impugnado no se realizaron con la sola participación del PRI y sus partidos asociados (PVEM y PANAL), sino además contando con apoyo de grupos de intereses económicos (especialmente aportando ilegalmente recursos), empresas encuestadoras supuestamente dedicadas a medir la intención de voto de los ciudadanos y, en fin, un gran aparato mediático que utilizó poderosos e influyentes canales de comunicación (televisivos y radiales), así como otras publicaciones. De este modo, utilizando modos y medios prohibidos por la Constitución y las leyes, se coartó el voto de millones de ciudadanos.
En tercer término, se violó abiertamente la ley y el espíritu de las normas constitucionales al invertir un formidable monto de dinero para influir en el electorado y, sobre todo, para comprar el voto, aprovechando la pobreza y la necesidad de amplios sectores de la población. Desarrollando esa práctica a extremos ofensivos, el PRI y su candidato violaron la ley al exceder el tope de gastos de campaña que fue aprobado por el órgano electoral.
La otra cara de esta empresa defraudadora radica en los apoyos que, por acción u omisión, lograron los defraudadores ante la actitud omisa e indolente del IFE, órgano que debió fungir como árbitro y como garante de lo que los actores políticos partidistas se apegaran a la constitución y las leyes. Por el contrario, cuando Andrés Manuel López Obrador o los representantes de los partidos de la coalición de izquierda llamaron la atención del IFE sobre los riesgos de que se realizaran acciones contrarias a las leyes (algunas, de hecho, ya en marcha) y pidieron acciones cautelares de diverso tipo para evitarlas, la respuesta del “árbitro” fue tardía o de rechazo infundado, a veces rayando en el abierto desdén. (HDP)
37.- Y ahora, ¿qué sigue?
A través de los siglos, México ha sido un país expoliado por sus élites. Los formalismos de las instituciones políticas y los procedimientos supuestamente democráticos sólo han servido para legitimar a quienes dominan y, por esa vía, mantener el status quo. Sólo las formas de control han cambiado. Durante los tres siglos de dominación colonial fueron las autoridades virreinales, la Iglesia y los grandes terratenientes y comerciantes locales quienes ejercieron el poder. Durante el siglo XIX, los terratenientes, la jerarquía eclesiástica y los caudillos que los servían fueron quienes dominaron hasta que Juárez los enfrentó al sembrar las semillas de un nuevo México. Sin embargo, durante el siglo XX fueron inicialmente los caudillos militares, y luego una burocracia política talentosa, versátil, pragmática y con frecuencia corrupta, y siempre un poder económico constituido por líderes empresariales y banqueros quienes controlaron el país. Existe en México un establishment político-económico- financiero-sindical-intelectual-mediático aún más fuerte y poderoso que el que en Inglaterra dio origen al término. Este establishment es el que ha determinado, como última instancia, quién gana las elecciones en nuestro país. Lo han podido hacer porque tienen el poder económico y el control de la mayoría de los medios de comunicación para imponer sus decisiones y, sobre todo, sus vetos.
todas las cosas: López Obrador no es comprable. Ni cooptable. Todos los recursos del poder establecido no son suficientes para comprarlo. Por lo tanto, se le anatematiza.
El mensaje enviado: la presidencia de Peña Nieto es un hecho consumado, independientemente de calificaciones y fallos de tribunales y organismos electorales. Así lo han decretado los poderes reales. Habrá que agradecer a Calderón la confirmación de lo que López Obrador ha venido diciendo durante años: el PAN y el PRI son lo mismo. Pese a diferencias cosméticas, ambos son aliados en un arreglo cupular de intenciones inconfesables.
Hacia 1940 la élite mexicana del poder (el establishment mexicano) dio un giro hacia la derecha. Desde entonces sólo se han permitido gobiernos que oscilan entre el centro y la derecha. México no ha tenido un gobierno progresista, de izquierda, desde hace más de 70 años. En tiempos recientes la élite ha impuesto políticas neoliberales ortodoxas en lo económico y políticas conservadoras en lo social (excepción hecha de los gobiernos del Distrito Federal). Una muestra de que esa élite trans-partidista existe es que los gobiernos tanto del PRI como del PAN han desmantelado en los hechos el Estado Laico que otrora fuera elemento medular de la vida pública mexicana y que resultaba de dos guerras civiles y una tradición liberal que fundó el México moderno. México vive, desde hace más de un cuarto de siglo, el embate de la reacción, el poder del anti-México histórico. (HV)
38.-Toca el turno al TEPJF…
… para enderezar este lamentable entuerto. Es una oportunidad única para hacer valer los principios constitucionales en materia electoral, evaluando las pruebas de las graves violaciones a dichos preceptos, allegándose nuevos elementos y, con todo ello, construyendo un sólido dictamen final que envíe un claro mensaje al país: la presidencia no puede comprarse mediante el dinero y una verdadera república no puede regirse por maniobras fraudulentas.
Contrario a la versión de los “comentadores” que pululan en los medios, el Tribunal Electoral tiene los instrumentos para anular la elección, declarándola no válida. La coalición de izquierda ha solicitado la declaración de invalidez, fundándose en la ocurrencia de diversas violaciones de preceptos y principios constitucionales que deben primar sobre cualquier disposición legal de orden secundario. Como lo ha expresado la propia Sala Superior del Tribunal Electoral en sentencia dictada el 22 de septiembre de 2008 (expediente SUP-JRC-165/2008), lo que llama las cuestiones electivas “se encuentran primeramente reguladas por la norma superior o ley fundamental del país, que por la naturaleza de la fuente de la cual dimanan, se traducen en presupuestos o condiciones imprescindibles para la validez de todo acto, resolución o procesos electorales por lo que, dado ese orden jerárquico, las demás normas deben ajustarse a esas normas principales”.
En esta línea de argumento, el Tribunal concluye: “De esta suerte, si se presentan casos en los cuales las irregularidades
acaecidas en un proceso electoral son contrarios a una disposición constitucional, evidentemente ese acto o hecho, de afectar o viciar en forma grave y determinante al proceso comicial atinente, podría conducir a la invalidez de la elección por ser contraria a la norma suprema”. Que en aras de la democracia, así sea. (HDP)
39.- La respuesta está en el pueblo
¿Qué sigue? La respuesta a ésta, la interrogante de nuestros días, está en manos del pueblo de México y en particular de sus jóvenes. No creo que sean los tribunales electorales, los partidos políticos (aunque su papel será imprescindible), ni tampoco un solo dirigente quienes determinen necesariamente el porvenir.
Sólo la gente, la concientización del pueblo, la firmeza y determinación de los jóvenes que hoy están a la vanguardia de la actitud crítica hacia nuestra sociedad, sólo ellos habrán de determinar el futuro. En 1929 en Guaymas, al inicio de este ciclo de elecciones fraudulentas, José Vasconcelos pidió un puñado de hombres armados para hacer valer la legalidad electoral. No los hubo. Nosotros pedimos cientos de miles, millones de hombres y mujeres, desarmados, pero decididos a cambiar la realidad del país ¿Habrá hoy suficientes ciudadanos empeñados en sostener los principios democráticos y a detener las prácticas ilegales y los arreglos turbios? O bien, ¿entraremos en un período en que la corrupción y la explotación de los más débiles tengan libre curso por tiempo indefinido? La respuesta está en el pueblo y los jóvenes: ellos tienen la palabra y son hoy la vanguardia de nuestra historia. (HV)
Ésta es una publicación de distribución gratuita, cortesía del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Movimiento Ciudadano, Partido de la Revolución Democrática y Partido del Trabajo.
——————————————————————————————————————————————————————————————————————————-