El día 18 al 20 de noviembre se llevará a cabo una “movilización artística” por los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en el Museo de la Ciudad de México. Dentro de las diversas expresiones artísticas se presentará Germinando, coreografía original del colectivo mexicano de danza, HANIN quien propone recuperar la memoria, “para que las injusticias no se olviden”
Regeneración 18 de noviembre de 2015. A catorce meses del ataque a los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, empieza a borrarse de nuestra memoria el recuerdo de aquellos que fueron brutalmente desaparecidos. Por ellos y en su memoria la necesidad de bailar su ausencia.
A los desaparecidos de todos los tiempos y de todas las naciones:
Ahuyentemos el tiempo, amor, que ya no exista; esos minutos largos que desfilan pesados cuando no estás conmigo y estás en todas partes sin estar pero estando. Gioconda Belli
Presencias y ausencias se impregnan en nuestra memoria, juntas danzan. Aparecen, desaparecen, lloran. Entre el deseo de poseer y el deseo de ser: guerras, añoranzas, muertes. ¿Hasta cuándo seguiré llorando tu recuerdo?
No fueron 1, ni 2, ni 3 fueron 43 y han sido más, cuarenta y tres son los que se nombran, no obstante son más los desaparecidos; los muertos, nuestros muertos; son más las injusticias y las desigualdades. Entre los feminicidios, las homofobias, la islamofobias, las masacres, la avaricia y poder. El dolor y el anhelo crecen.
-Es- dice la memoria que se ciñe desesperada al recuerdo
-Era- dice la institución de mil y un máscaras.
A nuestra memoria se aferran las voces de aquellos que han sido oprimidos, la realidad revela una a una las máscaras intentado callarlas porque sus voces gritan y duelen. Voces que están cargadas de un fuerte deseo por ser mejores. Pero los verdugos del tiempo aquellos que poseen las mil y un máscaras los acallan y los aplastan hasta volverlos polvo. El miedo se instala en lo cotidiano, la sociedad le teme al verdugo porque no puede mirarlo a los ojos y eso aterra.
Olvidar es dar por hecho, es caer en la derrota. El recuerdo, la insistencia y la constante búsqueda, elementos indispensables en la batalla. Recordar con el cuerpo y recordar con la palabra, es la tarea del arte, que genera una empatía solidaria con las familias y las memorias de los desaparecidos, los acallados, los injustamente enterrados.
Así nace Germinando propuesta escénica que busca darle nombre a los desaparecidos que poco a poco van quedando ocultos en los escombros de la memoria. En este contexto HANIN se cuestiona si aquello que hay en la memoria ¿Es o era? Ya que aquellos que tienen la responsabilidad de demostrarlo los enmascaran. Germinando es una pieza que intenta recordar, recordar y nombrar para traer a la memoria. Para eso son el arte y la danza para traer al presente los conceptos, llamar las ausencias, reconfiguran la falta y dignificar. Así los ausentes se vuelven presentes y recuperan lo sagrado. Gioconda Belli, dice: “Sólo el amor resistirá alimentando silencioso la lámpara encendida, el canto anudado a la garganta, la poesía en la caricia del cuerpo abandonado”.
El arte es una herramienta transformadora que teje con ternura las estructuras sociales que se han deformado, las teje a través de la creatividad, la solidaridad y la conciencia. No ser participe de está creación transformadora de las estructuras sociales es igual a desaparecer. A catorce meses del atentado en Iguala empieza a borrarse de nuestra memoria el recuerdo de aquellos que brutalmente fueron desaparecidos. Por ellos y en su memoria la necesidad de bailar su ausencia. Y transfigurar en nuestra piel el destino de los oprimidos, romper las cadenas del miedo para actuar desde el amor.
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