La antigua costumbre de la política mexicana de hacer el ‘Año de Hidalgo’ consiste en llevarse lo que puedan de los recursos gubernamentales
Regeneración, 10 de agosto de 2018. El “Año de Hidalgo, chingue a su madre el que deje algo”, es una tradición política que llevan a cabo funcionarios públicos corruptos y que podría poner en una situación difícil al próximo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Según un artículo de la BBC, titulado «El ‘Año de Hidalgo’ y AMLO: la irregular tradición política en el cambio de gobierno en México y el lastre que le deja a López Obrador», hay huellas de que se lleva a cabo la repartición de jugosas indemnizaciones, se amarran contratos y se roba información para venderla a capitales, en detrimento de la siguiente administración.
En el artículo, el medio inglés (en su versión en español), explica que “El Año de Hidalgo”, es una tradición priista que consiste en cometer excesos en las finanzas públicas.
“Se entregan contratos de forma irregular, hay contrataciones en plazas definitivas para amigos o personas recomendadas y se autorizan incremento de salarios.
“Con frecuencia –sobre todo en gobiernos locales- ‘desaparecen’ escritorios, computadoras, automóviles o se vacían cuentas bancarias”, indica el texto.
De acuerdo con la BBC, algunos de los signos de que el “Año de Hidalgo” se está llevando a cabo, son por ejemplo:
1) Que en 2018 se incluyó a la nómina definitiva de la Ciudad de México a 250 personas que tenían contratos temporales
2) El incremento salarial retroactivo a enero, de la alta burocracia, decretado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
3) La entrega de 156 contratos, con un valor de 43 mil 380 millones, entregados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y para aplicarse durante la administración de AMLO.
4) El bono de retiro de 128 senadores (alrededor de 3 millones de pesos) y 500 diputados (alrededor de 1 millón de pesos por persona).
5) La emisión de bonos de deuda por 10 mil millones de dólares colocados por Hacienda en julio.
Para el analista Alfonso Zárate, presidente de la empresa de asesoría política Grupo Consultor Interdisciplinario, estas decisiones de gobierno, significarán importantes compromisos económicos para el gobierno entrante.
“Es un lastre muy pesado, va a ser muy difícil”, indicó.
Pero no sólo son este tipo de acciones, también identifica como parte del “Año de Hidalgo”, vender propiedades públicas como terrenos o edificios a un precio menor al del mercado, como ocurrió en Quintana Roo, con Roberto Borge, indica el reportaje.
Otro fenómeno corrupto que señala el artículo es la “política de puertas giratorias”, de la que habló Pedro Kumamoto.
Es la práctica de altos funcionarios que terminan su período y casi de inmediato se contratan en empresas privadas vinculadas a su actividad en el gobierno.
“Eso significa que te llevas el conocimiento de un espacio de toma de decisiones, como por ejemplo una secretaría, para beneficiar a quien te contrata”, indicó.
Como consecuencia, empresas no aptas obtienen contratos oficiales en detrimento del patrimonio público y las empresas públicas.
Ante el saqueo que sufren las arcas públicas, AMLO tiene la intención de revisar a detalle los contratos asignados por la administración de Peña Nieto, con lo que se abre la puerta para terminar con “El Año de Hidalgo”, que nació durante la dominación del Partido Revolucioario Institucional, señala BBC.
Ahora con un cambio hacia la izquierda “se espera una revisión, investigaciones a los excesos de los gobiernos priistas”, finalizó Zárate.