La agencia griega de seguridad alimentaria (FSE) hizo un llamamiento a la población de Atenas y Salónica con el fin de que eviten el consumo de dos productos de la multinacional Coca-Cola ante el peligro de que puedan contener ácido clorhídrico.
La FSE solicitó a todos los comercios que retiren de sus estanterías todos los refrescos de Coca Cola Light en envases de plástico de 500 mililitros y toda la gama de sabores de Nestea del mismo tamaño.
Las autoridades tomaron esta decisión después de que el departamento de antiterrorismo analizase una amenaza de sabotaje enviada el día de Nochebuena a un periódico y un portal de internet.
Los citados medios habían recibido sendas memorias USB con una carta amenazadora y dos botellas de refrescos, contaminadas con ácido clorhídrico.
En la citada carta un grupo que se hace llamar “Frente Revolucionario Internacional/Core Nicola y Alfredo” aseguraba que transcurridos cuatro días -es decir, a partir de este sábado- comenzaría a colocar durante diez jornadas consecutivas productos envenenados en distintos supermercados de las dos citadas ciudades.
El grupo en cuestión aseguró que en total tenía previsto colocar 63 botellas de plástico de Coca Cola light de 500 ml y 42 botellas de plástico de 500 ml Nestea, de todos los sabores, en las estanterías de “todo tipo de tiendas que venden estos productos”.
La elección de las fiestas navideñas fue intencionada, pues se trata de los días en que las multinacionales hacen sus mayores ganancias, señaló el grupo para añadir que tampoco la decisión del ácido clorhídrico fue casual, pues se trata de una sustancia que no afecta al color del refresco, “a diferencia de otros productos de limpieza como lejía, etc”.
En un comunicado, Coca-Cola aseguró que ha suspendido el suministro de los productos afectados, pues “la seguridad de nuestros consumidores es la prioridad fundamental y no negociable para la compañía”.
“Desde el primer momento hemos estado cooperando con las autoridades competentes, que investigan el caso y la retirada profiláctica empezó desde el momento en que se envió la notificación al periódico y al sitio de internet”, señaló la compañía.
La oficina de lucha contra el terrorismo se ha hecho cargo de las investigaciones.
Información: El Economista