El gobierno de Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, primero asfixiaron a Pemex y redujeron sus ingresos; ahora la dejan sola a su suerte sin apoyo financiero para enfrentar su crisis
Regeneración, 25 de noviembre de 2015. La Secretaría de Hacienda no otorgará ningún apoyo a Pemex para solventar la situación que enfrenta por la baja en el precio del crudo a nivel internacional, pues ahora quien toma las decisiones financieras es su consejo de administración.
A causa de los cambios de la reforma energética, la Secretaría de Hacienda no podrá dar algún apoyo para solventar la situación que enfrenta Pemex derivada de la baja de hasta 66 por ciento en el precio del crudo a nivel internacional, refirió el titular de la dependencia, Luis Videgaray.
«El presupuesto de Pemex ha sido aprobado ya por la Cámara de Diputados bajo principios de la reforma energética; se separó del control presupuestal directo de Hacienda a Pemex, lo mismo que a CFE, ahora quien toma las decisiones financieras respecto a Pemex es su propio consejo de administración» dijo luego de asistir a la firma del Convenio de Cooperación para la Competitividad, Promoción, Desarrollo y Modernización del Comercio Exterior».
Videgaray Caso refirió que la empresa petrolera mexicana enfrenta retos y oportunidades como cualquier empresa del ramo en el mundo.
Ahora Pemex tiene capacidad para asociaciones con el sector privado, el marco jurídico anterior no se lo permitía, por lo que tendría fortalezas para enfrentar sus retos, comentó.
Ayer Moody’s de México confirmó las calificaciones en escala nacional de Pemex de Aaa.mx y MX-1 y cambió la perspectiva de todas las calificaciones a negativa.
Las acciones fueron provocadas por la opinión de Moody’s que los indicadores débiles crediticios que muestra actualmente la compañía se deteriorarán aún más en el corto a mediano plazo.
«Moody’s considera que los indicadores crediticios de Pemex se deteriorarán aún más en el corto a mediano plazo debido a que los precios del petróleo continúan deprimidos, la producción continúa cayendo, los impuestos permanecen altos, y las necesidades de inversión de la compañía son financiadas con deuda», señaló Nymia Almeida, credit officer de Moody’s Investors Service.