En un tianguis de Puebla, conocido por comercializar combustible ordeñado de tomas clandestinas, subieron 2 pesos por litro de combustible.
Regeneración, 08 de enero de 2016.- A sólo unas cuadras del despacho del alcalde Filomeno Cruz, frente a policías municipales y a 10 minutos de un puesto de seguridad controlado por militares y agentes federales, todos los días opera un mercado donde, además de frutas y verduras, se venden litros de combustible robado de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Ahí no hace falta preguntar por los huachicoleros, como se conoce a los hombres que extraen y comercializan el combustible robado. En cambio, ellos mismos se hacen notar: con mangueras transparentes y de color verde en mano, llaman la atención de los automovilistas, van y vienen entre pasillos en búsqueda de clientes, y se pierden entre las decenas de vehículos que llegan al lugar para recargar sus tanques.
Hace dos semanas, los ladrones de combustible aplicaron su propio ‘gasolinazo’ y decidieron aumentar sus precios dos pesos. Aun así, el monto es 50% más barato que en las gasolinerías, luego del incremento que entró en vigor el 1 de enero por orden del gobierno federal.
Dentro del tianguis de Huixcolotla, los vendedores tienen sus propias reglas. Por ejemplo, sancionan con 5,000 pesos a quien intente vender en menos de los nueve pesos fijados. Solamente se permite hacer descuentos a «clientes VIP»: si alguien compra más de 200 litros, cada uno se le cobra a ocho pesos, y si adquiere 500 o más, a 6.50.
“Ya se organizó más o menos para que se levante el costo (…) Como dice el patrón: ¿qué no rinden las correteadas de los huachos (militares), las pinches balaceadas o qué?”, dijo un vendedor.
Según el reporte de Expansión, hasta hace dos meses, la venta de combustible robado —una actividad común en Puebla— se realizaba con discreción e incluso requería de contactos y contraseñas. Después, los vendedores optaron por operar a plena luz del día, pero desde entonces ningún huachicolero ha sido detenido, según los testimonios recabados.
En los últimos años, la ordeña de ductos de Pemex ha crecido y ha derivado en problemas como escasez de hidrocarburos en algunos estados. Información de la empresa pública obtenida a través de solicitudes de transparencia señala que, de 2013 a julio de 2016, las autoridades localizaron más de 15 mil tomas clandestinas.
Lo anterior representa un quebranto económico de 10 mil 204 millones de pesos en lo que va de la administración de Peña Nieto, es decir, 7.4 millones de pesos al día.
Vía Expansión.