Por René Ricárdez Limón | Noticias Oaxaca
19 de agosto, 2014.-Hace poco leí acerca de que, en una generalización apresurada, se piensa que los jóvenes, hoy en día, no son capaces de preocuparse por lo que ocurre a su alrededor y los que participan en política solo lo hacen por intereses personales.
Decía un compañero que ahora los jóvenes sólo participan en política por ambición, se preguntaba: «¿Dónde dejamos la mística de lucha? ¿Dónde quedó esa idea de luchar por el pueblo a cambio de nada? ¿Dónde están esos ideales que nos hacían luchar?, ¿Cuándo dejamos que nos ganaran los herederos de Aguilar Talamantes?».
Creo que siempre ha habido oportunistas y convenencieros, así como había jóvenes dispuestos a dar hasta su vida por la causa de los pobres, pero también había jóvenes ávidos de trepar en la escalera de la llamada «clase política», para hacerse de fortunas a costa del erario.
Hoy, hay jóvenes molestos por la podredumbre política que nos rodea, los más, pero también los hay que están en contra de esas prácticas sólo porque ellos no se benefician de ellas.
Algunos jóvenes, incapaces de hacer otra cosa o ganarse la vida de manera digna, se afanan en ser «lideres», mostrando una falsa preocupación por los problemas de la gente pero en su interés está el hacer dinero fácil y, si se puede, hacerse de un cargo público para tener de donde agarrar más dinero mal habido, en esto algunos siguen los pasos de sus padres.
Quizá lo que pasa ahora es que algunos jóvenes, más los que se interesan en la participación política, tiene como ejemplo a los que se han enquistado en las burocracias partidarias, personajes casi todos ellos dedicados a una desenfrenada carrera por obtener cargos públicos y hacerse de riquezas mal habidas y que para ello no tienen rubor alguno en usar calificativos para auto denominarse «de izquierda».
Por fortuna, no todo está perdido, en estos días he visto, con admiración, como muchos jóvenes se han sumado a las tareas en defensa de la soberanía nacional, para hacer cuanto sea posible por echar abajo las reformas que posibilitan la entrega de la riqueza nacional a los intereses del capital extranjero.
Estoy convencido que por naturaleza los jóvenes son nobles, desprendidos, justos, lo que hace falta es hacer un gran trabajo para mostrarles que su bienestar personal material no está reñido con la vida apegada a valores, que los cargos públicos que hoy se han logrado no son canonjías si no espacios obtenidos a costa de mucho sacrificio por el pueblo y deben servir para servir al pueblo y no para servirse de ellos.
No confundir, por lo menos yo no estoy a favor de que hagamos de este un mundo de pobres, no, la lucha es para que todos podamos vivir en forma digna, teniendo lo necesario para vivir una vida plena, ello incluye, además de la realización de nuestras convicciones, el goce de bienes materiales necesarios para satisfacer nuestras necesidades.
Subrayo, a mí no me ofende que algún joven aspire y pueda adquirir un auto nuevo y hasta una casa si le es posible, siempre y cuando ello sea producto de su trabajo honrado y no a costa de los fondos públicos de un cargo al que ha accedido en nombre del cambio.
En MORENA, así como en otros lados, hay jóvenes, que participan por convicción, a ellos mis respetos y admiración, de entre ellos puedo mencionar a los que conozco en persona y que, por supuesto, no son todos: Arturo Valadez, Isaac López, Indira Zurita, Dulce Uribe, Erick Cortez, Alfredo Santiago, Uriel Benítez, Mónica Belem, Alejandro Velasco, Ana Luisa García… ; aunque también los hay a los que los mueve la ambición, que están más preocupados por «acomodarse» que por asumir las tareas de organización y la lucha por los intereses de la Nación, a estos últimos les recomiendo buscar en otro lado, allá en donde la política es «una carrera» y sirve para hacerse de dinero.
No dudo que las generaciones venideras recuperen el sentido social de la política y que las personas sean capaces de distinguir quienes son auténtico militantes sociales a diferencia de los oportunistas, acomodaticios de toda laya, que en su incapacidad de hasta ser delincuentes se meten de «políticos» para hacerse de dinero mal habido.
En particular, deseo que nuestros jóvenes de MORENA no olviden que se trata de servir, de ser útiles a nuestros semejantes, no de buscar candidaturas o prebendas.
En síntesis, creo que los jóvenes deben prepararse y trabajar para tener un modo de vida digno y hacer política como vocación de servicio.
Aquí me he referido a los jóvenes, aunque algo parecido también ocurre con los no jóvenes.