Facturas falsas, pagos a empresas que no hicieron nada y operaciones bancarias alteradas componen el daño por mil 569 millones de pesos a los recursos públicos destinados al desarrollo rural del país.
Regeneración, 22 de febrero de 2017.- Cinco auditorías forenses realizadas a diversos programas de la Sagarpa en el año 2015 arrojaron como resultado la detección de operaciones fraudulentas en la instrumentación de programas de la Secretaría.
Las principales irregularidades consisten en pagos a universidades como la Universidad Politécnica del sur de zacatecas, que obtuvo proyectos por hasta 219 millones de pesos para desarrollos asociados al sector, pero que no fueron realizados ya que se contrató a un personal sin el perfil necesario.
En este caso, la universidad de Zacatecas ya había estado relacionada con anomalías detectadas que motivaron 193 denuncias de hechos en su contra ante la Procuraduría General de la República desde la Auditoría Superior de la Federación.
También hubo triangulaciones de convenios entre la Universidad Autónoma de Zacatecas, la UPSZ, y la Sagarpa, en los que se subcontrató y repitió resultados de estudios.
“En la ejecución de la auditoría, la UAZ proporcionó los mismos entregables que la Sagarpa, correspondientes a los 36 convenios; sin embargo, en su contenido se observó que 32 de ellos fueron extraídos de diversas páginas de Internet, y por tanto, no fueron realizados por la UAZ, por los proveedores ni por los prestadores de servicios contratados, no obstante la universidad distribuyó a través de diversos pagos, los recursos otorgados por la Sagarpa a empresas y personas físicas, sin que se llevaran a cabo los trabajos para los cuales fueron contratados.
El resultado de estas irregularidades es de un daño al erario de 219 millones de pesos.
Otro caso irregular fue el de los resultados de un estudio que fueron plagiados de interne, y cuyo monto fue de 34.5 millones de pesos. La Sagarpa no supervisó la realización de los mismos ni la calidad de lo entregado.
Programas como fomento a la agricultura, componente procafé e impulso productivo al café; fomento a la agricultura, componente programa de incentivos para productores de maíz y frijol; de innovación, investigación, desarrollo tecnológico y el de productividad y competitividad agroalimentaria, están involucrados en irregularidades.
Mientras tanto, el campo mexicano continúa sumido en la pobreza, pequeños campesinos son asfixiados con un mercado de precios determinado por grandes productores (nada amables con el medio ambiente) y Peña Nieto favorece a sus amigos empresarios con cientos de millones de pesos para el desarrollo de grandes supuestas cadenas de valor.
La Sagarpa también pagó a proveedores sin tener constancia de entrega de bienes, se pagaron proyectos que no se realizaron y hubo beneficiarios que no confirmaron haber recibido apoyos registrados como liberados.
También se perdieron 19 millones de pesos en facturas entregadas por una empresa rural ubicada en una casa abandonada, el caso de Simone Productora Rural. La ASF informa que empresas declararon contar con varios millones de pesos para aspirar a contratos cuando en realidad las cuentas estaban casi vacías; y en otros casos, entregaron facturas expedidas antes de que se iniciaran los programas del cual serían beneficiarios.
El nivel de corrupción que presenta la Sagarpa, similar al de todas las demás Secretarías federales, puede orientarse hacia actividades proclives a sobornos, abusos de poder, usos indebidos de atribuciones, cohecho, falsificación y demás delitos que ya se han encontrado en otras auditorías de la dependencia.
Con información de La Jornada y Contralínea