Regeneración, 27 de octubre del 2015.-El priista Héctor Astudillo Flores rindió protesta este martes como nuevo gobernador de Guerrero; asume el mandato en medio de una crisis de seguridad generada por la delincuencia organizada, así como social y financiera, este último con pasivos superiores a los 18 mil millones de pesos.
En su primer mensaje en el pleno del Congreso local, ya como gobernador del estado, se comprometió a privilegiar el Estado de Derecho sin excepción; anunció una restructuración radical de los cuerpos policíacos, a combatir la corrupción, la impunidad, la inseguridad provocada por el crimen, así como la pobreza.
En Guerrero urge la gobernabilidad, un nuevo pacto con la sociedad, que se traduzca en el diálogo y acuerdos. Exigió austeridad, sensibilidad y atención respetuosa a los ciudadanos.
Ofreció cambiar las cifras de la vergüenza, del segundo lugar en pobreza extrema, de un Guerrero en primer lugar como el estado más peligroso del país, así como en primer lugar en la producción de la goma de opio y el primer lugar en corrupción.
Aseguró que habrá absoluto y transparente manejo de los recursos públicos. Hoy dijo, recibe una administración estatal con pasivos superiores a los 18 mil millones de pesos, que representan gastos inadecuados en la Secretaría de Educación Guerrero y en Salud; se han desviado recursos de los programa sociales para otras acciones.
Astudillo Flores señaló que hoy los problemas de Guerrero requieren de audacia y decisión para encararlos, porque la pobreza crece, se ha perdido la confianza en los políticos. La anarquía, el miedo y la desesperación generada por la descomposición social han prevalecido hasta ahora.
Héctor Astudillo Flores será el gobernador número 83 de la historia de Guerrero, y arriba en condiciones adversas por la crisis generada por la inseguridad, las movilizaciones sociales.
El gobernador, afirmó que el caso Ayotzinapa provocó una crisis social en el estado, en el caso es urgente la aplicación de la ley a los responsables, y justicia a los familiares; se pronunció porque hechos de esta naturaleza no se repitan. Ayotzinapa, admitió, es una herida abierta en la conciencia nacional.
En la postura de los siete partidos políticos representantes en el Congreso local, se urgió la atención a la inseguridad, pobreza y rendición de cuentas; y de ser necesario la aplicación de la ley contra quienes mal manejaron los recursos públicos.