Según HWR, y a pesar de las cifras oficiales, la mayoría de los “expulsados” no se han marchado, y añade que algunos de los que han regresado a sus países “han sido torturados y perseguidos por traición, por haber estado en Israel”.
11 de septiembre de 2014.-Israel ha obligado ilegalmente a cerca de 7000 emigrantes eritreos y sudaneses a regresar a sus países de origen, donde muchos de ellos habían sido perseguidos, según ha denunciado el 9 de septiembre de 2014 la asociación humanitaria internacional Human Rights Watch (HWR).
Según cifras de la ONU, en el estado hebreo hay unos 53.000 refugiados y solicitantes de asilo, la mayoría de los cuales han entrado por la frontera con Egipto. De ellos, unos 36.000 proceden de Eritrea, un país donde el gobierno es frecuentemente acusado de violar gravemente los derechos humanos; alrededor de 14.000 han llegado huyendo de los conflictos internos en Sudán.
De acuerdo con la denuncia de HWR, las autoridades israelíes han negado a esos emigrantes poder acceder a un procedimiento eficaz para conseguir asilo político, dedicándose en cambio a denunciar que no tienen los papeles en regla y a detenerles ilegalmente, amenazándoles con prolongar indefinidamente esa detención, lo que ha obligado a salir del país a millares de ellos.
Para la organización de defensa de los derechos humanos, “esta forma de tratar a los emigrantes destruye en ellos cualquier esperanza de conseguir protección y seguridad, las autoridades utilizan la complicada legislación israelí para desanimarles y conseguir que abandonen el país voluntariamente”.
Según HWR, y a pesar de las cifras oficiales, la mayoría de los “expulsados” no se han marchado, y añade que algunos de los que han regresado a sus países “han sido torturados y perseguidos por traición, por haber estado en Israel”.
Solicitantes de asilo africanos detenidos en la cárcel para inmigrantes ilegales Holot (desierto del Negev)
HRW y otras ONG han denunciado muchas veces al estado hebreo por su política de inmigración y el trato que da a los solicitantes de asilo africanos, en especial los que se encuentran en el centro de internamiento de Holot, en pleno desierto de Neguev (al sur), donde pueden permanecer hasta un año sin que les vea un juez. En 2013, las autoridades israelíes expulsaron a cerca de 4000 emigrantes ilegales y construyeron un valla disuasoria, con los últimos avances en alta tecnología, a lo largo de la frontera con Egipto, según informa la página aufait.com.