El proyecto de Luis Enrique Salazar y Jorge Pablo Zárate Batres, consiste en crear un robot que identifique paredes y la línea guía de una colorida pista con el fin de recoger los cubos que se le indiquen según los colores programados.
Regeneración, 07 de noviembre de 2016.- Como muchos estudiantes de su edad, Luis Enrique Salazar y Jorge Pablo Zárate, disfrutan del estudio, se divierten con los videojuegos y también gozan de las actividades de la robótica. Ambos estudiantes representarán a México en la Olimpiada Mundial de Robótica en Nueva Delhi, India, a realizarse del 25 al 27 de noviembre próximos.
Con 14 años de edad estos jovenes, quienes forman parte de la escuela de alto rendimiento de RobotiX, organización mexicana pionera en educación tecnológica, presentaron un proyecto que les permitió llegar a la Olimpiada de robótica en la India. Su proyecto consiste en crear un robot que identifique paredes y la línea guía de una colorida pista con el fin de recoger los cubos que se le indiquen según los colores programados.
«Nosotros construimos el robot desde cero según las especificaciones de la competencia”, explica Luis Enrique.
Calificar para esta competencia no fue cosa fácil, señalan los estudiantes, pues la dedicación de ambos comenzó desde febrero, su entrenamiento fue de tres a cuatro horas entre semana y en fin de semana hasta ocho horas al día. Junto a su entrenador, Ignacio Salazar, realizan todas las pruebas para conocer el mejor rendimiento del robot.
El proceso de competencia por el que tuvieron que pasar inició a nivel regional, después fue al nacional y así fue como obtuvieron su pase al mundial.
Explican que aún así, su participación en la India todavía no está completamente definida, ya que «no contamos con recursos, ni con patrocinadores, por lo que estamos buscando el apoyo de otras personas», señala Luis Enrique.
Estos jóvenes se han dado a la tarea de iniciar una campaña a través de las redes sociales, en la página de Facebook ‘Rumbo a la India’ y el sitio web www.soyrobotix.com, que tiene como finalidad la búsqueda de donaciones. Comentan que se requieren de 180 mil pesos para gastos de transporte, hospedaje y alimentos.
«Haber clasificado a la Olimpiada es un gigante honor porque vamos representando a México, es para demostrarle al mundo que sí hay talento en México”, asegura Jorge Pablo.
Lo que más apasiona a los jóvenes de la robótica son las aplicaciones, y su proyecto las tiene en la vida diaria, específicamente en el reciclaje, pues se podría construir un robot a gran escala que separe la basura al reconocer los contenedores.
«Lo que me gusta de la robótica es aplicar la tecnología para crear cosas nuevas que en un futuro ayuden a la gente”, comenta Jorge Pablo.
Para Luis Enrique el beneficio que pueda darse a la sociedad es uno sus sueños “Me gustaría crear un medio de transporte que ayude al ambiente”, señala.
Luis Enrique es el más experimentado, comenzó a estudiar robótica a los cinco años y el año pasado asistió a la Olimpiada Mundial realizada en Doha, Qatar. Esta participación le ayudó a mejorar sus habilidades.
Jorge Pablo entró a Robotix hace apenas cuatro años, pero su talento le permitió estar a nivel de competencia y este año se unió a Luis Enrique para trabajar juntos en el proyecto.
«El trabajo en equipo es esencial para todo lo que se haga”, comenta Jorge Pablo. Luis Enrique reconoce que se complementan, “soy bueno en la programación, pero no podría complementarlo todo en el diseño”, que es la parte que mejor maneja Jorge.
Sin embargo, Luis Enrique reconoce que hace falta el apoyo de las instituciones para explotar ese talento. Opina que la robótica se debería implementar en los planes de estudio porque es el futuro de la sociedad.
«En algún momento de la historia todo va a ser con robots, sería bueno que desde ahora la gente aprendiera a manejarla”, señala.
Pese a las dificultades, ambos jóvenes se mantienen positivos y seguros de sí mismos,
«Sin importar qué tan grande es un sueño es posible si le echas ganas”, asegura Luis Enrique.
«Se necesita persistencia, seguirle, estar ahí y no dejarlo hasta que logres lo que quieras”, concluye Jorge Pablo.
Con información de Excélsior