Una vez ahogado el auto, quieren tapar el pozo. La tragedia del socavón en el Paso Exprés Cuernavaca, pudo haberse evitado. Pero pudo más la corrupción y la negligencia.
Por Jesús Ramírez Cuevas
Regeneración, 17 de julio de 2017. La caída de un auto en el hoyo que se abrió en vía Paso Exprés de Cuernavaca y la muerte de dos personas fueron resultado de una cadena de corrupciones y negligencias.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes supo a tiempo lo que estaba pasando en la vía y no hizo nada. El titular de la SCT se lavó las manos y culpó a las lluvias y a la basura. Y actuó con negligencia en el rescate de quienes cayeron al socavón.
El amanecer del 12 de julio se hundió el Paso Exprés de Cuernavaca,
inaugurado tres meses antes por el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Graco Ramírez.
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, presumió el 5 de abril que la obra “resistiría perfectamente bien” el paso de más de 100 mil vehículos diarios y no estaría sujeto a mantenimiento “en un largo tiempo”.
Una obra muy importante para la conectividad […] Abre de cuatro carriles a 10 carriles este paso […] 14 kilómetros de longitud construidos con concreto hidráulico, a efecto de que tenga una larga durabilidad, un bajo mantenimiento”, dijo Ruiz Esparza.
“Estamos entregando una buena carretera, una gran autopista, que se puede recorrer de una manera rápida y segura”, aseguró entonces el Presidente Peña.
Con esas palabras, el Paso Exprés fue abierto en su totalidad para que los usuarios pudieran cruzar Cuernavaca en aproximadamente 10 minutos.
Pero la realidad las desmintió. Por desgracia para Juan Mena López y Juan Mena Romero, padre e hijo que viajaban en su automóvil el 12 de julio a las 5.15 de la mañana, cuando cayeron en un socavón en la nueva autopista provocado por la mala construcción de la obra y mal supervisada por la SCT.
Negligencia mortal
Una vez ocurrida la tragedia, la SCT de nuevo fue negligente y prácticamente dejó morir a las víctimas.
Juan Mena hijo se comunicó con un compañero de trabajo para avisarle que habían tenido un accidente poco después en la oquedad.
La última persona que habló con Juan Mena Romero fue su novia, Esmeralda Gómez, a las 5:38 horas. Le avisó que el auto en el cual viajaba con su padre había caído a un hoyo y le pidió que buscara ayuda. Ella llamó a todos los números de emergencia. Esmeralda llegó al socavón antes de las 8 horas, pero la tardanza de las autoridades impidió rescatarlos.
Sergio Martínez, propietario de La Casa del Pavo, donde trabajaban sus familiares, informó que apoyaron a los dos hombres, quienes avisaron por teléfono a un compañero de trabajo que habían caído a un hoyo. “De ahí se perdió todo contacto”, dijo.
De acuerdo con la necropsia, las víctimas estuvieron vivas entre dos y tres horas. Según vecinos de la colonia Chipitlán, las labores de rescate comenzaron cinco horas después del accidente.
“Esa tardanza fue mortal”, señalaron familiares.
Sonia Mena, hija y hermana de las víctimas, demandó justicia. Ambos señalaron que lo ocurrido fue por negligencia de las autoridades. “Pedimos saber quiénes son los responsables”, subrayó el empresario.
Desde que comenzó la construcción del Paso Exprés de Cuernavaca en 2014, han ocurrido unos 20 accidentes, informaron los vecinos.
Antes del socavón, vecinos y autoridades locales reportaron a la SCT sobre el colapso en la vía “debido a las fuertes lluvias y a los riesgos por las malas obras en las tuberías”. Pero las autoridades hicieron caso omiso.
Corrupción Exprés
El socavón sacó a la luz la corrupción del gobierno federal, la SCT y las empresas Epccor y Aldesa-OHL.
El contrato de construcción de El Paso Exprés de Cuernavaca fue asignado a las empresas GUTSA y Aldesa (socia de OHL, una de las favoritas de Peña Nieto).
La obra se planeó en mil 050 millones de pesos, pero al final se retrasó un año la entrega de la obra y el costo se elevó al doble: 2 mil 213 millones pesos, alegando drenajes y tuberías.
GUTSA ganó en consorcio con Sacyr Construcciones, la licitación para construir la losa de cimentación del centro de transporte terrestre del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El contrato fue de un monto de mil 399 millones de pesos.
En tanto que Aldesa, la otra empresa que construyó el Paso Exprés, ganó en consorcio, el contrato para construir la torre de control del NAICM por mil 242 millones de pesos.
Aldesa ha hecho obras subterráneas como el Túnel Emisor Poniente II en el Estado de México. Tiene las concesiones de las autopistas Siglo XXI en Morelos y la de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal, en Chiapas.
Aldesa en ocho años se convirtió en una de las principales empresas en México con contratos superiores a los 7 mil 500 millones de pesos.
Aldesa cuenta con actividad en 23 estados y entre sus proyectos más emblemáticos son: la Construcción de Autopista Durango-Mazatlán, carretera Chalco-Cuautla, carretera Acayucan-La Ventosa, carretera Jala-Puerto Vallarta, libramiento Coatepec, carretera Estación Don-Nogales, puente Los Monos III, puente del Beltrán y talleres y cocheras para Tren Ligero Guadalajara
De igual manera Aldesa cuenta con Obras de Edificación como: terminal 2 Aeropuerto Internacional de los Cabos, ampliación Terminal 3 y 4 del Aeropuerto Internacional de Cancún, Torre Reforma, Centro Operativo BBVA Bancomer, Torre Mapfre Reforma y Corporativo Bayern.
El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, se ha encargado de las obras a cargo de los gobiernos del Grupo Atlacomulco. Comenzó en la administración del tío de Peña Nieto, Alfredo del Mazo, quien ha estado involucrado en el conflicto de intereses por la Casa Blanca y Grupo Higa, la licitación del Tren México-Toluca y la revocación del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro.
El titular de la SCT ha llevado la relación con empresas cuestionadas y bajo sospecha, como Grupo Higa y OHL México.
Ruiz Esparza ha negado todo, pero su responsabilidad en el caso del socavón es inocultable.
Ha quedado claro que la corrupción mata y este socavón que destapa corruptelas y negligencias, es un vivo ejemplo del México de hoy y de los bribones que nos gobiernan.