La Jornada, 29 de julio de 2015. Con ‘‘rapidez inusual’’, dos trascabos levantaron en menos de tres días la piedra de bola colocada alrededor del jardín de La Conchita, que protege de vibraciones inmuebles históricos como la Casa de la Malinche y el Convento de los Camilos.
Sin autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que sugirió su conservación, la delegación Coyoacán procedió al retiro de la piedra en camiones de volteo para llevarla a una bodega cerca del Estadio Azteca, donde ingresó como si fuera cascajo, cuando tiene alto valor histórico y monetario.
El alto precio que alcanza en el mercado, por su escasez, ‘‘nos hace pensar que la harán perdediza y terminará en la casa de un funcionario o en la basura, por la ignorancia mostrada al llevársela, cuando se trata de una piedra de la época de la Colonia’’, afirmaron vecinos.
Rina Lazo, presidenta de la Asociación por Conservación y Defensa del Barrio de La Conchita; Héctor Zubiaur y Luz González, del Comité para la Defensa de la colonia Del Carmen Coyoacán, y Leticia Perdiz, de Zonas de Monumentos Históricos, se colocaron de manera intempestiva frente a los trascabos, que pararon sus trabajos de excavación.
Dicha acción obligó a que arribara al lugar una mujer que se identificó como ‘‘Sara, directora general de obras’’, quien ordenó suspender los trabajos hasta nueva orden. ‘‘Les presentaremos la autorización del INAH, para que vean que no existe ningún problema y se tendrá una reunión con Seduvi (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda), pero sin la presencia de medios de comunicación’’, dijo la funcionaria.
Los reporteros ‘‘deben pedir autorización a comunicación social y si les dan, hablamos; de lo contrario exigimos se retiren’’, señaló a los representantes de La Jornada yCapital 21, pero los vecinos les pidieron que se mantuvieran en el lugar para conocer la posición de la autoridad delegacional.
La artista plástica Rina Lazo, propietaria de la Casa de La Malinche, explicó que la semana pasada Saúl Torres, secretario particular del delegado suplente, Salvador Frausto Navarro, se comprometió a que ‘‘no se retiraría la piedra, pues no habría ninguna pavimentación en la zona’’. El sábado, sin embargo, empezaron a levantar el empedrado y la piedra de bola, colocada para evitar vibraciones en los inmuebles históricos por el paso de vehículos pesados, ‘‘y ahora vemos que hay una piedra mucho más antigua que se están llevando a una bodega’’.
Dichos trabajos, precisó, ‘‘no tienen razón de ser, porque se debería respetar y conservar este entorno del jardín de La Conchita para no alterar su carácter histórico y colonial; es la parte más antigua, donde los conquistadores, encabezados por Hernán Cortés, se aposentaron por primera vez’’.
El retiro de la piedra, explicó a su vez Héctor Zubiaur, crea un vacío que puede debilitar las construcciones que están alrededor, porque por muchos años estuvo compactando la Casa de La Malinche, el Convento de los Camilos y la iglesia de este mismo barrio, que lleva cuatro años en restauración.
La rapidez de los trabajos es ‘‘sospechosa, pues no cuantificaron la piedra bola en metros cúbicos, cuando dicen que la regresarán, lo cual dudamos. Cada vez es más valiosa y escasa, a ver a casa de quién parará. Hay una falta de sensibilidad de la autoridad, que viene a Coyoacán a tomarlo como botín político, económico y social, lo cual no se vale”, dijo.
De acuerdo con la delegación, precisó, las obras llevarán cuatro meses, porque “siempre aparecen vestigios prehispánicos y el INAH los clasifica mientras se hace la investigación, lo cual debieron hacer aquí’’. Agrega que ‘‘no hubo consenso con la gente y no vamos a permitir que continúen si no conocemos el proyecto’’, advirtió.
Por su parte, Leticia Perdiz informó que los vecinos acudieron a la bodega ubicada cerca del Estadio Azteca, donde sin una bitácora de ingreso se tiene la piedra bola como cascajo. Debido a ello, se solicitó la presencia de personal del INAH para saber si hay autorización.
María de la Luz Moreno y Juan Cervantes, de Salvaguarda Arqueológica, arribaron a la zona de obras e informaron ‘‘que no habían sido avisados con anterioridad para trabajar en el sitio, donde no estimaban que hubiera vestigios, como sí se tiene documentado en la calle Fernández Leal, que también será intervenida’’, comentó Perdiz. Hoy, ‘‘no existe un documento que avale la autorización del INAH e información clara sobre sus alcances, costos y posibles daños’’.
Luz González precisó que La Conchita, junto con Villa Coyoacán y Santa Catarina, fue declarada en la década de los 30 zona patrimonial, mientras la calle Higuera, colindante a la obra, es la más antigua del Distrito Federal. Por ello, Adriana Cañibe, vecina de la zona, informó al coordinador de Monumentos Históricos del INAH, Arturo Balandrano, sobre las obras y el deterioro de la iglesia, cuya restauración se encuentra parada desde hace ocho meses por falta de fondos.