De la zaga del videojuego Assassin´s Creed el nuevo juego intentará capturar a los amantes de las consolas evocando la Revolución Francesa.
Regeneración, 16 de noviembre, 2014 . Con el nombre de “Assassin´s Creed Unity” apareció un nuevo videojuego en el que el jugador puede participar en la revolución francesa.
El diseño del videojuego contó con la colaboración del historiador Maxime Durand, que definió el trabajo como un “desafío». Durand explicó: «Queríamos recrear la Revolución Francesa con las consolas de nueva generación porque hay cosas que no podíamos hacer. Por ejemplo, reproducir toda una ciudad a escala real».
Paris es el escenario del videojuego, una ciudad que hierve de violencia y de miedo, un pueblo enloquecido ante la crisis y la injusticia. Ahí, el jugador se introduce como un asesino de una orden secreta. «Queremos contar todos los matices grises que hay en este período. Y hacerlo de forma sutil», detalló Durand.
El jugador participará en La Toma de la Bastilla y otros episodios, pues el videojuego abarca los 10 años del conflicto. «El jugador la vivirá de dentro a afuera. Estará en los calabozos de la prisión y, si no conoce mucho el episodio, no se dará cuenta de que estaba en la Bastilla hasta el final».
Allí en la Bastilla se encontrará el usuario con una de las grandes y oscuras figuras de la historia del humanismo: el Marqués de Sade. «Será nuestro personaje ambiguo, con gancho y jugará un papel carismático similar al que encarnó Leonardo Da Vinci en otros juegos de la saga. Es un secundario recurrente en el juego de mucha importancia», desveló Durand. También lo será Robespierre, principal personaje de la llamada “Época del terro”, que duró 10 meses y en la que la guillotina hizo rodar más de 15 mil cabezas en las plazas de París bajo la acusación de traicionar a la Revolución.
El director creativo del proyecto es Alexander Amancio. Respecto a la Revolución Francesa refirió: «Fue extraordinariamente sangrienta. Un tiempo de horror en el que nadie estaba a salvo. Un hombre podía acabar en la guillotina por la mala fe de su vecino». Pero para Amancio hay otra cara de la moneda que hace a la Revolución Francesa un manjar de la ficción tan suculento como para llevarla a los videojuegos: «[Fue] el primer alzamiento genuinamente comunista. La primera vez que las mujeres reclamaron el poder. La primera vez que se enunciaron claramente los derechos civiles que en Occidente damos por hecho. Y, también, la primera vez que se vivió el moderno estado policial, con juicios como espectáculo de masas, soplones y ejecuciones públicas».
En el juego destaca la minuciosa recreación de lugares tan emblemáticos como Versalles o Notre Dame. Pero también de la vida del barrio. «No tiene nada que ver moverse por unos lugares u otros. El aspecto sucio, decadente de París en los barrios pobres contrasta con la opulencia de los ricos. Y también el tipo de personas que vemos por las calles y qué oficios practican», subraya el historiador Durand. Además, uno de cada cuatro edificios del juego puede visitarse, uno de los aspectos favoritos de Durand: «Porque nos permite recrear el día a día mundano de todas las clases sociales de París».
Las gentes que los habitan fue el otro gran reto tecnológico. En el videojuego se recrearon a las masas de miles de personas en pantalla, alzando el puño por la libertad, igualdad y fraternidad, pero no son solamente personajes acartonados. El videojuego permite al usuario interactuar con ellos. “Por primera vez, ahora es posible cruzarse en el camino de muchos individuos. No estamos limitados a la trama principal. Hay todo tipo de historias ocurriendo en París».