Las inundaciones de Tabasco son provocadas, intencionalmente, por el desfogue de las presas del río Grijalva, que acumulan agua por comprar la electricidad a empresas extranjeras.
Las presas hidroeléctricas La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas, deben generar electricidad para desalojar el agua de sus embalses. En 2010 produjeron menos energía que en los últimos 8 años, a pesar de los pronósticos de lluvias extraordinarias. Ni en 2007, cuando se inundó Villahermosa, fue tan baja la turbinación.
Las hidroeléctricas del país trabajan por debajo de su capacidad, pues se compra 40% de la electricidad del país a particulares y extranjeros, encareciendo tarifas y provocando desastres.