Las luchas por la defensa del territorio en la sierra nororiental de Puebla

Por María Luisa Albores González.

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Cuetzalan, Puebla

Regeneración. Enero 15, 2014.- La Sierras Norte y Nororiental del estado de Puebla son reconocidas a nivel nacional e internacional por la gran riqueza que les proporciona la biodiversidad existente.

La gran riqueza biológica que tenemos, quienes vivimos en estas tierras, se debe en buena medida a la alta precipitación pluvial ocasionada por la llegada de los vientos  provenientes del Golfo de México y los llamados “Nortes” que se presentan cargados de humedad y al chocar con las ondulaciones de las sierras, se precipitan en forma de lluvia. La precipitación promedio anual supera los 4,000 milímetros.

Pero sobre todo, ésta biodiversidad ha sido mantenida por los grupos indígenas de la región, mediante una relación estrecha y respetuosa que han expresado las comunidades en su relación con el medio. Estudios realizados por diversos investigadores, han demostrado que esta cosmovisión expresada en las prácticas campesinas y sus sistemas de cultivo (especialmente milpas y cafetales), dan como resultado una diversidad útil de productos para beneficio de los seres humanos, pero que también son sustento a los seres vivos propios de la flora y fauna local. Así, la riqueza en biodiversidad está estrechamente ligada a la riqueza cultural de su población, que en más del 70% son indígenas de las culturas nahuat y totonaku, quienes también han conservado usos y costumbres que les han permitido recrear su Identidad  a través de la lengua, música, vestimenta, danzas, gastronomía, etc.

En los últimos años las Sierras Norte y Nororiental de Puebla se han visto amenazadas por la avalancha de proyectos que poderosas empresas nacionales y transnacionales quieren echar a andar y que, de lograrlo, dañarían severamente la riqueza biocultural de la que gozamos los casi 600 mil habitantes serranos. Dichos proyectos contemplan más de 25 concesiones para desarrollar la minería a cielo abierto, alrededor de 10 presas hidroeléctricas, la construcción de varias “ciudades rurales sustentables” y la instalación de tiendas Walmart.

Los proyectos están íntimamente relacionados entre sí: la explotación minera requiere de grandes volúmenes de agua y del uso excesivo de energía eléctrica que serían abastecidas por las presas; en las ciudades rurales serían reubicadas las familias que viven en los terrenos afectados por las presas y las minas, quienes dejarían de ser productores para convertirse en consumidores de las tiendas de autoservicio.   

Para tener una idea de los daños que dichos proyectos ocasionarían, sirva como muestra considerar las consecuencias ecológicas y sociales que provocan las actividades mineras. Para aprovechar una mina a cielo abierto se debe volar la roca, triturarla y luego centrifugar y «lavar» con cianuro el mineral pulverizado. Estas actividades requieren enormes cantidades de agua, de  energía eléctrica, de explosivos y de productos químicos. De acuerdo datos del investigador Eckart Boege, para obtener un metro cúbico de oro se tienen que desplazar 120 millones de toneladas de tierra y de roca, utilizando 35 000 toneladas de explosivos para volar la piedra. En el transporte y la trituración del mineral, se gastan 144 millones de litros de diesel, mientras que el lavado del mismo requiere 10 millones de litros de agua, a la que se le deben de agregar 700 toneladas de cianuro y de mercurio, dos productos extremadamente tóxicos. El cianuro mata inmediatamente a los humanos y a los animales, mientras que el mercurio envenena lentamente, provocando la célebre «enfermedad de Minamata», que ataca el sistema nervioso de los humanos. Las fosas de lixiviación, tarde o temprano tienen fisuras y contaminan el manto freático del que provienen el agua potable y los afluentes de toda una cuenca hidrográfica.
 
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Foto de Pintura de la Biodiversidad de un cafetal en Cuetzalan, del Centro de formación Kaltaixpetaniloyan, Cue. Pue.


Vale la pena recordar que las Sierras Norte y Nororiental de Puebla son la cuna del heroico batallón, conocido como “los Zacapoaxtlas”, que contribuyó a derrotar al ejército francés en la gloriosa batalla de Puebla del cinco de mayo de 1862. Emulando a estos antepasados, quienes actualmente habitamos las tierras serranas nos hemos estado uniendo y organizando para dar la lucha en defensa de nuestro territorio y de nuestra identidad. Las batallas que hemos ganado hasta la fecha son las siguientes:

1.- Los habitantes del municipio de Cuetzalan lograron que el cabildo negara el permiso para el cambio en el uso del suelo al grupo Walmart, quien pretendía instalar una de sus tiendas en la cabecera municipal. La base de esta resolución fue el Dictamen que para ese fin elaboró el Comité del Ordenamiento Territorial Integral. 

2.- En San Miguel Tenextatiloyan, del municipio de Zautla, se detuvo la construcción de la primera, de un total de 48 “ciudades rurales sustentables” que había programado establecer el actual mandatario estatal durante su período de gobierno.

las luchas por la defensa del territorio en puebla3.- En el municipio de Tetela de Ocampo se formó la asociación “Tetela hacia el Futuro” para oponerse a los trabajos que había iniciado la minera Frisco, propiedad del Señor Carlos Slim. A través de foros informativos la población cobró suficiente conciencia para presionar al gobierno del estado a que hiciera el compromiso de detener la apertura de la mina. Para ello han contado con el apoyo de su actual presidente municipal, quien no sólo se ha opuesto a otorgar los permisos para el cambio en el uso del suelo, sino que ha pedido que los terrenos se declaren «zona protegida».

    4.- Quienes viven en el municipio de Zautla se organizaron, junto con todas sus autoridades comunitarias y municipales, para cancelar los trabajos que ya estaba realizando una empresa China en la mina “La Lupe”, ubicada cerca del pueblo de Tlamanca.  Le dieron 24 horas para que recogiera sus máquinas y se marchara.

    5.-  Los habitantes de la comunidad de Zaragoza, del municipio de Olintla, se plantaron frente a la maquinaria que iba a ser utilizada para abrir un camino, que permitiría el acceso al lugar donde una empresa del Grupo México pretende construir una presa hidroeléctrica en el río Ajajalpan. Hasta hoy la maquinaria sigue detenida.

    las luchas por la defensa del territorio en pueblaCompartir estas luchas y sus logros es motivo de alegría de quienes vivimos en las Sierras Norte y Nororiental  de Puebla, pero también nos permite reafirmar nuestra disposición a seguir adelante. Así como nosotros nos sentimos orgullosos de nuestros antepasados porque tuvieron el valor y arrojo para enfrentarse a los invasores franceses, queremos que nuestros hijos y nietos también se sientan orgullosos de nosotros por las lucha que nos toca dar hoy y en los próximos años, en contra de las empresas invasoras que pretenden apoderarse de las riquezas que la naturaleza nos ha prodigado. No tenemos ningún derecho de heredarles contaminación, miseria, enfermedades y muerte.

María Luisa Albores González.

 
* Imagen: http://www.flickr.com/photos/archivodeproyectos/4996596795/sizes/m/in/photostream/