«Las privatizaciones no son la solución, son el problema»: Martí Batres

Discurso Martí Batres Guadarrama, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional(MORENA) durante la Asamblea Nacional que llevó a cabo en la Ciudad de México.

discurso-martiAquí estamos. Antes que nada, los primero, bienvenidos todos los que vienen de los estados, muchos desde muy lejos y a los de la Ciudad de México.

Dice Enrique Peña Nieto que hay que ser audaces y romper inercias.

Dice que es indispensable aprobar sus reformas estructurales, energética y hacendaria, aprobar sus privatizaciones, para que haya crecimiento y empleo.

Pero no podemos creerle.

Si eso fuera cierto. Si así fuera, México no estaría creciendo al 1 por ciento este año sino al 6 por ciento.

Después de la expropiación del petróleo, en 1938, y hasta 1981, México creció más de seis puntos cada año. Pero de 1982 al 2012 la economía se estancó

La economía mexicana dejó de crecer cuando empezaron las privatizaciones, ¡Y ya llevamos 30 años de privatizaciones!

Se privatizaron empresas automotrices, alimenticias, de telefonía, fertilizantes, café, tabaco, tortilla… Se privatizaron ingenios azucareros, televisoras, radiodifusoras, cines, teatros, bancos, puertos, aeropuertos, aerolíneas, carreteras, siderúrgicas, minas, ferrocarriles, servicios de mensajería, comunicación satelital, petroquímica básica y hasta la generación eléctrica.

Y aprobaron decenas de «reformas estructurales»:

– Apertura de 100 por ciento a la inversión extranjera

– Tratado de Libre Comercio

– Comercialización del ejido

– Aumento del IVA del 10 al 15 por ciento

– Entrega del sistema de pensiones a los bancos

– Fobaproa

– Reforma laboral

– Reforma en telecomunicaciones

– Extranjerización de las playas

– Y entre muchas otras, una reforma educativa para destruir el empleo de los maestros del país.

Los gobiernos neoliberales han hecho lo que han querido. Pero sus privatizaciones y reformas no han servido a México para nada.

Todos sus números son rojos:

– Medio millón de mexicanos se va a Estados Unidos cada año.

 – 75 por ciento de los jóvenes no puede entrar a la universidad.

– 60 por ciento de los mexicanos no tiene seguridad social.

– Dos de cada tres adultos mayores no tienen pensión.

– 61 por ciento trabaja en la economía informal.

– El salario perdió el 79 por ciento de su poder adquisitivo.

– 96 millones de mexicanos vive en pobreza o en carencia.

– De la venta de las empresas públicas la nación obtuvo 30 mil millones de dólares, pero por el rescate de las empresas privatizadas quebradas gastó 90 mil millones de dólares.

Sólo a una pequeñísima minoría le fue bien:

– En 1991 los tres hombres más ricos de México  juntaban una fortuna de 4 mil millones de dólares. Y para el 2011, 20 años después, los tres hombres más ricos de México ya juntaban 100 mil millones de dólares.

Ahora quieren otra reforma privatizadora, la peor, la más nefasta, la más destructiva. Para eso hicieron el Pacto por México.

 Quieren entregar a manos privadas la más importante industria y la única que le queda a la nación. Si lo hacen el golpe será terrible.

 México obtiene de petróleo 100 mil millones de dólares cada año, y gracias al presidente Lázaro Cárdenas esos recursos van al presupuesto del país.

Sin petróleo no habrá presupuesto. Con las ganancias del petróleo se pagan los salarios de los maestros, los sueldos de los doctores del Seguro Social, las pensiones de los jubilados del ISSSTE, los libros de texto gratuito, la construcción de escuelas, hospitales, caminos, tomas de agua, banquetas, calles, alumbrado…

Si se aprueba la privatización del petróleo que quiere Peña Nieto, no habrá presupuesto para educación, salud y obra pública , y aumentarían los impuestos a las clases populares y a las clases medias para tapar el agujero en el presupuesto.

Sería un golpe por partida doble: el pueblo recibiría menos y pagaría más…

Por todo ello, no hay razón alguna para creerle a Peña Nieto.

Su propuesta no es el cambio sino la inercia. No hay audacia sino mediocridad.

¡Las privatizaciones no son la solución, las privatizaciones son el problema! ¡Que se vayan a la fregada con sus privatizaciones.

Podemos detener el golpe.

Para ello necesitamos movilización pacífica y organización. La movilización ciudadana es indispensable pues el Congreso de la Unión, salvo honrosas excepciones, está sometido y más maiceado do que nunca.

Necesitamos una organización política que no se rinda, que no se doble, que no se rompa, que no se venda. Y necesitamos también, una organización política para cambiar el rumbo del país.

Hoy podemos parar el golpe como lo hicimos en el 2008, pero mañana volverán a insistir. Hay que terminar con la era de los gobiernos neoliberales. Trabajaremos por cambiar por la vía pacífica  el rumbo de México.

 

¡Viva Andrés Manuel López Obrador!

¡Viva Morena!

¡Viva México!