El sector opositor suma esfuerzos para derogar el estatuto que da carácter legal a la producción de marihuana.
El ambicioso plan sin precedentes del presidente uruguayo José Mujica enfrenta duras críticas.
Regeneración, 1 de agosto 2014.-El ambicioso plan del presidente uruguayo José Mujica de ser la primera nación del mundo en legalizar la marihuana ha recibido duras críticas y el sector opositor apuesta por derogar la ley. La demora en su aplicación genera dudas sobre si el proyecto finalmente se llevará a cabo.
«Estoy convencido de que el actual proyecto no se va a aplicar nunca», dijo a la Associated Press el principal candidato presidencial opositor, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional. Considera que la ley es inaplicable porque las farmacias no quieren vender la droga y nadie querrá registrarse como consumidor.
El estatuto que daría carácter legal a la marihuana se sancionó en diciembre de 2013 y se reglamentó en mayo de 2014, cuando entró en vigencia. Sin embargo, la yerba aún no se ha sembrado, ni se concretó un llamado a concurso entre los interesados a plantarla.
La más importante de las razones de la demora parece ser la dificultad de encaminar un proyecto inédito y con pocas legislaciones para seguir como modelo, además de los percances del gobierno en aspectos básicos como el plazo para tener la yerba en las farmacias.
Por otra parte, la directora de la consultora Cifra, Adriana Raga, opina que en Uruguay hay una cultura de estar en contra de las drogas y no hacer distingos entre ellas. «Para un sector culto, muy pequeño, la marihuana es algo especial. Pero para el resto de los uruguayos, la gran mayoría, todas las drogas son algo malo y la marihuana es otra droga mala más, lo mismo que la pasta base (de cocaína)».
La legislación uruguaya no penalizaba el consumo de droga, pero sí su compra o cultivo. Los estudios de opinión indican una reñida elección entre el candidato oficialista, Tabaré Vásquez, por el Frente Amplio y su contendor más cercano Lacalle Pou.
Las principales consultoras de opinión pública sostienen que la intención de voto a la coalición progresista se ubica entre el 39 y 43 por ciento. Para conseguir mayoría parlamentaria debería recibir casi 50 por ciento de los votos, por lo que el tema de la marihuana es crucial para la campaña de cara a las elecciones presidenciales del 26 de octubre.