El líder del SNTE mandó al grupo de choque actuar si no se favorecía a sus afines: docentes.
Regeneración, 23 de julio 2016.- El grupo de choque que agredió a los maestros disidentes en el congreso extraordinario de la sección 34 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) celebrado en esta ciudad el jueves 14 de julio fue contratado por Alfonso Cepeda Salas, coordinador del Colegiado Nacional de Administración y Finanzas del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de ese gremio, quien fungió además como presidente en dicho acto.
Según el testimonio anónimo de docentes cercanos al SNTE, ese grupo de seguridad tenía la orden de Cepeda Salas de disolver el congreso en caso de que estuviera en riesgo la elección de una persona afín a la fracción institucional.
Ese equipo de seguridad estuvo integrado por personas que trabajan en antros de Torreón, Coahuila, y es coordinado por Jaime del Prado Hoyos, maestro de la escuela primaria anexa a la Normal de Torreón, quien aparece en fotografías y videos tomados en el acto realizado en el hotel Hacienda Baruk.
Maestros que atestiguaron el incidente confirmaron que Del Prado Hoyos fue uno de los agresores e incluso fue grabado quitándose el saco y camisa en uno de los videos que se difundieron en las redes sociales.
Del Prado Hoyos tiene antecedentes de violencia en el sistema educativo. Fue exhibido en septiembre de 2013 en el portal de noticias Código Rojo Laguna, por golpear severamente a un padre de familia.
Otro sujeto identificado en esos hechos violentos es Héctor Vladimir Barraza González, también originario de la ciudad de Torreón, con antecedentes de robo. El Siglo de Torreón, en su edición del 10 de julio de 2015, publicó una nota informativa sobre la aprehensión de Barraza González cuando intentaba robar una agencia de turismo en Ciudad Acuña.
Sillas y pistolas eléctricas vs docentes
El vínculo entre el equipo de seguridad encabezado por Del Prado Hoyos y Cepeda Salas data de años atrás, cuando el funcionario del CEN del SNTE fue integrante del comité ejecutivo de la sección 38 de ese sindicato, con sede en Torreón. Al ser nombrado presidente del congreso extraordinario de la sección 34 del SNTE, Cepeda Salas contrató a ese grupo para vigilar el acceso de los delegados, resguardar la actividad y finalmente agredir a los docentes con sillas, pistolas eléctricas y a golpes.
La participación de ese funcionario en el acto se confirma en el comunicado de prensa que emitió el SNTE el jueves 14 de julio, en el que expone: Mientras se realizaban los trabajos del 25 congreso seccional, integrantes de la Coordinadora (Nacional de Trabajadores de la Educación) interrumpieron el acto democrático, efectuado conforme a lo que dicta el estatuto, motivo por lo que el presidente del congreso, Alfonso Cepeda Salas, declaró la suspensión de los trabajos, pues no había condiciones para continuarlos.
Ese día, ese equipo de seguridad se posicionó en el acceso principal del hotel Hacienda Baruk para vigilar el ingreso de los delegados. Las demás entradas estuvieron resguardadas por la policía estatal y Metropol.
Vestían traje negro y camisa blanca e impidieron el acceso de los medios de comunicación con el argumento de que esa era la instrucción. A los delegados clasificados como institucionales les asignaron gafetes con cordón blanco, beige para los democráticos y negro para los indecisos.
Más tarde, en el salón Fenicia comenzó la votación para elegir a quienes presidirían las mesas de debates. Los representantes del comité ejecutivo contabilizaron más votos en favor de la fracción institucional.
Víctor Hugo Montoya Gómez, dirigente del Movimiento Democrático del Magisterio Zacatecano, pretendió acercarse a la mesa de debates para exigir que los sufragios fueran contados otra vez porque había la certeza que del total de los 378 delegados, 174 eran oficialistas y 204 disidentes.
Integrantes del mencionado equipo de seguridad le cerraron el paso, pero más docentes se sumaron al intento de acceder a la mesa, pero fueron repelidos a golpes y luego con sillas y pistolas eléctricas. El saldo fue de 15 maestros lesionados, seis de ellos trasladados a hospitales cercanos.
Cepeda Salas suspendió el congreso y después, en la madrugada del viernes 15 de julio, fue reinstalado en un salón ubicado en el municipio de Villa de Cos, sólo con la presencia de 24 delegados efectivos y personal de logística del CEN del SNTE. Así, Soralla Bañuelos fue ungida y rindió protesta como secretaria general de la sección 34.
Eran paramilitares: ex procurador
Aquiles González Navarro, ex procurador de Justicia del estado, aseguró que quienes agredieron a los maestros eran paramilitares, es decir, personas con adiestramiento militar que pueden ser parte o no de un organismo de seguridad pública.
Por la forma en que actuaron, fue un grupo paramilitar con el distintivo de la vestimenta. Está claro que fue un grupo de choque preparado para agredir con instrucción paramilitar y esa solamente la tienen los militares o ciudadanos que tienen adiestramiento castrense, dijo.
Puntualizó que los elementos de la policía estatal y de la Metropol que resguardaban el hotel en ese momento incurrieron en el delito de omisión, pues no intervinieron en el altercado.
Marco Vargas, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), explicó que al realizarse la actividad en propiedad privada, la policía estatal no podía intervenir. Requeríamos en ese momento que la propia dirigencia de la sección 34 solicitara a la gerencia del hotel (y ésta a su vez) que ingresara la policía estatal, ya que es quien tiene la posesión legal de esa instalación privada.
Leticia Soto Acosta, procuradora de Justicia, informó: Según lo que hemos logrado investigar (en el contrato del servicio que dio el hotel al sindicato), se dice precisamente que la vigilancia iba a estar a cargo de una empresa de seguridad privada contratada por el propio hotel.
Sin embargo, en la solicitud de la sección 34 del SNTE a la SSP para la presencia de las fuerzas de seguridad en el congreso se establece que solamente sería para vigilar que en el exterior del inmueble no hubiese algún hecho que pusiera en riesgo la realización de la actividad y que para la seguridad interior el sindicato magisterial se haría responsable con personal de seguridad privada.
El propio hotel Hacienda Baruk desmintió que haya sido el responsable de contratar personal de seguridad privada, como lo informó la procuradora, y precisó que el SNTE se hizo cargo de ello, sin injerencia alguna de la empresa.
Información de La Jornada.