Cuauhtémoc Cárdenas propuso una gran movilización nacional con la que se pueda echar abajo la reforma energética, que promueve el gobierno federal en caso de que prospere en el Congreso de la Unión.
El líder moral del PRD participó ayer en la reunión plenaria de la diputación federal de ese partido, con miras a la apertura del periodo extraordinario de sesiones.
Como hizo hace una semana, cuando presentó en el Monumento a la Revolución su propuesta energética, Cárdenas llamó a un ejercicio de consulta ciudadana que sea concurrente con la elección federal del 1 de julio del 2015.
“Si viene la reforma (gubernamental) habría que prepararnos para una gran movilización nacional y para echar abajo esta reforma”, planteó ante la algarabía de sus correligionarios en la Cámara de Diputados.
En posterior entrevista, dijo inclusive que estaría dispuesto a caminar al lado de Andrés Manuel López Obrador en ese propósito.
“Todo el que quiera caminar con nosotros, bienvenido”, apuntó.
Acompañado por Silvano Aureoles, coordinador de la bancada perredista, Cárdenas afirmó que la iniciativa gubernamental es privatizadora, más allá de lo que pueda alegar cualquier defensor.
Por lo pronto, el fundador del sol azteca trajo a escena el artículo 35 de la Constitución, reformado apenas el año pasado, en cuya fracción octava, recordó: “Se dice que los ciudadanos tenemos derecho a votar en las consultas populares, y que estas consultas pueden ser convocadas por nosotros los ciudadanos”.
Cárdenas reparó en el hecho de que ese artículo constitucional carece de reglamentación secundaria, lo que propicia que haya voces del gobierno que dicen que si no está reglamentado no puede llevarse a cabo ninguna acción sustentada en el mismo.
“A mí me parece que no podemos pensar que haya artículos nulos en nuestra Constitución. Viéndose este escenario desfavorable yo diría que habría que organizarnos para reunir las condiciones que conduzcan a que el Estado convoque a una consulta ciudadana, (y) trataríamos de que fuese revocatoria”, agregó.
A juicio de Cárdenas, la reforma más grave y perjudicial que entraña la propuesta gubernamental, es la que se refiere al artículo 28 de la Constitución, cambio que, alegó: “Cancelaría la condición de estratégicas, tanto al sector petrolero como a la electricidad”.