Lo que pasa con la clase política es que carecen de vocación y han pensado que gobernar es administrar y se les ha olvidado que el pasado siempre cobra factura, dice la columnista.
Por Xanat Lapizco
Lo que la clase política no entiende es que hay ideales que mueven más que el dinero.
Lo que la clase política no entiende es que vale más pelear por preservar y asegurar los derechos para todos que conformarse con el beneficio propio inmediato
Lo que la clase política no entiende es que los movimientos sociales se financian con esfuerzo y trabajo, no con el interés de otros.
Lo que la clase política no entiende es que no hay una sola persona que decida y diga hacia dónde ir, sino que ellos mismos han puesto las pautas de la lucha al querer quitar derechos que se han ganado a lo largo de la historia.
Lo que la clase política nunca entenderá es que vale más el compañerismo, el trabajo duro, la autodeterminación y la conciencia tranquila que las movidas por debajo de la mesa, negociaciones fuera de la ley, intimidaciones y persecuciones para infundir el miedo.
Lo que nunca entenderán es como alguien hace lo que ellos no se atreven sin esperar un beneficio propio, cómo alguien más se posiciona a un nivel alto de aceptación social sin tener que vender su alma como ellos lo han hecho, comprometiendo cada paso que dan.
Lo que pasa con la clase política es que carecen de vocación y han pensado que gobernar es administrar y se les ha olvidado que el pasado siempre cobra factura.