Juzgador decretó suspender la construcción del Aeropuerto en Creel hasta que el juicio se resuelva de manera definitiva
Reclaman comunidades serranas afectaciones a su modo de vida; falta de consulta y consentimiento libre, previo e informado
Regeneración, 4 de abril de 2014. Rarámuris integrantes de la Comunidad Bosque San Elías – Repechike, en el municipio de Bocoyna, lograron se decretara suspender la construcción de un Aeropuerto en la localidad turística de Creel.
Gracias a un amparo que interpusieron las y los rarámuris el miércoles 2 de abril, se obliga a la sociedad conformada por un particular y el Gobierno, a detener la obra hasta que concluya de manera definitiva el juicio.
Reclaman las y los serranos la falta de consulta y consentimiento libre, previo e informado, antes de empezar a construir un Aeropuerto en sus tierras.
Acusan que la empresa constructora canceló con tierra y piedras un pozo de agua de uso común, e instaló una malla ciclónica que obstruye el paso de niñas y niños por caminos de uso cotidiano, obligándoles a realizar 4 horas más de camino para llegar a centros escolares.
Protestan además contra la construcción de un gasoducto que pasará por terrenos dedicados al pastoreo de ganado y al cultivo de granos para el autoconsumo sin contar con que “va en contra de nuestra forma de vida también”.
Luis Javier Pérez Enríquez, vocero del Movimiento, indicó que también el patrimonio cultural está en riesgo: «no estamos acostumbrados a eso, es un gran cambio para el hombre, de nuestros pueblos indígenas, no podemos vivir de esa manera”.
A inicios del mes de febrero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) otorgó una concesión al gobierno de Chihuahua y al particular Luis Carlos Sias Enriquez para construir el Aeropuerto de Barrancas del Cobre en el municipio de Bocoyna, uno de los lugares ubicados en lo más alto de la Sierra Tarahumara entre San Juanito y Creel.
Luego de varias protestas por parte de los habitantes de la región, el juez Ignacio Cuenca ordenó la suspensión de las obras del aeropuerto.
«Para la comunidad indígena se trata de un precedente importante para avanzar en el reconocimiento legal de sus derechos, luego de que otros proyectos turísticos en las regiones de la Sierra Tarahumara han afectado su forma de vivir y les han causado daños en la salud y en el medio ambiente», reportó Proceso.
Con información de Proceso, ahoramismo.com.mx, La Jornada. Redacción: A. Luján