Un año después del asesinato de Dee Dee Blancharde, la historia de esta mujer y su hija asesina salió a la luz.
Regeneración, 24 de agosto de 2016.– Aparentemente Clauddine Blancharde “Dee Dee”, era la madre ejemplar para su hija Gypsy, pero después de que hallaron a la mujer apuñalada en su casa, se descubrió que la hija nunca estuvo enferma.
Siete años antes del asesinato, madre e hija vivieron en Springfield, Missouri, lugar a donde se mudaron luego de perderlo todo por el huracán Katrina en Louisiana.
Ya en Missouri, Dee Dee era conocida por cuidar de tiempo completo a su hija adolescente, Gypsy, quien estaba confinada en una silla de ruedas.
Si alguien preguntaba sobre lo que aquejaba a la menor, un listado de padecimientos se acumulaba: defectos cromosómicos, disforia muscular, epilepsia, asma grave, apnea del sueño, problemas en los ojos.
Aunque la niña efectivamente padeció leucemia de pequeña, todas las demás enfermedades no existían realmente, sin embargo, la madre la mantenía bajo medicación con el visto bueno de los médicos.
Incluso, fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas por problemas de vista y de oído; le extirparon las glándulas salivales por una supuesta excesiva secreción. La madre afirmaba que su hija tenía un retraso cognitivo, por lo que tenía que estudiar en casa.
Su historia era tan conocida que la casa en la que vivían en Missouri fue una donación de organizaciones caritativas, misma que tenía jacuzzi y fueron estrellas en la televisión local.
Su madre le prohibió el acceso a Internet cuando la joven empezó a interesarse en tener pareja, perofinalmente, Gypsy conoció en secreto a su futuro novio, Nicholas Godejohn.
Asesinato
El 14 de junio del año pasado, un sábado caluroso, una publicación fue puesta en el perfil de Facebook de Dee Gyp Blancharde “Esa puta está muerta”.
La publicación preocupó a amigos y vecinos quienes se arremolinaron sobre la casa para asegurarse de que todo estaba bien; y cuando finalmente lograron entrar, notaron que la madre estaba muerta apuñalada.
Policía y amigos estuvieron entonces preocupados por Gypsy, quien aparentemente no podía caminar y todas las sillas de ruedas estaban en su casa.
Pero la Policía descubrió que la joven se había fugado con su novio y que no tenía dificultades para caminar. Resultó también que todas sus graves enfermedades eran una invención de su madre, que se había pasado años convenciéndola de que eran reales.
Ningún diagnóstico, desde la distrofia muscular a los trastornos mentales, fue confirmado con análisis médicos, que siempre daban resultado negativo. Pese a ello, la mayoría de los especialistas trataron y operaron a Gypsy basándose en el relato de su madre, que dejaba de acudir a los médicos que ponían en duda su versión.
Hasta ahora, no se sabe si la propia Gypsy era consciente de todo ello ya que toda su vida había estado sugestionada para creer que padecía graves problemas de salud.
Pese a que su madre le prohibió el acceso a Internet cuando la joven empezó a interesarse en tener pareja, conoció en secreto a Nicholas Godejohn, quien se cree que asesinó a ‘Dee Dee’ Blancharde.
Las evidencias halladas durante la investigación sugieren que la idea de matar a su madre fue de la propia Gypsy, que la mencionó por primera vez en mayo de 2014, más de un año antes del asesinato. Fue Gypsy quien hizo la publicación en Facebook, pero afirmó que su novio le dictó qué escribir; y ambos dijeron que el cuchillo que mató a Dee Dee estaba en manos de Godejohn.
Los hechos podrían haber significado la pena de muerte para los dos chicos, pero debido a que Gypsy se declaró culpable, se le dictó la condena más corta: 10 años. Podrá salir en libertad en ocho años y medio, es decir, cuando tenga 32 años.
La joven confesó que se siente más libre en prisión que con su madre y que está frustrada porque los médicos jamás notaron lo que estaba pasando. Su novio, quien aparentemente tiene problemas mentales, será juzgado en los próximos meses.
Probables motivos
La muerte de ‘Dee Dee’ Blancharde hace imposible averiguar cuáles fueron los motivos de su comportamiento, pero hay indicios que señalan que padecía el trastorno mental conocido como ‘síndrome de Münchhausen’, que motiva a las personas a inventar dolencias para asumir el papel de enfermo y así buscar atención. En este caso, se trata del síndrome de Münchhausen por poder, también denominado ‘trastorno ficticio impuesto’, dado que el papel del enfermo fue ‘delegado’ a la hija.
Las personas con este trastorno no son consideradas defraudadoras ya que no buscan beneficios económicos, sino atención. No obstante, es probable que la mujer no padeciera el síndrome y simplemente fuera una embaucadora que se aprovechaba de su hija, lo que dejaría en el aire la participación de la joven en el engaño.
Vía Buzzfeed y RT