Meade sería el candidato Trump, EU y el ‘tapado’ del PRI para 2018

“Cuando el PRI, por orden de Peña Nieto eliminaba los candados para que un advenedizo sea su candidato presidencial, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, comía con la embajadora de Estados Unidos, Roberta Jacobson. Meade es bien visto por los grupos de interés de Estados Unidos y también de México”, afirma el periodista Álvaro Delgado.

Regeneración, 11 agosto 2017.- Para el periodista Álvaro Delgado, el mensaje es nítido: porque justo cuando el PRI acataba la orden de Enrique Peña Nieto de eliminar los “candados” para que un advenedizo “ciudadano” sea su candidato presidencial, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, comía en el restaurante “La Docena”, de la colonia Roma, con la embajadora de Estados Unidos, Roberta Jacobson.

Esta reforma, que será sin duda ratificada en la plenaria de la XXII Asamblea Nacional del PRI, el sábado 12, no era para Aurelio Nuño, ni para José Narro, sino para Meade, el único de los prospectos presidenciales de Peña que no cumplía con el requisito de 10 años de militancia.

Recordó que Peña hizo reformar el artículo 166 de los Estatutos del PRI, un traje a la medida de Meade, es para usarlo, exactamente como cuando, en la XXI Asamblea Nacional de marzo de 2013, ordenó reformar el artículo 302 del Programa de Acción para materializar la privatización del sector energético del país avalado por los firmantes del Pacto por México.

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Asegura que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no es avalado por el gobierno de Estados Unidos, al que tan sumiso es Peña, y que Andrés Manuel López Obrador es visto con recelo en los factores de poder de ese país, por lo que la comida de Meade con Jacobson, justo el día de la reforma en el PRI, tiene una relevancia enorme.

La decisión de designar al candidato del PRI por dedazo recae solamente en Peña, como tomo mundo lo sabe, fortalecido a su vez por la reforma que no encontró la oposición de la que alardeaban los falsos “rebeldes” de ese partido que, con Meade, quiere mostrarse como moderno, pero para hacerlo ganar usará todas las mismas prácticas de defraudación electoral, detalla.

Meade es bien visto por los grupos de interés de Estados Unidos y también de México. Su biografía personal y profesional, siempre en la alta burocracia, lo hacen ser el emblema de lo que se conoce como el PRIAN-PRD, que minaría al Frente Amplio Opositor que negocian las facciones no priistas del Pacto por México.

Meade es un tecnócrata literalmente hijo del neoliberalismo: Su padre, el priista Dionisio Meade y García de León, fue el creador del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), el organismo mediante el cual se legalizó el saqueo del rescate bancario mediante el Fobaproa.

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Meade y García de León encabezaba la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados cuando, el 12 de diciembre de 1998, el PRI y el PAN que presidía Felipe Calderón convirtieron en deuda para todos los mexicanos lo que robaron banqueros y empresarios que financian a esos partidos.

El jefe del clan Meade es actualmente director general de Contraloría y Administración del Banco de México, que encabeza Agustín Carnstens, y en el sexenio de Vicente Fox fue subsecretario de Gobernación con Carlos Abascal, algo que no debía extrañar porque es hijo de un fundador del PAN: Daniel Kuri Breña.

“Yo voy a ser presidente de México”, solía proclamar Meade mucho antes de ser cinco veces secretario de Estado con Calderón y Peña, ahora falta ver si gana.

 

Con información de Proceso