Según una denuncia anónima de hace un año, alrededor de cien menores internados en la Ciudad de los Niños en Salamanca, reciben abuso sexual, físico y psicológico con el visto bueno de las autoridades.
Regeneración, 11 de julio de 2017.- Con la venia de las autoridades, en el albergue católico Ciudad de los Niños en Salamanca, dirigido por el padre Pedro Gutiérrez Farías, prevalecen infinidad de abusos físicos, sexuales y psicológicos contra los menores que lo habitan.
Y es que hace más de un año, desde marzo de 2016 la Procuraduría General de Justicia en Guanajuato recibió una denuncia anónima de que más de cien niños, que vivían en cinco albergues en la Ciudad de los Niños en Salamanca, eran víctimas de maltrato físico, verbal y abuso sexual. Pero pese a las recomendaciones de una jueza, autoridades municipales y estatales han permitido que los albergues sigan operando. Y que continúe el maltrato, reveló el portal Zona Franca en una investigación.
De acuerdo con el portal, en los albergues de La Ciudad de los Niños en Salamanca se han denunciado abusos contra niños, niñas y adolescentes, que han ocurrido con complicidades de autoridades e instancias oficiales como los sistemas DIF estatal y municipal y el Registro Civil; además de que ha recibido amplio respaldo de funcionarios y políticos en el estado y nivel federal.
La resolución del juicio de amparo indirecto con número 475/2016-VIII emitida por la jueza Karla María Macías Lovera, del juzgado Noveno de Distrito en Irapuato, puso al descubierto la situación que podría vivir la niñez albergada en las cincos sedes de la Ciudad de los Niños en Salamanca.
Testimonios de los menores y funcionarios que obran en el expediente, hacen evidente que quienes están acogidos han sufrido violencia física, sexual y psicológica que pone en riesgo su integridad, por lo que la juez federal pide que sean reubicados los internos de dicha asociación.
La juzgadora establece que han existido omisiones de las autoridades que han propiciado los posibles abusos. También, en su resolución, pide indagar al Ministerio Público si los apoyos recibidos por la organización a lo largo de los años, tantos de gobiernos como de particulares, han sido utilizados en la mejora de los centros o si hay desvío de fondos.
Denuncia anónima descubre maltratos en albergues
El once de marzo de 2016 se dio inicio a la carpeta de investigación a raíz de una denuncia anónima presentada por golpes y abusos sexuales hacia los menores que viven en la casa hogar Ciudad de los Niños, Asociación Civil y desvío de fondo por parte de los encargados.
Sin embargo fue hasta que el DIF realizó una visita al centro y tuvo conocimiento de que una monja quemó en una estufa las manos de una niña de siete años por haber robado una plastilina, que se aperturó la carpeta de investigación 13682/2016.
El sacerdote responsable de los albergues, Pedro Gutiérrez Farías, promovió un amparo en representación de la niña ante la Unidad Especializada en Combate a la Trata de Personas y Corrupción de Menores, el 15 de julio de 2016, para evitar que saliera de la Ciudad de los Niños, lugar en el que tenía dos años viviendo.
La jueza federal sentenció la improcedencia de la medida, pero además hizo una serie de observaciones que además de proteger a la menor, pide que se atiendan a otros cien chicos, pues “no es benéfico para los menores permanecer viviendo en los centros de asistencia social a cargo de la asociación civil Ciudad de los Niños Salamanca”. También hizo serios señalamientos a autoridades como el DIF por sus omisiones.
La sentencia fue recurrida y será un Tribunal Colegiado quien la confirme u ordene reponer el procedimiento. Anteriormente ya se habían presentado denuncias, sin que hubiera ninguna personas sancionada ni cambiaran las condiciones de los menores ahí internados.
A lo largo del reportaje, que se puede leer en el enlace, se da cuenta de varios testimonios de jovenes que han escapado del lugar, vecinos que han refugiado a los niños y de los propios infantes, quienes tienen tan normalizada la violencia que aseguran que “no los tratan mal, sólo les pegan”.
Vía Zona Franca