México encabeza la lista de los países más peligrosos para el ejercicio periodístico de América Latina, seguido de Colombia, Brasil y Honduras, según la organización francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF).
30 de septiembre de 2014.-«Desde el año 2000 en estos cuatro países se han registrado 202 casos de asesinato de periodistas, blogueros, comunicadores sociales y colaboradores de los medios de comunicación», reveló este martes un informe de la organización que vela por la libertad de prensa.
RSF estima que esos crímenes «segura o probablemente» estuvieron relacionados con la profesión de las víctimas, pues en la mayoría de los casos no se estableció con precisión el móvil y con frecuencia las investigaciones –cuando las hay– son obstaculizadas por autoridades corruptas.
A la cabeza de esta «triste lista» se encuentra México, «por ser el país más mortífero para los periodistas en todo el continente americano: 81 periodistas fueron asesinados entre enero de 2000 y septiembre de 2014», detalló la ONG.
En segundo sitio se encuentra Colombia, donde han perdido la vida 56 periodistas, seguido de Brasil con 38 asesinatos en ese periodo. En Honduras, el número de comunicadores ultimados se disparó tras el golpe de Estado del 28 de enero de 2009 con un total de 27 casos.
«Muchos de estos periodistas fueron víctimas de su afán de denunciar las violaciones a los derechos humanos, el crimen organizado, la corrupción, las injerencias», y casi «todos estos crímenes permanecen impunes hasta la fecha debido a la falta de voluntad política y de un sistema judicial eficaz», denunció RSF.
La organización francesa subraya que aunque «ninguno de estos países se encuentra oficialmente en guerra», los paramilitares siguen presentes en Colombia mientras que en México el gobierno mantiene desde 2006 una ofensiva armada contra el narcotráfico.
Además de los miembros del crimen organizado, los periodistas mexicanos enfrentan constantes agresiones por parte de las mismas autoridades.
A principios de mes, una joven periodista de Guanajuato (centro) fue brutalmente golpeada en sus propias oficinas, y asegura que sus agresores le ordenaron dejar de escribir notas críticas con el gobierno local de la ciudad de Silao.
(AFP)