La deuda neta solo del gobierno federal de México, que es la que suelen vigilar las agencias calificadoras, cerró 2016 en 35.6% como proporción del PIB, un alza de tres puntos porcentuales desde el 32.6% de 2015.
Regeneración, 19 de abril de 2017.- En un ambiente externo propenso a la volatilidad y los shocks económicos, México y sus vecinos de América Latina deber ser prudentes al decidir cuándo es necesario apretarse el cinturón y cuándo echar la casa por la ventana en materia de gasto y deuda, recomendó el Banco Mundial (BM).
Durante la presentación del informe Contra viento y marea: Política fiscal en América Latina y el Caribe desde una perspectiva histórica, el economista jefe para América Latina y el Caribe de la entidad internacional, Carlos Végh dijo: «La mejor política fiscal es tratar de ahorrar en los buenos tiempos para poder pedir prestado en los malos tiempos».
Explicó que los problemas de deuda pública y déficits fiscales elevados en América Latina se deben a que los países de la región gastaron de manera excesiva durante las épocas bonaza económica.
«La evidencia empírica es muy clara en que la mayoría de los problemas fiscales que enfrentan los países en la región se deben a una falta de ahorro en los tiempos buenos porque ya cuando los tiempos malos llegan, y uno no ahorró en los tiempos buenos, lamentablemente ya es tarde», expresó Végh.
Según el estudio, 29 de los 32 países de la región registraron déficit fiscal en 2016, con una deuda bruta promedio equivalente a 50% del Producto Interno Bruto (PIB).
La deuda neta solo del gobierno federal de México, que es la que suelen vigilar las agencias calificadoras, cerró 2016 en 35.6% como proporción del PIB, un alza de tres puntos porcentuales desde el 32.6% de 2015.
Aunque México tiene un panorama más positivo, pues pertenece al grupo de países de la región que en la última década dieron un giro en su política fiscal hacia un estilo contracíclico; es decir, gastar más en tiempos difíciles y ahorrar en mejores momentos, de acuerdo con el informe del Banco Mundial.
En el documento se lee que «como respuesta a la crisis financiera global de 2008, el número de países latinoamericanos con políticas fiscales contracíclicas aumentó de 10 a 45%. Países como Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Perú comenzaron a aumentar el gasto público o bien a bajar los impuestos en un intento por estimular la economía. Si bien estas medidas resultaron en déficits fiscales, estos fueron consecuencia de un esfuerzo concertado por minimizar la desaceleración»
Según el BM, el cambio de esos países a un estilo contracíclico resultó histórico pues en los últimos 50 años la región ha sido próciclica; es decir, con una política fiscal que tiende a aumentar el gasto y cortar impuestos en las buenas rachas y apretarse el cinturón en las malas. En contrasentido a lo que hace los países industrializados.
Con información de: Expansión