La apertura completa del sector petrolero no resolverá los problemas de producción y abasto de gasolinas y diésel de México. De acuerdo a un estudio prospectivo de la Secretaría de Energía, en 2029 México importará casi la mitad de las gasolinas y el diésel que necesitará para cubrir su demanda
. México continuará como importador neto de petrolíferos (gasolinas, diésel y turbosina) en los próximos 15 años, ante la falta de capacidad de refinación y el aumento de la demanda, revela el análisis prospectivo más reciente difundido por la Secretaría de Energía (Sener).
La Prospectiva de petróleo y petrolíferos 2015-2029 espera que en dicho periodo la producción de petrolíferos aumente 24.1 por ciento y la demanda 35.9, atribuible al incremento del consumo de gasolinas, principalmente.
Lo anterior se traduce en que para cubrir la demanda durante los próximos 14 años la importación de petrolíferos aumentará 34.7 por ciento y los niveles de exportación de éstos disminuirán 44.8.
Por tipo de combustible, la perspectiva es que la demanda de gasolinas permanezca en niveles superiores a la oferta interna; incluso, que el diferencial entre ambas crezca. Lo anterior traerá como consecuencia un aumento en las importaciones de éstas.
En el periodo 2014–2029 se espera que el déficit pase de 370 mil barriles diarios, equivalente a 47.5 por ciento de la demanda interna, a 514.7 barriles por día, lo que representará 44.9 por ciento de la demanda interna. Ello significa un alza de 39.1 por ciento al final de dicho tiempo.
La producción estimada del sistema nacional de refinación de Petróleos Mexicanos (Pemex) estará orientada a elevar la capacidad de producción de petrolíferos, principalmente de destilados ligeros e intermedios, de tal manera que se cuente con una mayor oferta de gasolinas y diésel de ultra bajo azufre en los próximos 15 años.
Los proyectos de aprovechamientos de residuales y el uso de trenes de conversión profunda permitirán mantener la tendencia de reducción en la producción de combustóleo de 88.4 por ciento e incrementar la producción de coque de petróleo.
Los informes oficiales de la Sener explican que las gasolinas continuarán como el principal combustible de consumo en el autotransporte durante el periodo 2014-2029.
En ese sentido, se estima que la demanda de gasolinas se incrementará 47.5 por ciento, de tal manera que al final del periodo se ubicaría en un millón 146.3 mil barriles diarios, mayor en 370 mil barriles al día en relación con 2014, debido principalmente al crecimiento del parque vehicular.
En los próximos 15 años el consumo de gasolina Premium mostrará un aumento promedio anual de 3 por ciento y el de gasolina Magna de 2.5.
El volumen de demanda de Magna será el de mayor consumo y participación respecto del total de gasolina durante el periodo prospectivo, pasando de 639.1 mil barriles al día en 2014 a 932 mil en 2029.
Por su parte, la demanda de gasolina Premium pasará de 137.2 mil barriles diarios a 214.3 mil en el mismo periodo.
Se prevé que la demanda de turbosina, combustible para aviones, crezca 4.3 por ciento promedio anual en los próximos 15 años, al pasar de un promedio diario de 64 mil 400 barriles al día en 2015 a 124 mil 300 en 2029.
Explicó que entre los factores que incrementarán la importación de turbosina será la diferencia entre los precios del transporte aéreo con el terrestre. El consumidor optará por usar el aéreo, dadas las condiciones de menor precio y comodidad, así como por el menor tiempo de viaje.
Para la proyección de la demanda de diésel en el sector ferroviario, que puede transportar carga tanto de productos industriales como agrícolas, forestales y hasta servicios de transporte de pasajeros y con la aprobación de la reforma energética, el tren podrá atender la demanda de energéticos, posicionándose como el primer medio de transporte para trasladar derivados del crudo por su eficacia y seguridad.
Por otra parte, la demanda de diésel en el transporte marítimo depende en gran medida de las expectativas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) industrial, así como del nivel y progreso del intercambio comercial internacional y el dinamismo de la economía mundial, que son detonantes importantes para la actividad del transporte en los puertos marítimos.
Así, al crecer el PIB industrial (demanda de bienes del sector) uno por ciento, la demanda de diésel en el transporte marítimo se elevará 0.78 por ciento.
Fuente La Jornada