Por: Jaime Avilés (@desfiladero132) | Polemón
11 de septiembre 2015.- Gracias al programa de austeridad del “gobierno” de Peña Nieto, alrededor de 15 mil empleados del sector público serán despedidos. A su vez, los ministros de la Suprema Corte ganarán, cada uno, 6 millones 776 mil 408 pesos, pero su aguinaldo, de 600 mil pesos, sufrirá una dramática reducción de… 45 pesos.
Por el achique de 25 por ciento al presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, muchas empresas constructoras –revela el columnista Alberto Barranco Chavarría– se verán obligadas a desaparecer.
Como resultado de las “valientes” reformas estructurales del Pacto por México, las tarifas de luz eléctrica subirán 5 por ciento y se liberarán los precios de las gasolinas para que el “mercado” determine su valor… de acuerdo con la forma en que le dé la gana.
Archivado el decrépito Chuayffet y sustituído por Aurelio Nuño, ex jefe de la Oficina de la Presidencia para, según dijo éste a La Jornada, “transformar el país a través de la reforma educativa”, la SEP, el año próximo, recibirá 11 mil 683 millones de pesos menos que este año. Entre tanto, Peña echará a andar una Secretaría de Cultura con mil 946 millones de pesos menos de los que necesitaba cuando fue concebida en una de tantas lluvias de ideas que se desatan en Los Pinos y acaban en diluvios de estupideces.
Otro que pasará graves apuros económicos es el sonriente y decorativo presidente del Instituto de la Nulidad Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, a quien las austeras tijeras de Hacienda lo despojarán de 145 (ciento cuarenta y cinco) pesos de aguinaldo, mientras su salario anual será de 2 millones 987 mil 547 pesos.
En respuestas a los reiterativos escándalos de corrupción en que ha estado, está y estará envuelto Peña Nieto, por los sobornos en mansiones de lujo que le regaló HIGA y por los contratos leoninos que otorgó a OHL, los magnates de ambas firmas estuvieron en primerísima fila durante el “mensaje” que el copete leyó en Palacio después de presentar su tercer reporte de actividades.
Con tanta o más sensibilidad social, Miguel Ángel Osorio Chong –segundo máximo responsable por la “fuga” del Chapo– designó como subsecretario de Prevención del Delito al principal delincuente electoral del país, el líder del Partido Verde Ecocida de Mierda (PVEM), Arturo Escobar, ex promotor de la pena de muerte para secuestradores.
Como el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es el verdadero peligro que amenaza la bonanza y prosperidad que disfruta el uno por ciento del pueblo de México, diversas instancias electorales continúan reduciendo el impacto de sus victorias en los comicios de junio pasado.
Más rápido que ninguno de sus compañeros del PRI y del PVEM, el regente capitalino,Miguel Ángel Mancera Espinosa (MAME), ordenó a su tribunal electoral robarle a Morena las delegaciones de Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Coyoacán e Iztacalco.
En un intento por neutralizar al grupo parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa del DF, MAME usó a su tribunal electoral para quitarle dos de 22 diputados, pero como esto le permitió a Morena conservar la mayoría en relación de 20 a 18 con el PRD, el Tribunal Electoral Federal entró al quite y le quitó otro.
César Cravioto, líder de la bancada que entrará en funciones el primero de octubre, anticipó, quizá prematuramente, que desaparecerá el Cuerpo de Granaderos del DF y bloqueará el presupuesto del hoyo deprimente de Mixcoac, si MAME no logra acuerdos con los vecinos que se oponen a esta obra absurda: ¡un túnel bajo el lecho de un río, en una ciudad que se inunda con la lluvia!
Pero MAME, que hizo campaña con el lema “decidiendo juntos”, ya declaró que “el deprimido de Mixcoac va porque va”, y dirá lo mismo para imponer la imbecilidad delsegundo piso peatonal en avenida Chapultepec, que condenará a respirar los gases de los automotores, y privará de la luz del sol, a los habitantes de las viviendas de esa calle, y desde luego a los propietarios y clientes de los numerosos negocios de comida barata que abundan por ahí.
Cualquiera diría que frente a este catastrófico panorama –aderezado por los casi 60 mil homicidios reportados entre diciembre de 2012 y agosto de 2015, más los centenares de desapariciones forzadas que hay al mes, y el macabro descubrimiento de camiones en Michoacán con cuerpos de niños sin órganos vitales –, agobiado por la carestía, el desempleo, la incertidumbre, el pesimismo y la angustia, el pueblo de México protagonizará un estallido social de un momento a otro.
Como lector asiduo de Twitter ésta es la impresión dominante. Las etiquetas que se multiplican exponencialmente en la red —#RenunciaPeña y #RenunciaMancera— invitan a pensar que el hartazgo llegó a su límite. Que la revolución está a la vuelta de la esquina.
En cambio, como peatón que va por el DF lo que veo son océanos de personas que a donde voltean la cara se topan inevitablemente con un televisor que transmite partidos de futbol y jamás han leído en ningún medio impreso que Peña Nieto desconoce los nombres de las ciudades que visita, o que no sabe leer en español ni hablar en inglés, o que no tiene idea de para qué sirve el puesto que ocupa.
Envueltos en las tinieblas del oscurantismo que promueven y mantienen para vivir de la olinarquía, los medios ya dieron la voz de alarma: ¡¡¡AMLO va a la cabeza de las preferencias para las elecciones de 2018!!!, seguido de cerca por nada menos que #BloodyLady alias Margarita Zavala de Calderón Narcofosa y el santo patrono de los feminicidas mexiquenses, Eruviel Ávila Chapitas.
Estos monstruos, que corren detrás de AMLO, son perseguidos por otros carismáticos estadistas como Dráculo Ramírez Garrido Abreu de Morelos, Manuel Velascoopelas o Cuello de Chiapas, Javier Moreno Lozano Valle de Puebla, y desde un poco más atrás, Javier Duarte de Ochoa con Zetas de Veracruz.
Todo lo que está pasando en México (de lo que este resumen es un breve y deficiente catálogo de tragedias) palidece ante la elocuencia de los legisladores priístas que se burlan del informe presentado por los peritos de la OEA sobre Ayotzinapa.
Rejuvenecido por el espíritu asesino de Gustavo Díaz Ordaz que lo impregna, el PRI confirma que todos los exponentes del régimen son cómplices de los militares y los policías que desaparecieron a 43 normalistas en Iguala, una vez que los muchachos, sin saberlo, desviaron de su ruta controlada por el Estado un bulto de goma de opio escondido en uno de los autobuses que tomaron el 26 de septiembre.
Quienes defienden al que durante la recuperación de ese paquete mató al futbolista de 15 años, al que mató a la señora que iba en un taxi, al que mató al chofer del camión de los Avispones, al que mató a dos normalistas y a quienes le arrancaron el rostro a Julio César Mondragón, son los mismos que dicen, declaman, proclaman y exclaman en las más elevadas cúpulas del “gobierno” que los 43 ardieron hasta pulverizarse al aire libreen una noche de intensa lluvia pero no dicen que en realidad, a la hora fijada por Murillo Karam como la del incendio en el basurero de Cocula, el GPS del teléfono de uno de los muchachos emitía señales desde el cuartel del ejército en Iguala y otro le pedía a su madre que le depositara dinero con urgencia de vida o muerte.